Quilmes, mi buen amigo
El Cervecero le dio una alegría grande a su gente al quedarse con el Apertura de Primera División que organiza la Asociación Tresarroyense de Básquet ante Huracán por un ajustado 71 a 69. El partido se jugó en la cancha de Costa Sud ante una nutrida concurrencia que vibró con el desarrollo de un emotivo partido que siempre estuvo bajo control quilmeño
Y después de tanto buscarla, siempre con el convencimiento que era posible, Quilmes se abrazó a la felicidad plena…
En un juego final “para el infarto”, disputado a estadio lleno y con los corazones a sus máximas pulsaciones, el Cervecero le ganó a Huracán 71 a 69 con muchísimo dramatismo pero también con total merecimiento, levantando así la copa de campeón del Torneo Apertura “Osvaldo Goizueta” de la ATB.
Muchas fueron las virtudes del equipo de un Martín Ipucha que volvió a jugar un partido especial. Y después de esos 40’ el Cervecero recordará el final del camino que lo encontró lleno de alegría y festejo; pero mantendrá presente también el recorrido donde durante los primeros 23’ fue perfecto, sacándole 20 puntos de ventaja a su clásico rival (37-17 a 3m de la finalización del segundo cuarto); aunque en el tercer parcial ese andar sufrió el cachetazo del parcial de 20-0 en favor del Globo que lo puso 43-42 arriba; pero el campeón se mantuvo en pie, no fue a la lona, y reaccionó con orgullo y coraje para conseguir algo que en todas las finales ante este mismo rival no pudo: llegar a un cierre “en partido”, donde virtudes propias y errores le dieron el justo triunfo, que recién se confirmó cuando la última pelota, en el intento de triple de Falcone, dio en el soporte y se fue lejos.
Gozar, sufrir, festejar…
Este Huracán-Quilmes, ante una multitud, era la foto perfecta para una gran final. Los primeros 10 minutos fueron con un bajo porcentaje de efectividad; Huracán no pudo ante la firme marca que se esforzaba en las ayudas, y tampoco contó con dobles opciones porque el Cervecero se adueñó de los rebotes defensivos. En ataque, el ganador buscó mucho de tres pero sólo anotó dos (8 de 28 en el match contra 7 de 17 del Globo), aunque eso, más un inteligente trabajo de Perticarari le dio una clara ventaja en el cierre.
El segundo parcial entregó lo mejor del monarca y quizás lo más discreto de todo el certamen de Huracán, que llegó invicto a esta definición. Los de Ipucha, con un preciso Facundo Franssen en la conducción, bien acompañado por Lofrano, fueron pacientes e inteligentes para mover la pelota y encontrar siempre a uno libre para la anotación o el buen tiro. Así se puso 20 arriba a 3’ del cierre, ante la sorpresa de muchos, la impotencia del rival y el gozo propio. Huracán, que en 4’ sólo había anotado dos libres, tuvo un par de aciertos en el cierre que le impulsaron.
Pero su regreso tras el largo descanso fue malo porque Quilmes le clavó un 5-0. Y cuando parecía que quedaba muy poco espacio para la recuperación, Agustín Bayúgar se cargó el equipo sobre sus hombros, anotó 13 puntos seguidos con 2 triples incluidos, el resto se contagió y así pasó al frente. El momento era crucial para un Cervecero al cual le volvieron a aparecer ciertos fantasmas, aunque se recuperó en la marca, Pérez Vásquez empezó a dañar en la pintura, Muñoz tomó tiros “calientes” y resurgió casi que de las cenizas para terminar el parcial 53-49.
Los últimos 10’ fueron de pleno dramatismo; la paridad siempre estuvo presente por las fuertes defensas de ambos. El Globo marcó una ventaja de 5 puntos (62-57) que Quilmes recuperó con un buen aporte de Marcos Franssen viniendo del banco. Algún triple de Pedro, la prolongación del vínculo de Bayúgar con el gol y buenos aportes de Moyano, hicieron que al último minuto llegaran 68-68. Perticarari “se vistió de Campazzo” para asistir de faja a Pérez Vásquez bajo el aro y el campeón tomó la ventaja que se hizo mínima con el simple de Pedro; faltando 13s. Mortensen erró dos libres y el rebote lo tomó Alvarez, a quien le hicieron falta y anotó uno de los libres. Con 11.7s, Huracán repuso ante una fuerte marca que lo obligó a consumir el tiempo y el largo y fallido intento de Falcone de tres que terminó de darle el triunfo al más regular de los dos, a ese Quilmes que cortó una larga racha adversa para festejar hasta las lágrimas este tan esperado título.