Rodrigo Curiman: “Lo más importante es el factor humano”
Por Alejandro Vis
El 2 de enero inició la tarea como director médico de la Clínica Hispano. Vive con su familia en Tres Arroyos hace siete años, es médico de terapia intensiva y además brinda su servicio en la unidad penal de Barker. Toma la designación como “una oportunidad de poder ayudar” en un proceso de mejoras
El doctor Rodrigo Curiman comenzó a desempeñarse como director médico de la Clínica Hispano el jueves 2 de enero, hace poco más de dos semanas. Es un período de transición, porque la doctora Silvina Basilico termina su contrato en tal función en febrero. “Ya empecé en esta tarea, estoy tomando conocimiento de las situaciones en las distintas áreas”, señaló en un encuentro con La Voz del Pueblo.
Nació en la ciudad de Buenos Aires, pero residió durante tres décadas en La Plata, motivo por el cual se considera platense por adopción. Estudió medicina en la Universidad Nacional de La Plata y luego realizó la residencia de Terapia Intensiva -su especialidad- en el Hospital San Juan de Dios, también en la mencionada ciudad.
Se radicó con su esposa -quien es terapista ocupacional- y tres hijos varones en Tres Arroyos hace siete años. Lo acercaban lazos familiares y además se estableció un vínculo porque con otros médicos del Hospital San Juan de Dios venían a trabajar cada quince días a Terapia Intensiva del Hospital Pirovano. “Llegué a través de los doctores Silvana Turano, quien es tresarroyense, y Andrés Sánchez, de La Plata, ellos son los que de alguna manera refundaron la Terapia Intensiva del Hospital, le dieron un nuevo impulso. Formé parte de este proceso. Sánchez continúa viniendo cada quince días y permanece viernes, sábado y domingo”, explicó.
Solían viajar en familia a nuestro distrito para las fiestas de fin de año o con la finalidad de descansar algunos días en la playa. Cuando surgió la posibilidad, la eligieron como lugar para vivir porque “nos gustó su dinámica. Tiene mucho empuje en la región, es un faro con un potencial impresionante y con posibilidades de hacer cosas, tenerlas a la mano”. Otro aspecto positivo es “el nivel educativo, por eso trajimos a nuestros chicos y estudiaron acá. Dos tienen edad universitaria, vuelven a sus pagos a cursar una carrera en La Plata, al más chico todavía le falta un poco para terminar el secundario”.
En la Clínica Hispano integra el equipo de Terapia Intensiva, fue coordinador del área y el 10 de diciembre pasado la Sociedad Española de Socorros Mutuos lo designó como director médico. Además continúa trabajando en el Hospital Pirovano y en la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria (ver nota aparte).
Respaldo
En estos primeros días se encuentra “interactuando con las personas que componen los servicios, todos compañeros con responsabilidades distintas. Pongo el foco en el diálogo y ver lo que pasa con el individuo”.
En este sentido, argumentó que “quien trabaja en la clínica después es el que produce en cierta forma lo que es la atención del paciente. Cuanto mejor estemos los integrantes del equipo, mejor atención podemos dar. El factor humano para mí es el más importante”.
Por este motivo, Curiman subrayó que “no solamente debemos ser eficientes en la detección, el diagnóstico y el tratamiento, también es muy valiosa la contención. Y se logra a través de la comunicación permanente”. En su análisis, observó que “a veces a los médicos nos cuesta ser buenos comunicadores, además hay un componente de docencia que se tiene que ejercer al proporcionar información”.
La Clínica Hispano, por las distintas tareas a cubrir y roles, posee un personal numeroso. Con gratitud, indicó que “el recibimiento fue bueno, esperaba apoyo de los compañeros que uno ve en forma diaria, pero después trascendí incluso los límites de la clínica. De todos lados hubo muestras de apoyo, muchas expresiones de afecto de pacientes y de sus familiares. Eso es empezar con el pie derecho”.
Para Curiman, constituye “una oportunidad de poder ayudar, organizar sistemas, armar equipos, motivar, uno se transforma en un gerente de un efector. Y confío en las personas que me rodean”. Hizo una diferenciación porque “no es el ámbito público obviamente, cuando es un efector privado hay resultados que pasan por otro lado, pero seguimos hablando siempre de la salud de las personas. Entonces hace que se priorice el factor humano -reiteró- como el bien más preciado”.
La administración
El sector de salud, en distintos períodos y también en la actualidad, se ha visto afectado por inconvenientes relacionados con el financiamiento. Por motivos que fueron explicados en notas periodísticas, que son de conocimiento público. “Hay un grupo que lleva adelante las cuestiones económicas en la clínica, en el que me tengo que apoyar mucho”, indicó.
Al respecto, sostuvo que “todavía estamos dependiendo de muchas decisiones políticas que hacen que las clínicas, de alguna manera, puedan subsistir. Aun cuando sabemos que muchas han tenido que cerrar o reducir sus servicios por razones financieras, también formativas e incluso generacionales”.
En este contexto, Curiman dijo que tiene relevancia “gestionar de la mejor manera el recurso y lograr eficiencia. Cumplir el objetivo utilizando lo que hay a disposición”.
El plan de salud
Una de las iniciativas previstas es “reflotar y empezar a fortalecer el plan de salud de la clínica. Permite acceder a la salud en el ámbito local, lo digo porque costaría mucho aplicarlo cuando se requiere una derivación a otro lugar. Pero puede ser de mucha utilidad para personas que no cuentan con una obra social, han tenido que darse de baja o poseen otra obra social pero necesitan algún tipo de atención”.
Dentro de las prestaciones de la clínica pueden disponer de “servicio de laboratorio, diagnóstico por imágenes e incluso la internación, entre otras”.
En consecuencia, dijo que “el plan de salud se puede transformar en una herramienta para que el sistema funcione mejor y haya más accesibilidad a la salud, además del hospital”.
Se debe abonar una cuota mensual, pero “no genera un estrés económico como el pago mensual de algunas obras sociales. Le da posibilidad de tener un servicio a muchas familias”.
Las especialidades
En la medicina se vienen registrando cambios que inciden en las prácticas cotidianas. “Todo lo que son las especialidades críticas y asistenciales se van dejando de lado, se prefieren otras que quizás no producen tanta demanda y obviamente generan menos estrés a los médicos. Sobre todo se redujeron los nuevos profesionales en especialidades que requieren estar de guardia y un poquito más en la primera línea”, señaló Curiman.
Los efectos se perciben en “Pediatría, Terapia Intensiva, las guardias de emergentología. En términos generales, ya no son las formaciones más elegidas. En las residencias de estas especialidades quedan cupos vacantes”.
En el Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata “no logran cubrir las guardias. Uno veía la guardia médica que tenían y era una maravilla, ahora hacen maravillas con poco. Nos encontramos todos en esta realidad”.
Sigue formando parte de Terapia Intensiva, más allá de las responsabilidades como director médico, porque “somos pocos y no podemos darnos el lugar de perder a nadie”. Además integra esta área en el Centro de Salud: “quizás no lo hago ya con tanta presencia como antes, pero trato de estar una vez a la semana en el hospital”.
Familia y amigos
En su profesión y la prestación en la que trabaja, debe tener cerca el teléfono celular. Pueden surgir necesidades o requerimientos en cualquier horario.
Es clave “el acompañamiento de la familia”, la comprensión sobre lo que implica la actividad profesional en salud. Como otro pilar, menciona a “muchos amigos”, que hacen posible una vida social y la inserción en la comunidad.
Un ejemplo es su participación en el rugby, deporte que practicaba ya en La Plata y siempre le atrajo. “Estoy mucho en el TARHC, haciendo varias actividades”, contó y en el cierre de la entrevista, anticipó que este fin de semana tenía previsto jugar en el Seven, que se desarrolla en Claromecó. Con una sonrisa, concluyó: “me voy a meter en la cancha a ver qué pasa”.
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En el equipo de salud de la cárcel de Barker
Desde hace aproximadamente 20 años, Rodrigo Curiman cumple servicios en la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria. Durante 12 años fue médico en la unidad penal de Olmos, en el partido de La Plata; y luego lo asignaron a la cárcel de Barker, distrito de Benito Juárez. “Es un trabajo que voy a hacer un tiempito más, para luego retirarme”, contó a este diario.
Al describir este ámbito, a partir de los conocimientos por su labor profesional, reflexionó que “es el producto de todas las cosas que nos han ido mal en la sociedad. Las estrategias de reinserción son muy difíciles, las realidades nos atraviesan por completo, entonces es un lugar oscuro y complicado”.