Vacaciones sobre ruedas
Viajar en Motorhome está volviéndose una gran tendencia en Argentina, y en Claromecó hay una numerosa cantidad de turistas que llegan gracias a esta modalidad. La Voz del Pueblo se acercó a donde estacionan las casas rodantes y dialogamos con ellos para conocer sus historias de vida
Por Juan Falcone
Claromecó, destino de miles de turistas que año a año eligen las extensas y tranquilas playas de nuestra localidad para pasar su verano, ya sea una visita en el día, un alquiler temporario o aquellos que vienen a su casa de veraneo para aprovechar el calor de la playa. Pero hay quienes encuentran más disfrute en abrir las posibilidades, y poder romper horizontes y recorrer la mayor cantidad de destinos posibles, esquivando la necesidad de organizar la estadía.
Una comunidad que crece día a día, y que está volviéndose moda, que es la del motorhome. Cientos de personas en el país eligen vivir en modo aventura, y compran un vehículo camperizado o se encargan de personalizar su propio rodado para hacerlo habitable, y desconectar de la cotidianeidad viviendo sobre ruedas.
En este caso, cuando recorremos la costanera de Claromecó, a unos metros pasando el faro, encontramos la primera hilera de motorhomes estacionados, lugar donde los turistas tienen habilitado para detenerse y tener como punto al estar dentro de la localidad balnearia. Hay todo tipo de casas rodantes, están las casillas que se enganchan detrás del vehículo, combis camperizadas a mano, o algunas más modernas específicamente preparadas para la vida en ruta y los que fueron un paso más allá, con los motorhome de tamaño colectivo. Tendrán miles de facetas, pero en todos se encuentra un punto en común: el amor por viajar.
En esta ocasión, dos viajeros de diferentes ubicaciones de la provincia de Buenos Aires se bajaron de su motorhome para dialogar con este medio y explicar cómo llegó a su vida esta pasión.
La aventura en Traffic
Juan Carlos, o como él indicó su apodo “Toto” Marano, es oriundo de La Plata y siempre tuvo amor por viajar, hasta que un día, por un problema de salud, tuvo que retirarse de su trabajo, se jubiló y emprendió una aventura: camperizar su Traffic y dedicarse a viajar y disfrutar. Y esto viene de muchos años, siempre uno arranca, es como todo. “Arranqué primero con una camioneta vieja, entonces me iba en carpa. Después cuando pude comprarme una casa rodante de enganchar viejita, también, y así se fue dando. Esto siempre me gustó, pero por el trabajo no podía salir mucho. De tanto trabajar me enferme y me tuve que jubilar. Me quedó la traffic esta, la equipé y salgo a pasear. Es lo más lindo que hay”.
Marano se quedó con una traffic modelo 1994, y en vez de venderla o dejarla de lado, la equipó y la modificó para que sea -junto a su perrito- su compañera de aventuras: “Esta es una Traffic modelo 94, con motor 2.1 diesel, la equipamos con rodado especial, más alto que el original. Tiene un motor con pocos kilómetros, hecho todo nuevo. Y después la idea mía fue, una vez que me tuve que retirar del trabajo por el tema de salud, empecé a reciclar y la empecé a armar de a poquito. Y compré algunas cositas, una heladera de 12 volts usada, las bombas de agua, le hicimos unos tanques de agua abajo la cama, todo para ser independiente”.
La comunidad de rodanteros está en pleno crecimiento, y algo que dejó en claro Toto fue que entre ellos buscan pasar por todos los lugares con una conducta ejemplar: “Vamos recorriendo varios lugares y miramos las aplicaciones para saber dónde se puede estacionar, y nos vamos comunicando uno al otro y lo principal es pedirle a los rodanteros, a los viajeros y a los motorhomes, que traten de mantener limpio el lugar, de no tirar residuos. Y eso se va mentalizando, se va cumpliendo. Vos caminas por donde paramos y vas a ver que no encontrarás ni un papelito tirado”.
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Una curiosidad de su vehículo es que tiene nombre. Se llama “La Psicóloga”, porque para él la mejor terapia, donde se relaja y encuentra paz mental es paseando en su traffic: “Yo nunca fui a una psicóloga, yo a la camioneta le puse así porque me hace sentir reconfortado, si tengo ganas de salir a dar una vuelta agarro la camioneta, paro en algún lado, caliento el agua y tomo unos mates, charlas con mucha gente. Yo la podría haber vendido, comprarme algo más nuevo si quería, pero me gusta”.
Para finalizar, compartió un mensaje para todos aquellos que tengan ganas de animarse a tener una aventura así, y que les falte ese empujoncito para salir a la ruta como rodantero: “Viajar es lindo. Con lo que tengas, porque se puede viajar con una carpa, con un tráiler atrás, con una casita rodante de enganche, con lo que quieras es lindo. Primero va a existir el temor, el miedo en la primera vez, pero después cuando paras en un lado y ves que hay otro que viaja, te va a incentivar porque te va a contar las aventuras que ha tenido y te va a gustar. Es lo más lindo que hay”.
Una nueva juventud
La vida viajera de Oscar y Silvina comenzó después de la pandemia. Se jubilaron, sus hijos ya son adultos, y decidieron vivir una nueva juventud, dedicándose a viajar juntos por todo el país (y un poquito más lejos): “Venimos casi siempre acá en verano, hace 20 días vinimos y ahora volvimos, porque es re tranquilo, nos gusta y tenemos lugar para estar con el motorhome. Una vez que nos jubilamos dijimos tenemos que empezar a salir a pasear. La única forma era tener el motorhome para poder salir, por los costos, porque uno ya es grande y dice, quiero tener todo acá. Nosotros en este momento tenemos en todo en el motorhome, heladera, baño completo, cocina, horno, estamos como en casa, pero más chico”.
Desde el 2021 que tienen como objetivo disfrutar viajando, lo más lejos que fueron, fue a Brasil, en pleno mundial de Qatar 2022: “Hemos recorrido miles de kilómetros, estamos andando desde el 2021, recorrimos casi todo el sur, nos falta El Calafate nada más. Después con la Ruta 3, hemos recorrido todo el norte, llegamos hasta La Quiaca, recorrimos todas las provincias habidas y por haber, hemos ido a pescar al Río Paraná, al Río Uruguay. Fuimos a Brasil el año pasado, justo cuando Argentina ganó la final del mundial, vimos el partido en ruta”.
A quienes deseen darse una vida de rodantero, Oscar y Silvina destacaron el sentimiento que esto les genera: “La palabra es libertad. Nosotros podemos salir un martes, un lunes, un sábado, nosotros viajamos, estábamos en Olavarría y dijimos vamos de vuelta a Claromecó un día, y ya salimos para acá. Es la libertad que tenés para salir cuando ya estás en la tercera edad, que te jubilaste, no tiene precio. Es lo único bueno que tiene ser viejo (risas)”.