No es un adiós, es un hasta luego
Por Sofía Goñi (*)
El Principito Yané le pone momentáneamente pausa a su temporada debut en la clase B del Procar 4000 tras tres fechas
Después de tres fechas en la Clase B del Procar 4000, el tresarroyense, Felipe Yané, decidió poner por un tiempo en pausa su sueño de correr a nivel nacional para enfocarse de lleno en proyectos personales.
“Estimados buen día, por este medio les comunico que a la próxima carrera no vamos a poder asistir debido a que Felipe tiene proyectos personales y tomó la decisión de parar un tiempo, estamos analizando como seguimos ya que tenemos compromisos tomados hasta fin de año.”
Con este mensaje, desde el grupo de la peña del Principito, Guillermo Yané nos hacía saber de la decisión que habrían tomado en cara a la cuarta fecha del vigente calendario del Procar 4000 que se disputaría los próximos 23, 24 y 25 de mayo en el autódromo Roberto Mouras de La Plata. Una fecha especial, además, ya que se disputará con pilotos invitados.
Un debut que nos hizo ilusionar
La incursión de Yané en la Clase B fue corta pero muy prometedora. Al mando del Ford número #76, supo adaptarse rápidamente a una categoría exigente y competitiva, mostrándole a todos por qué venía de ser bicampeón en las zonales.
Si bien es un pibe tranquilo, no hay nadie como el Principito atrás de un volante. Y si de fierros se trata, el talento es compartido: Guillermo Yané, su padre, es el responsable no solo de preparar el auto de carreras, sino también del motor del #76, el mismo con el que Felipe fue bicampeón en la divisional Mar y Sierras B de las Mayores del Sudeste.
En su debut, Felipe no desentonó para nada: tuvo una primera fecha más que sólida en la Clase B, donde fue cuarto en la final disputada en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, luego de ganar su serie el sábado y largar desde la primera fila el domingo. Pese a un inicio complicado por un vuelco que neutralizó la carrera, Felipe defendió su posición con firmeza y se mantuvo en la pelea por el podio hasta las últimas vueltas. Con un Ford preparado íntegramente en Tres Arroyos y un manejo sólido, dejó en claro que no estaba para “probar suerte”, sino para ser protagonista.
La segunda fecha fue todo lo contrario al debut, partiendo por el hecho de que arrancó con una penalidad por la posición obtenida en la primera fecha. En el autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires, Felipe había mostrado un gran potencial durante el sábado, siendo el más rápido en su serie, pero un toque lo dejó sin chances de pelear adelante. Aun así, el Principito largó con actitud y había hecho una buena salida en la final… hasta que el caos se desató antes de completar la primera vuelta. Una serie de trompos y autos cruzados adelante suyo le impidieron seguir: cuando parecía que los iba a esquivar, su Ford #76 se encontró con un auto atravesado y el impacto le rompió todo el tren delantero. Un fin de semana para el olvido, pero también una muestra de que cuando las condiciones lo acompañan, él está para más.
La tercera fecha pintaba para ser redondita. Felipe había clasificado noveno, ganó su serie y se había ganado una vez más un lugar en la primera fila para la final en el Roberto Mouras de La Plata. Desde el arranque, fue a buscarla: intentó por afuera en la largada, pero perdió terreno y cayó al quinto puesto. No bajó los brazos. Con el correr de las vueltas, y algunos abandonos, se ubicó tercero, bancando con uñas y dientes los ataques del experimentado Gastón Crusitta.
Pero la experiencia no siempre viene con paciencia. Faltando 4 vueltas para finalizar, en uno de los curvones, Crusitta lo tocó de atrás y el Ford amarillo del Principito, salió despedido por el pasto hasta caer en una zanja. El podio se le escapó en un segundo. Crusitta fue excluido y él y su equipo recibieron una sanción económica y para la cuarta penalizaría posiciones.
Hasta pronto, Principito
Hoy, la prioridad es otra. Y aunque la pausa puede parecer un freno en su carrera deportiva, quienes conocen a Felipe saben que esto es solo un paréntesis en una historia que todavía tiene mucho por contar.
El automovilismo lo espera, su gente también. Porque lo suyo no fue una simple aparición fugaz, sino una promesa que nos ilusionó a todos los que lo seguimos desde las zonales. Volverá cuando sea el momento, con la misma pasión de siempre y las mismas ganas de salir a pista a ser ese Principito que vimos convertirse en rey cuatro veces: 2019 y 2021 en Minicross, 2023 y 2024 en Mar y Sierras B.
Hasta entonces, no es un adiós… solo es un hasta luego.
(*) La autora es tresarroyense. Estudió durante cinco años licenciatura en Letras en la Universidad Nacional del Sur y desde mediados de 2023, cursa Periodismo en el Instituto Superior de la Bahía, en Bahía Blanca.
-El artículo fue publicado el jueves 22 en el newsletter Paddock Pass
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