Se realizaron cuatro ablaciones de órganos en los últimos doce meses
Así indicó el doctor Sebastián Otero, coordinador de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Centro Municipal de Salud. En diálogo con este diario, valoró la formación de los profesionales que intervienen en este complejo procedimiento, sobre todo a la hora de definir el diagnóstico. A su vez, dejó en claro la importancia que tiene la donación de órganos. “Ayuda a un tercero, que puede ser cualquiera de nosotros”, destacó
De acuerdo a la información proporcionada desde el Centro Municipal de Salud, en los últimos doce meses se registraron cuatro procedimientos centrados en la ablación de órganos desde el ámbito de la salud pública local. El caso más reciente es el de Horacio Rodríguez, un joven de 30 años que perdió la vida tras las graves heridas sufridas en un siniestro vial ocurrido el 17 de noviembre en la intersección de ruta 228 y calle Domingo Vázquez.
La ablación, que se lleva adelante en el mismo lugar donde se produjo el deceso de la persona, es el procedimiento quirúrgico mediante el cual se realiza la extracción de los órganos y tejidos del cuerpo del fallecido que se encuentran en óptimas condiciones para una posterior donación a pacientes que lo necesitan.
Se trata de un procedimiento extremadamente complejo en el que intervienen diversos actores especializados en la temática. El doctor Sebastián Otero, especialista en nefrología, es desde 2021 el coordinador de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Centro Municipal de Salud, un área central en todo lo relacionado a los operativos de ablaciones que se llevan adelante desde el ámbito sanitario público local.
En diálogo con este diario, el facultativo no ahorró en precisiones a la hora de explicar cómo se desarrolla un procedimiento de semejantes características. “La procuración es fundamental y vital en el objetivo de conseguir órganos para la donación. Lamentablemente, las listas de espera son muy grandes y la tasa de trasplantes es baja por la escasa procuración”, manifestó.
Otero, para quien no está en el mundo de la medicina, explicó el significado del término procuración. “Es conseguir un órgano en condiciones para poder ser implantado en un paciente que está en lista de espera, quien está evaluado por un grupo de pretrasplante que asegura que esa persona esté en óptimas condiciones de salud para recibir un órgano, ya sea pulmones, corazón, riñones, córneas y, a veces, huesos y piel”, describió.
En sus consideraciones, el especialista se refirió a un aspecto clave en la tarea de los médicos que son parte del proceso de ablación. “Es un capítulo muy importante lo relacionado a la formación de los profesionales que están en el área de cuidados intensivos, sobre todo, a la hora del diagnóstico de muerte cerebral en el paciente crítico”, sostuvo.
Y agregó: “Todo el tiempo tenemos pacientes críticos, cuya tasa de mortalidad es alta, lamentablemente; y dentro de esa tasa de mortalidad hay casos que cumplen con criterios de muerte cerebral. Entonces, esa persona que cumple con esos criterios está fallecida, muchas veces con corazón batiente. Ahí es cuando la sostenemos para mantener los órganos vitales y, de esa forma, ayudar a un tercero, que puede ser cualquiera de nosotros”.
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Procedimientos
Otero, en tanto, centró sus apreciaciones en explicar el procedimiento de procuración. “Tenemos un paciente que cumple con los criterios de muerte cerebral, se notifica vía telefónica al CUCAIBA y posteriormente se acuerda con el receptor de la llamada la proporción de datos del donante. Cuando nos ponemos de acuerdo, y el criterio nuestro coincide con el de CUCAIBA, vienen”, expresó.
En ese sentido, el coordinador de la UTI del Centro Municipal de Salud mencionó: “Cuando -los profesionales del CUCAIBA- vienen, hacen más exámenes. Generalmente, llega una ambulancia, un enfermero, un chófer, un médico y, en ciertas ocasiones, un neurólogo o neurointensivista. A veces vienen más, a veces vienen menos profesionales. Depende del paciente y del tipo de ablación se va a hacer”.
“El equipo del CUCAIBA evalúa qué ablación se puede hacer. Hay pacientes a los que solo se les puede extraer las córneas, por ejemplo”, indicó.
En sus consideraciones, Otero mencionó que en el último año “se hicieron varias denuncias al CUCAIBA” pero se terminaron “ablacionando cuatro pacientes”.
“La procuración, es decir, el otorgamiento de ese órgano, depende de muchas variables. Se tiene en cuenta de la cercanía de donde sale el órgano, la urgencia y la edad, por ejemplo. Obviamente, a la hora de otorgar un órgano se tienen que compatibilizar tres patas: uno, grupo sanguíneo, y los otros dos de compatibilidad inmunológica”, sostuvo.
Contención a la familia
Otero dejó en claro que por estos tiempos “aún se rechaza la idea de donar órganos”. En ese sentido, mencionó: “Sin dudas que es un tema extremadamente difícil para el familiar de la persona fallecida. Dentro del equipo de evaluación que llega del CUCAIBA, a veces viene un psicólogo. Ellos tienen un entrenamiento muy aceitado en relación a la contención familiar para explicarle a la familia que el paciente, que está conectado a un respirador pero con un corazón que sigue latiendo, está fallecida”.
“Eso es muy difícil de entender. Es por eso que hay tratar de consensuar con la familia y hacerle entender que ese paciente ya no está. Es una instancia que lleva mucho trabajo. Si no hay contraindicación del paciente, todos somos donantes”, señaló.
A su vez, el coordinador de la UTI remarcó: “Hay que contener a la familia y explicarle que con la donación le estamos dando una oportunidad de vivir a otra persona. Hoy en día eso merece mucha concientización porque la gente no lo sabe”.
Aumento de Intervenciones
Otero, quien desde 2021 es el coordinador de la UTI del Centro Municipal de Salud, indicó: “En los últimos años, el servicio de cuidados críticos ha cambiado. Se viene haciendo una transformación para mejor. Hoy en día tenemos un equipo muy sólido conformado por médicos y enfermeros”.
Y agregó: “Todos los días, el médico que está vale la pena que te atienda, lo cual no es poca cosa. Gracias a ese equipo sólido, que en forma permanente está en formación, se han logrado éxitos en procuraciones”.
“En los últimos doce meses hubo cuatro ablaciones. Alguien se preguntará: ¿cuatro casos nada más? Antes no había tantos. Había menos. Es el grupo el que, finalmente, hace a la calidad del servicio de cuidados intensivos. El objetivo es seguir ayudando a la gente con lo que son procuraciones”, destacó Otero.