Un tesoro de arena
Desde hace años el sector costero céntrico de Claromecó atraviesan un proceso por el que va perdiendo arena y calidad de playa. Especialmente se observa cómo una buena parte del sedimento, retenido por tamariscos, quedó atrapado en forma de un enorme médano que rodea al faro. La Voz del Pueblo consultó a expertos y funcionarios para ver si es posible devolverlo y cómo hacerlo
Por Fernando Catalano
Se puede contribuir a la repoblación de las playas céntricas con la arena retenida en el faro, para paliar el avance de la erosión costera en Claromecó?. La respuesta a esa pregunta es que ‘sí’. Pero no resultaría sencillo ni rápido aplicarlo.
Como resultaría prácticamente imposible pensar en contratar los millonarios servicios de dragas para recuperar la arena que el mar se traga y acumula en forma de bancos, es oportuno plantearse qué medidas se pueden tomar con otros recursos que se encuentran a mano, para devolver el preciado sedimento de la costa claromequense a donde pertenece, la playa.
El cambio climático con el avance del mar sobre los sectores continentales, a partir de fenómenos como los deshielos, hace palpables determinados problemas ambientales, que pusieron en el centro de atención la vulnerabilidad que transitan las playas céntricas de Claromecó. Si bien se afirma que todavía es “insipiente”, es un proceso que está a la vista.
Las sudestadas que año tras año se repiten, impactan cada vez con mayor fuerza en la costa del distrito. Y la intervención que el hombre tuvo -hace años- expuso al frente costero claromequense para que sea el primero en el distrito en evidenciar cómo se instala un proceso erosivo que cada vez es más evidente.
Devolviendo
Expertos y funcionarios consultados por La Voz del Pueblo coinciden en la urgente necesidad de recuperar y proteger el recurso más preciado de nuestras playas, la arena.
Una de las soluciones podría ser la de recuperar el sedimento retenido en forma de un gran médano en los alrededores del faro de Claromecó.
Otra alternativa sugerida fue la de recuperar el sedimento con la arenera, que desde hace años es explotada para la comercialización de arena. Lo hizo en diciembre de 2022 al ex intendente Carlos Sánchez, el Geólogo de Costas y Dr. en Geografía, Federico Isla, después de haber comparado la granulometría, con la arena costera. La sugerencia fue para utilizarla en caso de urgencia, por si asomaban piedras durante la temporada.
Pero volviendo a la primera propuesta, originalmente construido en un terreno plano, el faro que mide 54 metros de alto -desde hace años- comenzó a cubrirse de arena y también por tamariscos. Los vientos costeros no dejaron de empujar el sedimento que –atrapado por esta planta- no volvió más a la playa.
Otro especialista como el subsecretario municipal de Gestión Ambiental y biólogo marino, Gabriel Francia, señaló que esta arena, junto con la de otros médanos cercanos, fue “secuestrada” por la proliferación de tamariscos, una especie introducida que, si bien se utilizó extensivamente por su resistencia a la salinidad, prosperó en exceso y atrapó la arena, impidiendo que vuelva a la dinámica natural de la playa.
Explicó que una vez que el tamarisco echa raíces en la arena depositada, ésta queda atrapada y no regresa a la costa, incluso con vientos fuertes.
Existe un consenso claro sobre la conveniencia de recuperar esta arena. Sin embargo no parece sencillo activar la posibilidad. La dinámica natural del mar en esta región, con corrientes predominantes de oeste a este, implica que simplemente volcar la arena recuperada frente al faro no sería efectivo.
Si se aplicara esa medida que -a priori- resultaría más rápida, pero la arena migraría rápidamente hacia el este. De ese modo no llegaría a esparcirse para nutrir el frente urbano y tampoco a los balnearios que hoy muestran una preocupante presencia de piedra debido a la erosión.
Traslado mecánico
La propuesta técnica es trasladar mecánicamente esta arena acumulada hasta la desembocadura del arroyo. Desde allí, el propio movimiento del agua y las corrientes marinas se encargarían de distribuirla naturalmente a lo largo del frente marítimo de Claromecó, repoblando las playas de manera natural y efectiva.
Este proceso que implicaría un traslado de hasta 15 cuadras, es considerado fundamental para asegurar un impacto positivo y duradero.
Estudio y plan de manejo
Pero para llevar a cabo esta iniciativa, es imprescindible un estudio científico que determine el impacto y la mejor forma de proceder.
El también profesor emérito de la Universidad Nacional de Mar del Plata e investigador del CONICET, Federico Isla, le confió a La Voz del Pueblo que el paso a dar sería el de “un plan de manejo de la arena no forestada que conlleva dos etapas como la redacción de un plan con evaluación de impacto ambiental y la instalación de un cartel que explique el plan para evitar los amparos”.
Círculo virtuoso
Una vez que se tenga el aval científico, se requerirán los permisos correspondientes de las autoridades municipales y organismos como Hidrografía Naval y la Armada, según confió a este diario el concejal de Juntos por el Cambio, Carlos Avila, quien habló de éste necesario proceso como el de un “círculo virtuoso” en el que intervengan los investigadores, la parte política y ejecutora, y el gobierno.
Mientras tanto el también ex director del Ente Descentralizado, explicó que la costa de Claromecó seguirá viéndose “muy frágil” al estar cubierta con una capa muy escasa de arena sobre la roca, lo que la hace susceptible a eventos de mar de fondo que “chupan” la arena hacia adentro.
La prioridad
No obstante, Francia se anticipó a una situación que puede llegar a darse. Se trata del debate que podría generar en ciertos sectores la intervención sobre los tamariscos que crecen sobre el médano del faro, por considerarlos “seres vivos”. Pero cada uno de los consultados por este diario coincide que se trata de una acción necesaria para liberar la arena atrapada.
Ahora, mientras pueda darse ésta discusión, también podrá acordarse un plan de manejo de los tamariscos que al dejarlos crecer sin ningún tipo de control –y como está visto- generan grandes acumulaciones de arena.
En tanto, como medida más próxima, y para mitigar la continua pérdida de arena hacia los médanos, se está priorizando la intervención en playa con enquinchados que llevan diez años de “aplicación exitosa” buscando que la arena que se desplaza quede retenida y no trepe hacia el tamarisco.
Después que la fuerte marejada del último 23 de junio los afectó, desde la delegación de Claromecó comenzaron a reinstalarlos. Es crucial “darle seguimiento” y “mantenerlos”, limpiándolos, reubicándolos o cambiando su orientación según sea necesario, contó Francia, quien por sobre todo priorizará informar sobre la situación para luego poner en discusión la posible medida a tomar.
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