Sofía Callá: “La divulgación científica puede ser sencilla”
La científica tresarroyense que es becaria del CONICET contó de qué manera compone el equipo de investigadores que explora las profundidades del mar frente a Mar del Plata
La Dra. en Biología Marina y becaria del Conicet, Sofía Callá, destacó el uso de tecnología que evita dañar el entorno del fondo marino y a los especímenes, que llegaban muertos a la superficie cuando en expediciones anteriores se usaban redes de arrastre. Consideró que el uso del robot SuBastian marca una diferencia fundamental en la actual campaña por las aguas del Atlántico.
“Eso es lo mejor porque ya no solo no se daña, sino que se puede ver las especies en su entorno con sus actividades; cómo comen y cómo cuidan a sus huevos, etc.”.
Aunque Sofía no pudo embarcarse en esta ocasión por su reciente maternidad, y otros temas personales, su vínculo con el proyecto se da por pertenecer al Laboratorio de Ecosistemas Marinos Argentinos del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia que trabaja en este proyecto junto al GEMPA, un grupo de investigación que incluye científicos de Ushuaia, Puerto Madryn, Córdoba, La Plata.
Después de haber participado en la exploración de 2013, en ésta oportunidad le toca esperar desde el continente el arribo de sus compañeros de equipo con todo el material recolectado para iniciar nuevos estudios. “Trabajamos todos con las mismas preguntas de investigación, cada uno las responde con su organismo en particular”, detalló.
Callá, que participó en campañas anteriores, contó a La Voz del Pueblo que los objetivos son ambiciosos. En primer lugar, se busca identificar qué especies habitan en el cañón (de Mar del Plata), esperando encontrar tanto las ya conocidas como descubrir un sinfín de especies nuevas.
La científica tresarroyense también sigue los streaming atentamente y se mostró igual de asombrada que el público masivo que sigue las transmisiones. “Este vivo nos vino a poner de manifiesto que científicos podemos ser todos, que no somos genios de nada sino que trabajamos mucho, y muchas horas estudiando para llegar a saber mucho de una cosa, y que para saber de otra necesitamos -si o si- al otro. Que hay mujeres y hombres con igual tarea y que la divulgación científica puede ser tierna y sencilla sin necesidad de ser “fácil” u omitir lenguaje técnico”, expresó la investigadora.
Además de la identificación de especies, la expedición tiene otro objetivo crucial como evaluar la presencia de microplásticos; y contó que en ésta oportunidad la intervención humana en las profundidades se hizo evidente, con el hallazgo de “bolsas” y “suelas de zapatos”, demostrando el impacto de la contaminación incluso en zonas tan remotas y profundas.
Finalmente resaltó que la ciencia que se puede reflejar en los streaming, es sólo una parte del mundo de la investigación. Explicó que la ciencia “no es inmediata, no es observación por cámaras, no es toda divertida y exitosa, la ciencia lleva prueba y error, fracaso, horas y horas de aprender a observar, de discutir con colegas, de buscar dinero para comprar insumos, para viajar o escribir proyectos para poder subir a un barco. Cosas que llevan años”, sostuvo.