El barrenador del tallo cayó en la trampa
En la séptima semana de registro de capturas de lepidópteros plaga se contabilizaron un promedio en total de 276 ejemplares diarios, y que marcó el ingreso de una de las amenazas más importantes para el maíz. El informe elaborado por la Chacra Experimental Integrada Barrow
En la continuidad de la tarea de relevamiento de capturas de lepidópteros plaga asociados a cultivos agrícolas mediante trampa de luz en la Chacra Experimental Integrada Barrow, se informó que desde el 11 al 17 de enero se contabilizaron un promedio de 276 ejemplares diarios de mariposas.
“La observación del día 16 fue compleja ya que las mariposas estaban mojadas. Las capturas de Pseudaletia adultera ‘Oruga militar verdadera’ fueron del 42% del total, en segundo lugar, aparece la Isoca bolillera de la soja (Helicoverpa gelotopoeon) con el 13% da las capturas, seguido con el 9% de Pseudaletia unipucnta ‘Oruga militar temprana’ y el 8% de las capturas de Faronta albilinea ‘Isoca desgranadora’”, indicaron los técnicos de la Chacra.
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“Con un conteo de 7 ejemplares diarios apareció también Diatraea sacharalis ‘Barrenador del tallo’, seguido por 4 ejemplares diarios de Megalographa bonaerensis ‘oruga medidora’ y 3 de Hypercompe indecisa o ‘Gata peluda de los almácigos’”, agrega el trabajo del que también forma parte el Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos.
En la trampa también se capturo Rachiplusia nu o “isoca medidora”. Se recolectaron además ejemplares que no son plagas de la agricultura en un 23% del total.
Atento maíz
El “barrenador del tallo del maíz” es una de las plagas más importantes del cultivo de maíz en la Argentina, afectando también al sorgo, entre otros (Igarzábal et al., 1994), donde ocasiona en promedio, pérdidas totales medias de un 21% de la producción de maíz (Leiva y Iannone, 1993). Las poblaciones de esta plaga aumentan desde la siembra hasta la cosecha de maíz (Parisi y Dagoberto, 1979; Dagoberto y Lecuona, 1982).
En Argentina tiene entre tres y cuatro generaciones anuales, según la región (Aragón, 1996):
- 1era generación: proveniente de larvas invernantes, emerge en octubre y noviembre infestando gramíneas silvestres y cultivadas.
- 2da generación de adultos: por lo general reducida, afecta al maíz en floración (siembra temprana).
- 3era y 4ta generación: ataques generalizados afectando principalmente a lotes de siembra tardía que están en la etapa de llenado de grano (Aragón, 1996).
Las larvas ocasionan las pérdidas por daños fisiológico y mecánico. Las larvas producen galerías dentro de la caña, lo que reduce el flujo de agua y nutrientes e induce al quebrado de plantas y espigas.
“La producción se ve muy afectada, especialmente en siembras tardías. La disminución en el rendimiento es ocasionada porque las larvas se alimentan primero de tejido foliar y a los dos o tres días (Alvarado et al., 1980) o después del segundo estadio (Greco, 1995) penetran en el tallo. Cuando el ataque se produce sobre una planta joven, las larvas pueden dañar el brote terminal provocando su muerte (Alvarado et al., 1980)”, explica el informe.
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“El criterio de decisión para el manejo de D. saccharalis mediante control químico se basa en la identificación de picos de más de 100 adultos capturados con trampa de luz o feromonas y la postura de huevos en plantas (Aragón, 2000). El umbral económico sugerido es de una ovipostura color naranja cada diez plantas de maíz (Iannone, 2001) o de dos o más oviposturas cada 10 plantas (Aragón, 2002), debiéndose controlar una generación en fechas de siembra tempranas y dos en tardías (INTA, 1998)”, agrega el trabajo.
“La hembra adulta de Diatraea coloca los huevos en las hojas del tercio medio de la planta y en aquellas que se insertan en la parte superior del tercio inferior”, completa.
¿Cómo funciona la trampa?
La trampa consta de una luz atrayente y un depósito en el cual quedan atrapadas las polillas. Diariamente se recolectan las muestras, se clasifican y luego se contabilizan por especie. De esta manera, cuando se observan aumentos en el número de capturas se efectúa una alerta que es comunicada a productores y asesores locales.
Los técnicos que hacen los relevamientos semanales aclaran: “La información proveniente de las capturas de lepidópteros mediante trampa de luz no reemplaza el seguimiento in situ de las poblaciones de insectos plaga, sino que sirve como una orientación de la evolución de las mismas en la zona. El monitoreo permanente de los lotes de producción es lo que garantiza el éxito en la toma de decisiones”.
La trampa de luz se encuentra instalada en la Chacra y la información tiene un alcance de un radio de aproximadamente 70/80 kilómetros a la redonda.