Temporal: “Nos refugiamos debajo de mi cama por una hora y media”
Aldana Zalasar, una de las tantas vecinas que sufrió terriblemente las consecuencias del temporal en su vivienda de calle French 1425, contó a este diario cómo salvó su vida y la de dos de sus hijos en medio de un clima de total desesperación. La tormenta le destruyó todo el techo y otras dependencias. También hizo referencia a la ayuda que está recibiendo para reconstruir su hogar
“Los nenes se hacían pis y estaban muy descompuestos. Comenzamos a mojarnos por completo porque entró mucha agua a casa, nos refugiamos con dos de mis hijos debajo de mi cama por una hora y media. De esa manera salvamos nuestras vidas, ni más ni menos. Algo que quedará grabado por siempre en mi cabeza”, explicó entre lágrimas al inicio de esta nota con La Voz del Pueblo Aldana Zalasar, vecina que sufrió en su vivienda de calle French 1425 el desastre que dejó el último temporal.
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Alrededor de las 22 horas del sábado 16 de diciembre, Aldana estaba preparando la cena como lo hace habitualmente. “Terminamos de comer y se cortó la luz. Prendí dos velas y el viento empezó a cobrar un protagonismo tremendo, cerré todo automáticamente. La cosa se fue poniendo cada vez peor: temblaban los vidrios, las puertas, las paredes y el descontrol de toda la situación aumentó en segundos con una intensidad jamás vista. Fue un verdadero caos…”, agregó.
Como madre soltera temió por su vida y la de su familia. En relación al momento en que se desataba una tormenta de una magnitud pocas veces vista en Tres Arroyos dijo que “eran golpes, ruidos, movimientos raros y extraños en cada sector. Un zumbido constante nos dejó sordos prácticamente. El panorama era incierto y cada vez más desolador. Un estado de shock se apoderó de mí, tuve miedo a morir electrocutada. Lloré sin parar, temblaba del miedo y no podía ni hablar. Fue muy bravo, creo que tuvimos un Dios a parte que nos iluminó para que hoy podamos estar con vida”.
Para quienes no la conocen, Aldana Zalasar tiene 35 años de edad. Se convirtió en mamá de joven, cuando tenía 16. En breve culminará sus estudios secundarios en la Escuela 15 en el turno nocturno, donde fue elegida como mejor compañera. Y en marzo del 2024 se recibirá como peluquera. Actualmente cumple funciones laborales en la empresa Vial Agro hasta el próximo 5 de enero, momento en el cual será dada de baja ante el parate en materia de obras públicas por una de las decisiones implementadas por el nuevo gobierno nacional, según comentó.
Cuando percibió que su casa comenzó a venirse abajo por el temporal, actuó rápido y sin dudar. “Lo primero que se me pasó por la cabeza fue decirle a mis dos hijos que nos escondamos los tres juntos abajo de mi cama. Tengo una nena de 11 años y un chico de 6, estábamos los tres solos cuando todo pasó. También tengo un hijo de 19 que no estaba acá cuando se desató la tormenta. Protegidos por mi cama, empezó enseguida a caerse todo, no quedó nada. Se voló el techo por completo, se cayó todo el durlock y la casa se vino abajo literalmente, salvo el garage. Los ruidos eran tremendos ante semejante desastre”, añadió con tristeza y la mirada pérdida entre los escombros.
El después
Luego de que la lluvia y el viento mermaron -en horas de la madrugada del domingo 17- Zalasar explicó que “llegó mi hijo mayor para ayudarme a sacar todos los escombros que habían quedado arriba de la cama. Gracias a Dios pudimos salir con vida los tres de allí abajo, ilesos, sanos y salvos. Sordos y muy asustados por lo que había ocurrido, pudimos salir. Fue tremendo, nunca vivimos algo así”.
Posteriormente, mencionó que se dirigieron hasta la casa de una de sus hermanas para quedarse allí hasta las primeras horas del domingo. “A mis dos hijos menores se los llevó ella a Necochea, ya que allí tienen a sus abuelos. Con mi hijo más grande, nos quedamos cuidando las pertenencias que pudimos recuperar. El garage se salvó porque esa parte la habíamos edificado nosotros, aunque si se voló el techo”, sostuvo.
Como si todo esto fuera poco, contó que también perdió el tanque de agua, el cual fue destruido y que además ya cumplió una semana sin techo.
“Automáticamente me cortaron el agua, por eso es que necesito una termofusión para poder cerrar esos los caños. Luz tengo porque un amigo electricista me puso energía eléctrica dentro del garage desde la térmica con un cable -que no es lo ideal- pero me llevó luz a ese sector. El resto está todo a oscuras porque tuvieron que quitar todo por si estaban petrificadas las paredes, la instalación eléctrica se enredó con los tirantes del techo y el durlock. Gas tengo, pero por garrafa”, subrayó con tono de preocupación.
Asistencia
Al ser consultada por la ayuda que está recibiendo por estos días, Aldana Zalasar manifestó que “desde la Secretaría de Desarrollo Social me acercaron cuatro chapas de 3 metros cada una, pero mi casa mide 7. Necesito 7 chapas de 7 metros. Solamente me trajeron eso, bidones de agua y algunos alimentos no perecederos entre los que hay huevo en polvo, que es incomible. Sigo sin agua corriente, hasta ahora no volvieron. Les agradecí, pero de las autoridades municipales no se acercó nadie por ahora, solamente una asistente social”.
Los elementos más costosos es lo que está necesitando, “chapas, tirantes y todo lo que me pueda servir para hacer el techo. Recientemente recibí una donación de una colecta que hizo la gente la cual fue organizada por Nicolás Barbieri, un joven tresarroyense abogado y periodista que vive en La Plata. Me giró 61.000 pesos que los destinaré para la compra del tanque de agua, que cuesta 100.000. Una vez que entregue ese monto recibido me lo van a dan y el resto lo iré pagando en cuotas. Le agradezco profundamente el buen gesto que tuvo para conmigo”, subrayó.
Pese a todo lo que le tocó atravesar, Aldana Zalasar aseguró “estar bien y entera” para comenzar desde cero un largo proceso de reconstrucción. A su vez, resaltó que “todas las chapas que se volaron se fueron con tirantes y los tirantes que quedaron, no estaban atornillados a la chapa. El techo se voló porque nunca estuvo sujeto como debía. Lo único que pido es hacer el techo, tengo la mano de obra pero necesito mucho más materiales como caños, fierros, tornillos y todo lo demás. Apelo a la solidaridad de la gente. Con mi sueldo algo puedo comprar, pero obviamente que no todo”.
Se mostró sumamente agradecida por esta nota y con la comunidad por la asistencia que le dio. Quienes deseen ponerse en contacto para colaborar con ella, podrán hacerlo a través de su número de celular 2983 400103.
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