Lucía crea, disfruta con el arte y logró el oro en los Juegos Bonaerenses
Es alumna de la Escuela Secundaria Especializada en Arte Nº1, ex Virgen de la Carreta. Realizó una escultura tridimensional de un pato. Tiene dos hermanos que también dibujan, pintan, hacen historietas y esculturas. En una conversación con este diario, expresa su alegría por el premio y habla sobre la obra
Por Alejandro Vis
Vive a la vuelta de la Escuela Especializada en Arte Nº1, en el barrio Los Ranchos de la Virgen de Luján. En su hogar, las expresiones artísticas son prácticamente cotidianas. Lucía Sánchez cursa tercer año y tuvo la enorme alegría de recibir la medalla de oro en la instancia final de los Juegos Bonaerenses, categoría Sub-15. Su hermano Gabriel, también realizó una escultura en Sub-18 pero por detalles de composición, no pudo avanzar. Además su hermana mayor Daiana, ya egresada, dibuja muy bien.
En la Escuela, recibió a La Voz del Pueblo la directora Paula Ferretti. Luego llegó el momento de conversar con Lucía y la docente Natalia Morán, de la materia Artes Combinadas. En la instancia local de los Juegos Bonaerenses, que tuvo lugar en Tres Arroyos, y en la etapa regional en Coronel Dorrego, la alumna fue acompañada por la docente Laura del Valle; y en Mar del Plata, por Natalia Morán. El viaje a la última ciudad mencionada, tuvo un valor especial, porque “mi mamá estuvo conmigo durante una semana”.
Comenzó a cursar en esta sede en quinto año de nivel Primario, en la Escuela 56, con anterioridad había concurrido a la Escuela 3.
Cuenta que “con palmeras hago esculturas, también me gusta mucho dibujar, realizo historietas”. Fue inscripta en los Juegos Bonaerenses por la docente Laura del Valle e intervino por primera vez; los otros alumnos de la Escuela Secundaria Especializada en Arte Nº1 que participaron son “su hermano Gabriel, Uriel de quinto y Patricia de segundo año con fotografía”.
Lucía armó la escultura en clases, pero posteriormente “como quedó muy bien, concurrí con este trabajo a los Juegos Bonaerenses”.
Natalia Morán cuenta las características de la materia Artes Combinadas y expresa que “el trabajo forma parte de los contenidos que se dan”. En este sentido, dice que “vimos el collage, que es la resolución bidimensional, y el ensamblaje artístico, un proceso para lograr que la obra sea tridimensional”.
Recolecta material entre personas cercanas, allegados y quienes puedan hacer aportes. “Siempre recibo colaboraciones de todos lados”, destaca.
Una vez que tiene los distintos elementos, les muestra imágenes a los alumnos sobre la idea central en esta tarea. Recuerda que “Lucía agarró un par de cosas, al rato vino y me dijo ‘¿eso está bien?’. Sí, estaba muy bien. Solamente realicé correcciones que tienen que ver con la composición”. Al respecto, menciona que “le expliqué que hay que usar tornillos auto-perforantes, porque ella estaba clavando y rompes la madera, se estropea. Fue la única observación”.
En ensamblaje se trabaja “con materiales que ya están dados, predeterminados. Una vez que se encuentra una forma de objeto, hay que ver la manera de ir resolviendo, con qué materiales, cómo y qué encastrar, qué elementos incluir”.
Lucía añade que “la chapa que le puse de ojos me gusta”. Quería agregarle plumas al pato y lana colgando de la cola, pero la docente argumenta que “al cambiar la materialidad, se transformaba el sentido de la obra. Por eso no se podía, la escultura está basada más que nada en lo rústico de la madera, lo metálico, la persistencia”.
Del mismo modo, la alumna quería incorporar “una casa de aves, pero en cierta manera competía con la escultura. Era de mucho tamaño, contrarrestaba un poco la esencia de la realización principal”.
El valor de compartir
Natalia Morán menciona que en el ciclo lectivo de 2023, en el marco de la conmemoración por los 40 años de recuperación de la democracia, “preparamos viñetas, a nivel institucional. Lucía hizo trabajos espectaculares. Si me hubiera enterado, la inscribíamos en los Juegos Bonaerenses”.
Este año Tomás Paniga, integrante de la Dirección de Cultura, Educación y Derechos Humanos, dio una charla sobre los Juegos. Laura del Valle anotó a los alumnos”.
Más allá de los resultados, indica que “es muy bueno que puedan formar parte, ver lo que hacen otros chicos. En Mar del Plata había muchos trabajos con un desarrollo importante, en las distintas disciplinas”.
De inmediato, agrega que “igual en cuanto a simplicidad, resolución y material, yo sabía que a Lucía le iba a ir bien. Modestia aparte”.
La obra no tiene nombre. “La verdad, no le puse”, responde Lucía sonriendo. No es fácil crear de un modo simple, como ella lo consiguió; tuvo una claridad conceptual, sabía lo que quería generar.
La elección de un pato no es casual. En su casa hay varios animales: “un conejo, gallinas y -por supuesto- un pato. También tenía un ganso. Les doy comida, los cuido, estoy pendiente”, comenta.
Uno de los orígenes de su interés por el arte está vinculado a su hermano Gabriel. “El hacía historietas, fui viendo como dibujaba, me gustó. Hoy en día tenemos un estilo medio parecido”, relata. Sobre su mamá, ante una pregunta de este diario, manifiesta que “dibuja más o menos. Le gustan más las plantas”.
Convocatoria
Es una escuela que, a su vez, se encuentra especializada en cerámica. “Hemos tenido, en alguna ocasión, vicisitudes con el horno. Hicimos festivales, es valiosa la apertura a la comunidad”, reflexiona Natalia Morán.
Es la única escuela de arte en Tres Arroyos y “dentro de la provincia hay 7 u 8 nada más. Los alumnos cursan muchas horas, con talleres y materias específicas desde primero hasta sexto año”.
Directivos y docentes tienen interés en visibilizar la institución para “acercar más gente relacionada con el arte, que tenga ganas y entusiasmo. Que se sumen”.
Los recursos y el entorno
El ensamblaje permite apreciar que “no necesariamente en el arte se necesitan materiales caros como un óleo o un bastidor. Lo mismo cuando surgió la idea de que la escuela se especialice en cerámica, el barro lo podes obtener de la ladera del arroyo y el horno es posible hacerlo adentro de un tambor”.
Con los trabajos, contribuyen en “hacer significativo el entorno, el espacio en donde están ellos. Los alumnos utilizan material de descarte. Más allá de los aportes que hagan algunas empresas de pintura o distintos elementos, no hay una gran cantidad de insumos. Pueden elaborar una obra sin hacer muchos gastos”.
En el cierre de la entrevista, hacen referencia a la diversidad de materias y talleres. Una amplitud de disciplinas que se apreció con claridad en la reciente muestra anual de la Escuela, con la actuación -como invitados- de alumnos y profesores del Conservatorio.