Ya se habían cubierto 40 kilómetros de arroyos en la búsqueda de Agustín

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Durante el segundo día de búsqueda se sumaron miembros de la Policía Federal, efectivos de Necochea y la brigada canina del K9 de Punta Alta y la unidad de búsqueda de rastros de Olavarría

 

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El calor y la angustia se fundían a la espera de novedades en la casa de la familia de Agustín. Separados por la calle de tierra que lleva a la vivienda ubicada en el extremo sudeste de Tres Arroyos, de un lado, se encuentra la base de la Unidad de Comandos y Localización, un gacebo donde se reciben litros de agua para hidratar a los efectivos que trabajan prácticamente sin pausa desde las últimas horas de la tarde del jueves, y del otro, su gente.

 

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Protegidos del sol con la sombra de los árboles que marcan el terreno, aguardan en silencio una novedad que acabe con la incertidumbre. Mientras tanto, les acercan más agua a los bomberos y policías que participan de la búsqueda y, cada tanto, se trasladan por sus propios medios al Paso Garza, un tramo del arroyo Claromecó, ubicado a poco más de diez kilómetros del enlace con el arroyo Orellano, el espacio de agua donde se ubica el punto cero, el lugar donde se cree que el niño cayó al agua cuando cabalgaba junto a una prima de 12 años en la tarde del último jueves.

 

“Lo mejor que puede hacer la gente es colaborar con agua, nunca alcanza”, le dijo a LA VOZ DEL PUEBLO uno de los policías que forma parte del equipo de búsqueda que coordina el comisario inspector Pablo Rodríguez, subdirector de la Dirección de Riesgos Especiales que depende del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, refiriéndose de manera directa a la mejor forma en que los civiles pueden ayudar.

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Ayer, a las tareas que ya se conocían del jueves, se sumaron diez kayacs para cubrir los cuatro sectores en que se dividieron los distintos tramos de arroyo, una superficie de 40 kilómetros que recorren con personal de Seguridad Vial y Bomberos Voluntarios Claromecó, Tres Arroyos, Benito Juárez y Barker, quienes además caminan los laterales de los cursos de agua.

 

Esperanza viva

Con el transcurso de las horas, la esperanza de hallar sano y salvo al pequeño Agustín persisten entre los equipos de rescate. En ese sentido, el comisario Rodríguez reconoció que, entre todas las hipótesis que rodean al caso, está “la esperanza de que podamos hallarlo con vida”.

 

“En base a mi experiencia  y, de acuerdo a las testimoniales que tenemos, donde sostienen que, en plena correntada, cayó al agua y viendo la topografía del arroyo, que tiene barrancas muy altas tenemos que seguir haciendo búsquedas en montes y zonas más alejadas. Ya que también se mantiene esa hipótesis de esperanza de que, en una de esas, pudo haber salido y, teniendo en cuenta el paso del tiempo (breve), podamos hallarlo con vida”, dijo, antes de coordinar las tareas en función de los indicios que arrojaron los perros del K9 puntaltense y los canes de la unidad de rastreo de Olavarría.

 

En ese sentido, Rodríguez informó que, “hoy (por ayer) en base a indicios que dieron los perros y la gente que conoce la zona, se mostró un sector de mayor profundidad donde se hicieron tareas de buceo, que hasta ahora dieron resultado negativo”.

 

A mitad de la tarde de ayer, esperaban el arribo de más refuerzos de Necochea, “hay muchos recursos logísticos y personales aprestos, pero estamos trabajando bien y, hay que preservarlos, porque, ojalá que no, pero esta búsqueda puede llegar a continuar. Con lo que tenemos podemos abarcar esta búsqueda y, a medida que pase el tiempo, vamos trayendo más recursos”,  comentó el coordinador en el cierre.

 

Agustín Menna es un nene de 8 años que, en la tarde del jueves, mientras cabalgaba en un caballo junto a su prima de 12 años, ambos cayeron a un tramo del arroyo Orellano, aparentemente, al resbalarse el animal. Según el testimonio de la nena, ambos fueron arrastrados por la corriente de agua unos 100 metros, hasta que ella logró salir por sus propios medios para correr en busca de ayuda a su familia, que reside a unos 500 metros de ese lugar, hoy denominado Punto 0 como referencia de la búsqueda.