¿Por qué dejamos los zapatos para recibir el regalo de los Reyes Magos?
Una tradición cristiana celebra la visita de Melchor, Gaspar y Baltasar al niño Jesús. Los niños lo recuerdan con pasto, agua, pan y un calzado para recibir algún presente.
El 6 de enero de cada año, con la llegada de los Reyes Magos y sus regalos, culmina la temporada de fiestas de fin de año que comienza a principios de diciembre.
Los niños les escriben cartas a Melchor, Baltasar y Gaspar con un regalo deseado. La noche anterior, la carta se deja dentro de un zapato que acompaña un cacharro con agua y un poco de pasto en la puerta, ventana o patio del hogar.
Si bien las costumbres varían en cada familia, los zapatos, o algún tipo de calzado, siempre están. Hay distintas teorías que explican el origen de este gesto.
La teoría más fuerte sobre cómo comenzó la costumbre de dejar los zapatos se remonta a la DE Países Bajos del Siglo XV. Existía la tradición de “poner un zapato” durante una noche por estas fechas: las personas de sectores más populares llevaban sus zapatos a la Iglesia para que los ricos depositaran allí sus limosnas. Al día siguiente, se repartían los “regalos” entre las familias pobres.