Girasol: cómo gestionar la amenaza de la Phomopsis en Mar y Sierras
El cultivo viene creciendo en la región, pero la enfermedad representa un riesgo cierto y en los últimas campañas generó importantes pérdidas. Las rotaciones son clave para poder controlarla
En las últimas campañas el girasol experimentó importantes pérdidas productivas ocasionadas por el cancro del tallo (Phomopsis helianthi) y se encendieron las alarmas en la región CREA Mar y Sierras. Los rendimientos logrados en 2024/25 por los diferentes grupos CREA resultaron en algunos casos afectados por problemas climáticos y ataques de Phomopsis.
/https://lavozdelpueblocdn.eleco.com.ar/media/2025/08/cancropng.jpg)
En el ciclo pasado existió una relación directamente proporcional entre fechas de siembras tempranas y rendimientos. “De todas maneras, podemos debatir si en años más secos una mayor diversificación de fechas de siembra contribuye a permitir rendimientos más estables”, argumentó.
/https://lavozdelpueblocdn.eleco.com.ar/media/2025/08/diapo1-girasol-crea.jpg)
El especialista recomendó tener especial cuidado con esa enfermedad en campañas por demás húmedas como la actual. Las rotaciones agrícolas son clave para poder controlar la expansión de la enfermedad porque el inóculo de Phomopsis puede trasladarse hasta unos 100 kilómetros. Buena parte de las ascosporas que atacan al cultivo provienen de rastrojos, razón por lo que los ambientes con mayor repetición de siembra de girasol son los más expuestos a la enfermedad.
“Algunos dicen, ¿por qué no hacemos labranza? Lo hemos probado y tiene un impacto hídrico muy fuerte esa práctica; entonces, por intentar prevenir una eventualidad nos compramos un problema, especialmente en los años más secos”, señaló.
“Por otra parte, la Phomopsis puede provenir de campos vecinos, así que estamos resignando disponer de un colchón de humedad y eso no nos asegura que no vayamos a sufrir el impacto de la enfermedad”, agregó.
El especialista además dijo que están recalibrando los protocolos de fertilización nitrogenada y densidad de siembra para girasol en los diferentes ambientes de la región porque un cultivo fórmula uno puede llegar a experimentar ataques más severos de Phomopsis.
/https://lavozdelpueblocdn.eleco.com.ar/media/2025/08/diapo3-girasol-crea.jpg)
“Hemos encontrado situaciones sorprendentes en los cuales los sectores de un lote de girasol con mejor índice verde (NDVI) terminaban siendo los de peor rendimiento y eso es porque en aquellos sectores en los cuales explotaba el cultivo, también explotaba Phomopsis”, graficó.
“Entonces, tenemos algo muy, muy claro: hay que sacar al girasol en los sitios donde existe abundancia de agua proveniente de la napa o de los bordes del lote; en esas condiciones, lo más seguro es sembrar maíz en ambientes con presencia de la enfermedad”, expuso.
Los protocolos tradicionales de control de enfermedades en girasol en la región muestran que con precipitaciones superiores a los 150 milímetros en el primer bimestre del año es factible encontrar respuestas productivas con la aplicación de fungicidas. De todas maneras, los productos convencionales están mostrando respuestas decrecientes en situaciones de alta incidencia de Phomopsis.
Evaluaciones realizadas en Mar y Sierras mostraron un comportamiento muy destacado de los controles realizados por Pavecto, un fungicida de la familia de los inhibidores externos de la Quinona (QoI) que aún no está disponible en el mercado argentino.
“La elección de un híbrido tolerante a la enfermedad es clave, pero siempre considerando todas las prácticas culturales de manera integral para poder gestionar una enfermedad por demás compleja”, resumió Jorge.
Contenidos CREA