“Maquiavelinas”: El ¡comprá campeón! Que desestabilizó al Gobierno
Por Marcelo Mouhapé Furné
El 1º de julio, el ministro de economía de la Nación, -Luis “Toto” Caputo-, a una pregunta sobre si el dólar estaba barato (valía $ 1240) dio a entender que sí al responder: “compra, no te la pierdas campeón”. Le hicieron caso y a partir de ahí todo se desmadró para el gobierno.
En Argentina lo imposible es normal. Pero que un ministro de economía inste a una corrida cambiaria que desestabilizará a su gobierno es raro hasta para la irracional política vernácula.
Luis Caputo puede terminar siendo récord en la historia nacional. El funcionario que se llevó puesto a dos presidentes. Antes de llegar a la Casa Rosada, Milei lo criticó muy duro por haber hecho “quemar” en 2018 miles de millones de dólares que el Fondo Monetario le dio al gobierno de Macri, haciendo lo mismo que hoy: usar esos “verdes” para frenar la suba del dólar.
Siete años atrás, la incineración del préstamo del FMI para contener al dólar la efectuaron dos presidentes del Banco Central. Lo empezó Federico Sturzenegger (operatoria sugerida por el “Toto” al presidente Macri) y lo continuó su sucesor, el propio Luis Caputo. Ambos hoy son ministros nacionales. Tener de funcionarios a quienes ya desestabilizaron un gobierno, tiene un único responsable: Javier Milei.
El gobierno insiste en no ver la realidad. Perdió la elección porque a la gente no le alcanza la plata para vivir. Los que hoy compran dólares no son los que el sueldo se les agota el día 20. Quienes obligan a que el Banco Central venda 1110 millones de dólares en tres días para frenar la suba del “verde” son los que votaron a Milei. Los que con la política económica sufren carencias, al gobierno nacional le hacen perder elecciones. Son votantes libertarios los que con una “corrida cambiaria salvaje” le destruyen a Javier Milei su gobernabilidad.
Nacionalizar la elección en la provincia de Buenos Aires fue un “horror” político. Ahí, -donde en cargos electivos el gobierno central no se jugaba nada importante-, desafiaron al peronismo en su base electoral. Milei hizo que el comicio del 7 de septiembre actúe como una PASO para el 26 de octubre. Perder (y encima feo) complicó al gobierno para la elección que le puede dar mayor poder de fuego en el Congreso de la Nación.
Además, Javier Milei también internacionalizó el comicio bonaerense. Hizo que el mundo prestara atención en él. Y tuvo consecuencias fronteras afuera. Diez días después de ser el hacedor del triunfo en la elección provincial, el gobierno de Kicillof arregló con los bonistas que no habían entrado al canje en 2021 y tenían sentencia firme por la deuda contraída durante la gobernación de la “macrista” Vidal. ¡¿Cómo ?! ¿Mientras el riesgo país con un gobierno de derecha se dispara en Argentina, hay un gobernador “soviético” con el que acreedores yankees y alemanes aceptan arreglar ante un tribunal de Estados Unidos ?
El mundo no enloqueció. Esto ocurre porque hoy en el exterior ven a Kicillof “presidenciable”. Para que el gobernador hoy tenga ese status, tuvo que haber un partícipe necesario: “el desastroso armado electoral bonaerense libertario.”
Hay más pifias políticas. En el Congreso el gobierno pierde por goleada siempre. Pero hace un año era al revés. Ganaba bien sacando leyes y defendiendo vetos. Ese cambio de escenario es porque Milei perdió apoyos en la oposición no peronista al incumplir promesas con los gobernadores y maltratar a los aliados de otros partidos.
El peronismo entró en “modo destituyente”. Lo confesaron públicamente. En plena sesión el presidente del bloque en la Cámara Alta, -José Mayans-, sentenció: “el gobierno está terminado”. Mayans es senador desde hace casi un cuarto de siglo. Cinco períodos. Es “casta política pura”. Pero que el PJ hoy tenga una ventana golpista es consecuencia de que Javier Milei ahuyentó a quienes lo blindaban en la legislatura.
Hoy estamos entre un gobierno que se suicida por no advertir que la gente pide un giro económico, y la posible vuelta de los que generaron el problema. O morimos en el choque del Titánic contra el iceberg, o de hipotermia en el agua helada tras el hundimiento.
La Libertad Avanza en la Rosada tiene un reaseguro. Es el gobierno de EE.UU. Por el acceso a la riqueza extractiva y la importancia geopolítica de ser un freno territorial al avance chino, Argentina es un activo fundamental para Donald Trump. Por eso aparecerá el salvataje. El Tesoro estadounidense aportará al gobierno todos los dólares que precise.
Pero en eso también se advierte un cambio. Hace un año, Trump veía a Milei indispensable. Hoy lo importante para EE. UU es que siga gobernando al país la Libertad Avanza, ya no quien ejerce la presidencia. Estados Unidos nos ve como una empresa de su propiedad donde los errores del gerente (Javier Milei) empiezan a complicar el plan de Washington. Aunque Milei se saque fotos con Trump, el gobierno de Estados Unidos es práctico. Si lo necesita, activará el plan B (Victoria Villarruel).
La caída de un gobierno genera convulsión interna pero es un desastre para el país en el plano global. Porque después reconstruir la confianza internacional cuesta muchísimo. Pero tampoco se puede gobernar sin credibilidad. Y por su impericia, Javier Milei ya la perdió. Eso no debe implicar el final de la gestión libertaria, porque se elige a una fórmula presidencial. Es la salida institucional para resolver la pérdida de confianza de un presidente asegurando la continuidad del gobierno al que la gente eligió en 2023. Esta administración nacional debe cumplir sus 4 años. Hay que respetar el mandato de la mayoría. Eso es institucionalidad. Es en lo que el mundo se basa para separar naciones republicanas de países bananeros (y en la última opción, no nos va bien).