Opinión: Venimos de la historia
Por Roberto Barga
Los hechos trascendentes de la política y la economía no paran de sucederse en una secuencia de tal magnitud, que resulta difícil poder abordarlos, digerirlos y comprenderlos.
“Apenas hemos tenido tiempo para comentar un evento cuando otro la ha eclipsado ya, en un espiral infinito que cataliza la atención y satura la escena mediática”, dice en su libro “Los Ingenieros del Caos”, Giuliano da Empoli. Volveremos sobre Da Empoli y su libro en esta columna.
Cuando decimos “hechos trascendentes”, es porque esos acontecimientos vienen precedidos de otros que trajeron sus consecuencias y porque estos actuales van a provocar otros tan movilizantes como los anteriores.
Repasemos esta semana de manera aleatoria. Un monopatín con un dispositivo explosivo parado en la puerta del edificio de un alto jerarca militar ruso, termina con la vida de Igor Kirillov, teniente general del ejército, que alguna vez derrotó a los nazis en la Segunda Guerra mundial. El atentado se lo adjudica la inteligencia ucraniana. La guerra en el corazón de Europa no tiene pinta de amainar. Veremos a partir del 20 de enero cuando asuma Donald Trump que dirección toman los acontecimientos.
A resultas de esta guerra, la ecuación energética alemana se ha hecho trizas y la tercera economía del mundo y primera de Europa -(4% del PBI mundial)- esta gripada. No es para menos. Alemania importaba hasta el conflicto de Rusia- Ucrania, energía rusa a precios muy baratos, dándole una formidable competitividad a la economía germana. No sólo se le dispararon los costos del gas, también, en un hecho hasta el momento cargado de incertidumbre, el gasoducto Nord Stream, que viajaba por el mar del norte desde Rusia a Alemania, fue literalmente pinchado y quedó inoperativo.
A su vez esta recesión inducida por la crisis energética, dio lugar a una crisis política, que obligó al canciller socialdemócrata Olaf Scholz a disolver el parlamento y llamar a elecciones para el 23 de febrero próximo. Es probable que la CDU (la democracia cristiana de Angela Merkel) se haga nuevamente con la presidencia del Bundestag (parlamento alemán). Veremos…
En Sudamérica, las monedas de los países vecinos de la Argentina no paran de devaluarse, como si se anticiparan a la guerra comercial inminente y buscaran competitividad frente a un dólar que se fortalece. El caso más complejo para nuestro país es el del real brasileño que ha pasado de costar 4 reales por dólar a valer 6,15 reales por dólar. La fuerte depreciación del Banco Central de Brasil, más tarde o más temprano, meterá presión sobre el peso argentino, tanto por importaciones del país vecino, como por salida de divisas en forma de turismo hacia las playas brasileras. Se espera para esta temporada estival un auténtico aluvión de veraneantes argentos en las tierras de la samba y el carnaval.
Entrando de lleno en la Argentina y sus circunstancias y al cumplirse un año de mandato de Javier Milei, es para muchos, incluido para este servidor, un experimento disruptivo difícil de comprender. Los fenómenos de esta naturaleza no nacen de un repollo y al fin de cuentas todo viene de la historia. En esa dirección resulta interesante por su carácter predictivo, la lectura del libro “Los Ingenieros del Caos”, mencionado anteriormente en esta columna. Su autor relata con precisión de cirujano cómo nacen estos fenómenos populistas de nuevo cuño enrolado en lo que la ciencia política denomina extrema derecha.
Resulta interesante por su carácter predictivo, la lectura del libro “Los Ingenieros del Caos”, cuyo autor es Giuliano da Empoli
Da Empoli nos cuenta cómo en la Italia del 2008 y 2009, atravesada por la crisis de las hipotecas y con su sistema de partidos pulverizado, un cómico llamado Beppe Grillo, arremete contra toda la dirigencia política del país del Dante. Los llama “a casta”. ¿Les suena? Esa “casta política” es ridiculizada e insultada un día sí y otro también, por un histriónico Grillo. Pero Grillo no es un verso suelto, detrás de él hay una figura determinante en el devenir de los acontecimientos. Se trata de Gianroberto Casaleggio ex Ceo de la compañía Olivetti y dueño de una consultora de comunicación, que convence a Beppe Grillo de fundar una suerte de plataforma llamada Movimiento 5 Estrellas, pero lo convence de algo mucho más determinante. Le dice que el futuro de la política y su diseminación será a través de internet. Le habla de usar Facebook (no existían ni WhattsApp, ni Telegram, ni Instagram y muchos menos Tik Tok), pero la matriz iba a ser la misma. Había que crear perfiles de Facebook. “…estamos tratando de crear avatares en la vida real”- proclamaba Gianroberto Casaleggio-. Para él, el hecho de que clase dirigente del Movimiento 5 Estrellas estuviera formada por personajes improbables, sin ninguna experiencia ni habilidad probada, representaba una doble ventaja.
En primer lugar, se trataba de avatares que podían controlarse fácilmente y, llegado el caso reemplazarse. En segundo lugar, su ignorancia, su gramática aproximativa y sus frecuentes meteduras de pata que deleitaban tanto a periodistas como a adversarios políticos, los humanizaba y hacía que los avatares de Casaleggio se percibieran como más próximos al público y más alejados de la casta.
Cualquier coincidencia con el Gordo Dan y/o Lilia Lemoine… ¿Es pura casualidad?
En otro párrafo de “Los Ingenieros del Caos”, su autor nos dice: “los defectos de los líderes populistas se transforman, a ojos de sus electores, en cualidades. Su inexperiencia sería la prueba de que no pertenecen al círculo corrupto de las élites y se percibe como garantía de su autenticidad. Las tensiones que se producen a nivel internacional serían un ejemplo de su independencia y la fake news, que nutren su propaganda, el símbolo de su libertad de espíritu”. ¿Recuerdan el debate Milei-Massa?.
Podríamos seguir hurgando en el libro “Los Ingenieros del Caos” y encontraríamos un montón de similitudes entre el huracán Milei y los movimientos novedosos que están surcando el escenario político mundial. Pero no es cuestión de spoilear al señor Da Empoli.
Recomendamos a los que les interese el tema, comprar el libro ahora que para muchos se vienen las vacaciones. Es un buen libro que nos hará pensar, si con Milei estamos en presencia de un fenómeno autóctono o el “León” es una parte de un dispositivo internacional.