Un último baile para el Rayo
Tomás Berti se vuelve a subir a su minicross para un último baile en Tres Arroyos
Por Sofía Goñi (*)
A principio año, Tomás Berti anunciaba por sus redes sociales que le ponía pausa momentáneamente a su carrera deportiva, pero, ¡vuelve!
Tres Arroyos va a ser el escenario donde se disputará la tercera fecha del campeonato 2025 de las Mayores del Sudeste este 7 y 8 de junio (ver más información página 10), pero también va a ser el escenario donde de local, el Rayo Berti vuelve una vez más a correr en la categoría que por tantos años lo vio crecer hasta llegar a obtener su primera victoria el año pasado.
Esto es solo por una fecha, con el auto de siempre, la misma gente que carrera a carrera le hace el aguante y las ganas intactas de disfrutarlo una vez más.
Y esa fue la noche más linda del mundo…
2024 fue un año especial para Tomás, porque no solo fue un año que en lo deportivo lo tuvo como uno de los protagonistas, sino que también pudo obtener no una, sino dos veces lo que por tantos años venía buscando, la victoria.
La tan esperada primera victoria llegó en Pigüé, un primero de septiembre donde en la primera serie del día para la divisional de Minicross llegaba segundo, al igual que en la semifinal, algo que le dio una buena chance de poder pelear adelante desde la segunda fila en esta fecha especial.
En la final, quien mandaba en la pista era Justo Vivarelli, quien supo cuidar muy bien su posición y hacerle difícil el sobrepaso a Santiago Skeich. Con el paso de las vueltas, Tomás supo hacerse con el segundo puesto y, con una maniobra muy bien ejecutada y la cabeza bien fría, pasó a liderar y sacó una diferencia mínima, pero justa para quedarse con la victoria. Después hubo un giro inesperado: Justo quedó excluido de la final por técnica, y así el podio quedó conformado por Tomás en el primer escalón, seguido por Santiago Skeich y Juan Acuña.
Esa victoria no fue solo un sueño hecho realidad para él y toda su gente, sino que también fue la prueba de que con garra y paciencia las cosas llegan.
A todo o nada
Para la divisional Minicross, las tres fechas del playoff fueron a todo o nada para los 12 pilotos que se habían clasificado después de cerrar la etapa regular en Pigüé. Hasta la última fecha todos estuvimos expectantes de quien sería el campeón este año y Tomás llegó con muchas chances, porque esta vez tenía a su favor la victoria, requisito más que obligatorio para todos los integrantes del playoff que aspiran a ser campeones.
La primera fue en San Cayetano, donde Berti clasificó 5°, salió 2° en su serie, 4° en la semi y en la final venía sumando, pero un abandono lo dejó fuera de la sumatoria mayor. Un arranque con un poco de sabor amargo, pero con algunos puntos para poder pelear las próximas dos fechas. La segunda fue en Tres Arroyos, y ahí el Rayo se lució. Clasificó 4°, ganó su serie, ganó la semi y también ganó en pista la final, pero un recargo lo relegó al segundo escalón del podio.
Demostró que tenía con que pelear para la última que sería nuevamente en San Cayetano. Tomás volvió a estar bien arriba, clasificó 2°, fue segundo en su serie y también en la semi. Pero la suerte no lo acompañó en la final, donde terminó 17°. El campeonato quedó en manos de Justo Vivarelli, que sumó su segundo título en la divisional.
Cerró el año con el número 7 que pintaría en los laterales de su auto este 2025, pero después de una temporada tan intensa, Tomás decidió levantar un poco el pie del acelerador. “Terminé medio cansado, tanto mentalmente, como físicamente”, me contó cuando le pregunté porque había tomado la decisión de dejar de correr por un año. Competir era algo que le exigía muchísimo tiempo y esfuerzo, no solo dentro de la pista sino también afuera: preparar el auto, conseguir el presupuesto, estar siempre al cien. Todo eso lo hacía él muchas veces trabajando fuera de hora para poder mantenerse competitivo en pista.
Por eso, apenas arrancó el año, anunció que por un tiempo se bajaba, que necesitaba enfocarse en otros proyectos personales y recargar energías. Una pausa que no significa un adiós, sino un respiro necesario para el tresarroyense, mientras da comienzo a una nueva etapa.
Ilusiones
Tomás siempre fue un apasionado de los fierros y lo demostró no solo cuando se subía a su minicross violeta, sino también abajo de este. Porque él es uno de los tantos pilotos que no les molesta mancharse el ignífugo los fines de semana de carrera con tal de seguir mejorando a la hora de salir a pista, como también le ha metido horas y horas para poder tener los mejores resultados posibles. Por eso mismo, cuando Tomás anunciaba que colgaba el casco por un tiempo, no fue solo por cansancio. La decisión también tuvo mucho que ver con un cambio de rumbo: quería enfocarse de lleno en lo laboral y apostar por su propio proyecto. “Decidí parar por una cuestión laboral. Quería meterle horas al trabajo y estar enfocado en eso” y también explicó que ya venía trabajando fuera de hora en el taller, haciendo algunos arreglos por su cuenta.
Después de un tiempo trabajando en el negocio de pesca con su papá, Fernando, sintió que era momento de dar un paso más y apostarle a lo que tanto le apasiona: su propio taller. Así nació TB Competición, su proyecto personal, el espacio donde hoy le dedica cada minuto del día. “Costó largarme al principio, pero una vez que me abrí, me está yendo bien”.
La pasión que lo impulsó a largarse por su cuenta también se ve en la forma en que habla de su taller. Con orgullo e ilusión, me enumeró todo lo que ofrece el espacio que de a poquito va creciendo:
“En el taller hago mantenimiento general de autos de competición, chasis completo, hago cajas de cambio, tengo balanza de peso por rueda, todo lo que es para alinear, medir combas. Todos elementos de última generación. Después hacemos repasos de karting, autos para todas las categorías. Trabajo con los amortiguadores en conjunto con Javier Mellino de Buenos Aires, así que hacemos un servicio general”.
Con el correr del tiempo, su dedicación empezó a dar frutos. Uno de los primeros en apostar por él fue Gonzalo Belio Fauret, a quien hoy le atiende el minicross completo para las Mayores del Sudeste. “Estoy súper agradecido. Él fue de los primeros en confiar en mí, y los resultados están a la vista”.
Aunque todavía su taller está creciendo, su visión a futuro es clara:
“La idea es dedicarme 100% a esto. Ya me estoy dedicando en sí, pero quiero sumar la mayor cantidad de clientes posible y apostar fuerte a este proyecto”
De igual manera, cabe destacar que nada de esto habría sido posible sin su entorno, ya que el apoyo incondicional que recibió de quienes lo rodean fue clave para dar este gran paso. “Estoy agradecido a mi familia, que me ha dado una mano muy grande para poder avanzar en esto y están siempre apoyándome en todo”.
Hasta que nos volvamos a ver
Hoy Tomás está del otro lado, ayudando a otros pilotos a poner el auto a punto, pero las ganas de correr nunca se fueron. Están ahí, intactas, por eso mismo, cuando el calendario de las Mayores del Sudeste marcó una nueva fecha en Tres Arroyos, supo que no podía no estar. Tenía que volver a subirse al minicross aunque sea por una carrera “Siempre quiero estar arriba de un auto de carreras. Hoy priorizo los proyectos personales, pero tengo muchas ganas de volver”, me confesó cuando le pregunte acerca de la carrera que se disputará este fin de semana. Y aunque hoy sus prioridades estén en otro lado, no le cierra la puerta a nada: “Ojalá se dé la oportunidad y poder ir a otra categoría. Tengo ganas de hacer un campeonato completo y pelearlo bien, me ha quedado la espina todos estos años”.
Y como las ganas están, las metas también. “El objetivo de la carrera es ir a ganar, como siempre. La meta es clara”, aunque esta vez le toque ocuparse no solo de su auto, sino también del de Gonzalo Belio Fauret, eso no le quita motivación, sino todo lo contrario. “Voy a estar más encima del auto de él que del mío, pero vamos a tratar de hacer todo lo posible y disfrutar un lindo fin de semana con todos los chicos del equipo, del taller, mi familia y toda la gente que se ha sumado a este proyecto lindo que estamos armando”.
Ya desde fines del año pasado que se viene trabajando en el minicross. Apenas terminó el campeonato, el auto se desarmó por completo y se le hicieron varias reformas. Quedó listo para largar, pero por cuestiones más que claras, Tomás decidió no correr este año. Aun así, el trabajo quedó hecho, esperando. Y esa espera, finalmente, llegó a su fin. “Estoy dedicándole todo el tiempo, las ganas y todo lo que tengo a los autos de los clientes, y cuando tengo un ratito libre le meto a mi auto”, me comentó. Y aunque no sea su prioridad, sabe que está listo para salir a pista no solo para sacarse las ganas de correr una vez más, sino para ser nuevamente protagonista: “Creo que estamos para pelear adelante”.
Este fin de semana, Tomás se despide de las pistas, al menos por un tiempo, para seguir apostando por su taller. Quizás lo volvamos a tener pronto peleando otro campeonato en las Mayores o ¿Quién dice y lo tengamos corriendo a nivel nacional? De igual manera siempre va a haber mucha gente haciéndote el aguante, decidas lo que decidas.
Este finde es tuyo, disfrútalo con toda tu gente y ojala la canción no se terminé nunca. Así que, hasta que nos volvamos a ver, Rayo.
(*) La autora es tresarroyense. Estudió durante cinco años licenciatura en Letras en la Universidad Nacional del Sur y desde mediados de 2023, cursa Periodismo en el Instituto Superior de la Bahía, en Bahía Blanca.
-El artículo fue publicado en el newsletter Paddock Pass