Presentarán en el Congreso el proyecto para crear la Universidad Nacional de Tres Arroyos
En lo que constituye un paso muy importante para los estudios superiores en Tres Arroyos y la región, este lunes por la mañana fue presentado en comunidad el proyecto de ley que será elevado al Congreso de la Nación, que tiene por finalidad crear la Universidad Nacional de Tres Arroyos.
El encuentro fue encabezado por el intendente Pablo Garate; Alberto Dibbern; y Valeria Guido, coordinadora del CRESTA. Patricio Ferrario no pudo participar porque se encuentra en la ciudad de Buenos Aires, debido a que va a ser abuelo por primera vez.
En el encuentro, se informó acerca del contacto con legisladores de diversos sectores, tarea que tendrá continuidad, así como con el gobierno nacional y el gobierno provincial. Del mismo modo, se mantiene un diálogo sobre este tema con distritos de la región, sobre lo cual el intendente Pablo Garate hizo referencia al respaldo por parte de Adolfo Gonzales Chaves (mantuvo contactos con el concejal José Garibotti y la intendenta Lucía Gómez) y de Coronel Dorrego.
Se realizó el estudio de factibilidad, está finalizado el proyecto y de esta manera, se avanza en el anhelo de concretar el sueño de contar con una Universidad. Son procesos que demandan tiempo, tienen complejidad, pero el intendente subrayó el valor de poner esta iniciativa en debate.
Las palabras de apertura del acto estuvieron a cargo de la coordinadora del CRESTA Valeria Guido, quien mostró entusiasmo por el avance de la iniciativa.
“Sueño colectivo”
Posteriormente, el intendente Pablo Garate expresó que “este es un paso trascendental en el sueño colectivo de nuestra universidad. El camino comenzó hace 20 años con la creación del CRESTA a partir de la decisión de vecinos nucleados en algunas instituciones, y obviamente, a partir de la decisión del gobierno municipal de aquel momento del intendente Carlos Sánchez. A nosotros nos tocó continuar con el proyecto y, hoy, dar un paso más”.
Y agregó que “esto no pertenece a una gestión ni a un espacio político, es de toda la comunidad. Nuestra responsabilidad es continuar ese camino y seguir avanzando. Quiero agradecer a Martín Rodríguez Blanco y a Gustavo Oosterbaan, que muestra que este proyecto no tiene nada que ver con una cuestión política circunstancial, sino con el sueño de una comunidad”.
Destacó la labor realizada por Alberto Dibbern y Patricio Ferrario en la elaboración de la propuesta, y adelantó que “el proyecto ya cuenta con las firmas necesarias para ser ingresado en el Congreso, tiene el apoyo de diputados de diferentes fuerzas políticas. En los próximos días habrá una profundización sobre eso. Vamos a aceptar a todo aquel que quiera sumarse al proyecto”.
Mencionó el inicio de “un camino de relación con las distintas jurisdicciones -tanto con el gobierno nacional como con el provincial- para que también sean parte de esta idea y, por lo menos, permitirnos dar un debate legislativo. También está la pata académica, ya que recibimos la visita de universidades y facultades al CRESTA en donde nos reconocieron la potencialidad de nuestra región para poder tener una universidad”.
Celebró con énfasis que se trate de un proyecto “hecho por tresarroyenses, pensado para Tres Arroyos y la región. Sabemos que el proceso llevará tiempo, pero alguna vez había que dar este paso. Hoy presentamos algo serio y fundamentado que abre el camino hacia la universidad que soñamos para que la educación superior siga creciendo”.
Finalmente, Garate hizo referencia a que “tal vez, en dos semanas cuando terminemos de conseguir los apoyos parlamentarios, estemos ya presentando el proyecto que ya está terminado. Pido que nos acompañen porque todos somos parte de este objetivo, creo que Tres Arroyos y la región está preparada y madura como para dar ese salto de calidad y tener una universidad”.
Ejes claves
A su turno, Alberto Dibbern explicó -mediante una serie de diapositivas en pantalla grande- los fundamentos generales del proyecto ley. Principalmente, remarcó la autonomía de las universidades nacionales, la fortaleza productiva de la región y la necesidad de acercar la educación superior a los jóvenes.
En ese sentido, indicó que “hay dos tipos de universidades: las nacionales y las privadas. Las primeras se crean por ley del Congreso de la Nación y las segundas, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional. En el caso de las universidades nacionales, es necesario un estudio de factibilidad previo, que es el que nosotros hicimos para poder acompañar este proyecto de ley que es muy sencillo. Hubo trabajos previos, es más, Gustavo Oosterbaan hizo uno en su momento uno muy importante del cual se tomaron datos”.
Señaló que, ese estudio de factibilidad, “tendrá que pasar luego por el consejo interuniversitario nacional para su observación y dar una opinión, que es no es vinculante. En el Congreso de la Nación, normalmente lo tratan las comisiones de educación y de presupuesto tanto en Diputados como en Senadores, para luego ser elevado al Poder Ejecutivo una vez sancionada la ley. Ahí, el Poder Ejecutivo puede promulgarla o no”.
Justificó que una universidad nacional, por ley y por la Constitución Nacional, “tiene autonomía y autarquía. Significa que puede decidir qué carreras abrir y cómo administrar sus recursos. La autarquía es que tiene disposición de sus fondos y dispone de cómo usarlos, en tanto que la autonomía es la autonomía académica. Es un derecho constitucional que lo tienen todas las universidades de América Latina a partir de la reforma de 1918”.
La figura de “un rector”
Entre sus apreciaciones, Dibbern hizo referencia a que una vez que la ley quede aprobada, “el siguiente paso será la designación de un rector organizador. Lo nombra el Ministerio de Educación de la Nación o el presidente, de acuerdo a lo que diga el proyecto de ley. Lo que nosotros presentamos hoy es un proyecto de factibilidad, que no es exactamente lo que va a ser la universidad”.
Definió al Parque Industrial como “un punto fundamental de soporte de este proyecto, ya que nuestra región es muy rica en cuanto a lo que colabora desde su PBI con el resto de la provincia de Buenos Aires, es el principal partido en aportar al PBI en el área de la agroindustria. Es una situación ideal para poder fundamentar el por qué se hace necesario una universidad nacional en Tres Arroyos”.
Sin embargo, no pasó por alto las críticas que circulan en los medios, las cuales muchas veces señalan que en el país hay demasiadas universidades. “Decir eso, es un grave error. En Argentina hay una universidad cada 300.000 habitantes, mientras que en Canadá, Polonia y Túnez hay una cada 50.000/100.000. Tenemos mucho camino por recorrer aún. Estamos en la mitad de un país desarrollado. Hay que encontrar modelos de universidades que se adapten a las necesidades territoriales, es lo que nosotros tratamos de diseñar en los fundamentos”, expresó.
Subrayó que la futura universidad nacional de Tres Arroyos tiene que tener aspectos claros. “Que sea departamental, que rompa con la estructura tradicional que tienen por ejemplo la UBA, la UNLP o la de Córdoba, que son universidades con cátedras y facultades. Una departamental nuclea, por departamentos, diferentes áreas de conocimientos donde están las personas capacitadas para dar clase e investigar”, sostuvo.
Adelantó que tendrá un perfil innovador debido a que “contará con estructura departamental para abrir y cerrar carreras según la demanda, aplicando un sistema dual de formación que vincule a los estudiantes con empresas e instituciones locales y funcionará bajo normas de calidad ISO, con evaluación permanente”.
Remarcó con énfasis que la educación superior, “es un sistema que se tiene que ir acoplando. La universidad se tiene que integrar a un sistema que está conformado por casi 60 universidades nacionales, será una más”.
Antes del cierre, Alberto Dibbern concluyó ilusionado que “es un proceso largo el que vamos a iniciar, creo yo, con éxito. Esperemos que el trabajo realizado, más el plus que puede darse a partir del tratamiento de la comisión de educación en el Congreso de la Nación, pueda ser aprobado en Diputados para luego pasar al Senado de la Nación. Tiene que estar aprobado por las dos cámaras. Es algo que tendrá una continuidad legislativa, en un plazo de entre 4 y 5 años la universidad podrá avanzar hacia su normalización con autoridades electas”.