Un incendio lo dejó sin nada, pero la ayuda llegó y sueña con su cabaña
En vísperas de su cumpleaños 44, Sandro Javier Ferreyra, vivió el episodio más triste. Se encontraba trabajando junto al colectivo adaptado y una casilla en el balneario Reta donde convive con su hijo y un hermano, cuando un cortocircuito acabó con todo.
Las siguientes fueron horas angustiantes, hasta que la ayuda no tardó en aparecer. “La verdad es que fue una desgracia con suerte, pero estamos bien. La gente de Rako`s nos prestó una casita, donde nos estamos quedando. La gente y la Municipalidad nos ayudaron a limpiar el terreno, ayer colocamos las columnas y vamos a hacer una cabañita”, comentó Ferreyra a LA VOZ DEL PUEBLO durante una pausa de la jornada que lo está llevando a levantarse nuevamente su hogar.
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Sandro vive con David, su hijo de 15 años, y su hermano Angel (46). Son de Misiones, pero antes de mudarse a Reta vivieron en Santa Fe. La playa tresarroyense fue el destino de. Sandro desde hace un año. Llegó siguiendo los pasos de su hermano, quien hace ya más de dos que está en el lugar
Como su hermano se dedica a la construcción y él trabaja la madera, no tardaron en armar un equipo de trabajo. En poco tiempo, ya estaban combinando servicios. Sin embargo, a pesar de la desgracia, Ferreyra se siente agradecido, “el pueblo me respondió. Estoy más que agradecido con la gente de acá, porque nos quedamos en la calle, prácticamente sin nada y hoy gracias a Dios tengo un techito donde puedo quedarme con mi hijo y, hoy, gracias a Dios, estamos saliendo adelante”
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El incendio
Sandro y su familia vivían en un colectivo hecho casilla adentro y , al lado, habìa una casilla rural que le habían prestado para instalarse en 15, entre 34 y 36.
En ese contexto, la razón del incendio estuvo vinculada a siniestro de un “fue un cortocircuito que me generò una cepilladora que tenía afuera. Eran las 14.30 y, mientras estábamos trabajando, y se sobrecalentò el cable. Còmo lo alimenté con electricidad desde la casilla, eso generó el cortocircuito y se incendió todo. No me diò tiempo a nada. La instalación estaba bien hecha pero tuve un problema en la cepilladora”
El nene se estaba bañando, alcanzó a salir con un toalla y eso fue lo único que le quedó. Salió gritando que se incendiaba todo. Fue algo que uno no se le desea a nadie”.
Así, cuando cualquiera espera una respuesta necesitada de empatía y solidaridad, Sandro sólo quiere clavos de distinto tamaño para terminar su cabaña, “lo que era fundamental lo conseguí. Un techo y frazadas, en las que el delegado nos dio una mano para limpiar el terreno, ya nos dio unas chapas”, además de 230.000 pesos en trasferencias.
“A mí lo que me gustaría que me ayuden con clavos de distintas medidas para poder terminar la cabaña. El Municipio y la gente del pueblo me ayudaron un montón. Hoy ya estoy un poquito mejor, la amargura se me está yendo, sobre todo con el estado de ánimo de la gente”, concluyó.
PARA AYUDAR: el alias de Sandro Ferreyra es Sandro.362