“Maquiavelinas”: Pablo Garate, Matías Fhurer y Roxana Calvo
Por Marcelo Mouhapé Furné
Qué difícil es hacer una campaña política eficaz hoy.
Cuando hace 42 años volvió la democracia, al universo electoral lo integraban los abuelos, los padres y los hijos desde los 18 años. Salvo en la música, entre esas tres generaciones no había tantas diferencias en el pensamiento sobre la vida. Todo (fundamentalmente en la política) era blanco o negro. No había grises y la policromía actual era inimaginable. Por eso, con un solo mensaje político se podía abarcar en forma completa a los votantes; que en ese trascendental comicio en lo nacional se concentraron un 92 % en dos opciones: radicales y peronistas.
Hoy es muy distinto. Las generaciones se han acotado en años de separación y cada una de ellas piensa diferente. Aunque ahora se dispone de muchos más canales para comunicar, si el mensaje enviado es el mismo de la campaña de hace cuatro décadas en la mayoría no causará efecto. El electorado actual está segmentado en criterios disímiles y cada uno de ellos requiere elaborar un mensaje puntual. Para llegarle a todos debe comunicarse en forma estratificada.
Lo mismo pasa con la exigibilidad. En 1983 la importancia institucional de quienes ocuparon los cargos políticos era que su presencia aseguraba que en esos lugares de poder no hubiera militares. Y con eso casi bastaba. Hoy la gente entiende (con razón) que desde el Presidente de la Nación a un consejero escolar todos son empleados de la población, y les exigen contraprestaciones por el sueldo que les pagan al ser contribuyentes.
La reciente elección en Tres Arroyos fue lógica. El 40,67 % votó aprobando la gestión de Pablo Garate, quien en 21 meses acumuló varios logros. Fuerza Patria obtuvo 4 concejales (se va a 7) y 3 consejeros escolares. Desde el 10 de diciembre habrá un Consejo Escolar completamente peronista. “Equipo que gana no se toca” (y menos el capitán). En 2027 Pablo Garate irá por la reelección como jefe comunal y por alcanzar la mayoría propia en el legislativo. Cómo ahora, en 24 meses todo va a depender de él.
En el “mientras tanto”, a través de su bloque la gestión Garate tendrá que buscar apoyos en el Concejo Deliberante. Con la renovación de diciembre al gobierno municipal le faltarán dos ediles para llegar a una hipotética votación empatada a definir favorablemente con el doble voto de la presidencia. Habrá que negociar. Quedarán dos unibloques (o 3, según el resultado del escrutinio definitivo). Será por ahí.
La Libertad Avanza efectivamente avanzó en Tres Arroyos y logró el segundo lugar. Su lista fue respaldada con el 23,21 % de los sufragios (y eso que los libertarios se fragmentaron en tres). Resta que sea confirmado en el recuento final en La Plata, pero “a hoy” la Libertad Avanza logró 3 concejales y se irá a 5, constituyéndose en el bloque más numeroso de la oposición.
En 2027 por este espacio el candidato a intendente debe ser Matías Fhurer. Tiene votos, y en su sector poder para incidir y definir. En el armado libertario en particular (y en la política distrital en general), aunque no sea visible él siempre está presente y se hace sentir. Cómo ocurre en todos los partidos o alianzas que representan al oficialismo nacional, el grado de respaldo a las candidaturas distritales en gran medida dependerá de cómo esté en dos años la gestión Milei.
Tercero se ubicó el Movimiento Vecinal con el 15,53 % de los votos y logrando el objetivo de renovar los dos ediles que ponía en juego. La candidata a la intendencia por el MV tiene que ser Roxana Calvo. Ya se ganó ese derecho. Desde el primer momento ejerció la concejalía en forma muy activa, informada y comprometida.
El vecinalismo tiene buena base para 2027, pero hay cuestiones a trabajar. Dos nichos electorales a recuperar.
El 7 de septiembre votantes de derecha que siempre acompañaron al MV migraron a la Libertad Avanza. De eso hay un porcentaje de apoyo a la lista local, pero otra parte pasa por la comodidad de no cortar la boleta. En dos años “Don Tijera” deberá tener mucho más protagonismo que en esta campaña.
Lo otro tiene que ver con un dato de la realidad del pasado reciente. Cuando Carlos Sánchez estaba en la boleta como candidato eso hacía que una buena parte de peronistas votaran al vecinalismo. La fórmula para intentar recuperar eso es volver a las fuentes. Hace 40 años los pioneros del MV hicieron un trabajo de campo excepcional. A través de las juntas vecinales se insertaron en los barrios. Al recordar aquellos tiempos se me viene a la mente la imagen de “Pancho” Aramberri gastándose los zapatos al recorrer los sectores más alejados de la ciudad. Ese trabajo del “Vasco” y de otros varios fue tan eficaz que desplazó al peronismo de las zonas donde reinaba. Ese acompañamiento permanente (12 meses durante años) convenció a los residentes barriales a reconocerlo en las urnas. Y esos votos fueron determinantes para que el Movimiento Vecinal llegara al gobierno municipal en 1995, a través de Carlos Aprile.
Hay futuros previsibles y uno de ellos es la elección para la intendencia de Tres Arroyos en 2027. La disputa por el sillón de Camet será tripartita. Entre el peronismo (Pablo Garate) que tratará de permanecer; los libertarios (Matías Fhurer) que buscarán llegar; e intentando el regreso el Movimiento Vecinal (Roxana Calvo).