“Lo principal para enfrentar la desinformación es el espíritu crítico de todas las personas”, dijo Sebastián Di Doménica
En un contexto donde la inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados y comienza a transformar múltiples aspectos de la vida cotidiana, es fundamental contar con voces confiables que ayuden a entender hacia dónde va la humanidad
Por Facundo Rendo (*)
Sebastián Di Doménica es periodista, especialista en medios digitales, divulgador de IA y escritor del libro “Inteligencia artificial y realidades fantásticas por vivir”. En todos los lugares donde se presenta demuestra ser ameno y no tiene problema en contestar y abordar las dudas que hay sobre esta tecnología de la que se habla tanto. Con un estilo didáctico y seguro, explica con claridad sus conceptos más complejos y las implicancias sociales que tiene.
“La inteligencia artificial, simula la forma de expresarse y de razonar de la persona. Pero en el fondo es solo eso, una simulación, una imitación”. Esta frase de Di Doménica resume bastante bien el concepto de lo que muchos perciben cuando usan alguna de estas novedosas aplicaciones como Gemini o ChatGPT. A primera vista, el lenguaje fluido y la coherencia con la que responden estas herramientas puede hacer creer que “piensan” o que “entienden” lo que se les dice. Sin embargo, lo que ocurre por detrás es un complejo entramado de algoritmos, estadísticas y procesamiento de datos entrenados a partir de grandes volúmenes de texto.
-¿Qué sería lo que llamamos inteligencia artificial?
-La Inteligencia Artificial es un término muy amplio, prácticamente considerado como una parte de la ciencia, que aborda diferentes tecnologías y reemplaza acciones humanas ligadas a tareas cognitivas. Para hablar de IA, a mí siempre me gusta remontarme a su origen en los años 50, que fue cuando la ideó Alan Turing, uno de los grandes pioneros del campo. Él señaló que en algún momento, que es el que estamos viviendo ahora, las máquinas iban a poder simular la manera de interacción o de conversación o de pensamientos de los seres humanos. Y es eso lo que hace la inteligencia artificial, simula la forma de expresarse y de razonar de la persona. Pero en el fondo es solo eso, una simulación, una imitación.
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-¿Hay distintos tipos de IA?
-Bueno, la inteligencia artificial es un campo muy amplio. Por un lado está la IA tradicional o inicial, que es la que está ligada a los algoritmos que se utilizan desde hace más de una década en innumerables áreas. Ésta es la que tiene que ver con los algoritmos, que son listados de instrucciones frente a determinadas situaciones. Eso lo vemos con las redes sociales por ejemplo cuando, de acuerdo a nuestros gustos, Netflix nos ofrece una película u otra. También lo vemos en determinadas acciones bancarias. Después llegó la inteligencia artificial generativa, que es la inteligencia artificial que a partir de un determinado almacenamiento de información y de datos, puede generar algo nuevo.
Y por último, a partir de noviembre de 2022, existe lo que se llama la inteligencia artificial generativa conversacional: que es el clásico modelo de lenguaje como el Chat GPT, que te permite manejar la inteligencia artificial de manera conversacional. Te manejas con los chatbots del estilo Chat GPT, Cloud, Gemini, etcétera, hablando. Es decir, que es conversacional. Eso facilitó mucho el acceso a la inteligencia artificial y a partir de ahí se extendió a todas las áreas de trabajo.
-Probablemente en unos años más habrá profundos cambios en el terreno laboral
-Absolutamente, se calcula que de acá a cinco años el 44% de las habilidades laborales van a cambiar y eso va a hacer que mucha gente en todo el mundo necesite capacitarse en nuevas habilidades para lograr una buena reconversión laboral y poder seguir en el sistema productivo. Bueno, ahí nos encontramos también con una situación que va a ser necesaria, que tal vez los sindicatos tengan un rol importante. Éstos van a tener que exigir que haya capacitación y educación para los trabajadores para poder reconvertirse en este nuevo escenario, poder seguir trabajando, ser eficientes y ser productivos.
Por eso estamos frente a un escenario en el que tenemos que amigarnos con estas nuevas tecnologías, porque van a estar presentes en todos los sectores productivos y vamos a tener que lograr exprimir de la mejor manera la inteligencia artificial para poder seguir teniendo un rol importante en los sectores productivos.
-Los medios de comunicación ya la están aplicando
-Claro, si vos de repente sos un lector que no tiene tiempo y necesita que sus notas se pasen al audio, va a haber una versión en audio, como ya lo está haciendo La Nación. Uno puede escuchar las notas de determinados columnistas, con una voz creada artificialmente del mismo columnista. Son innumerables formas de reformular el producto para tratar de captar más público, más audiencia y hacer más accesible otro producto.
-Usted es periodista ¿de qué forma le puede ayudar esta tecnología en su trabajo?
-La IA puede ser utilizada para innumerables tareas, que vamos a dividir en tres grandes partes. La primera es la gestión de la información: puede ayudar a buscar fuentes, buscar datos de una noticia, generar alertas, resumir un texto o un documento, etcétera. Por ejemplo, para el periodismo de investigación es súper útil ya que puede ayudar en innumerables tareas. También puede ayudar en traducción y transcripción de audios, que también es gestión de la información. Los periodistas hemos pasado horas y horas desgravando entrevistas, y bueno, hoy la inteligencia artificial facilita mucho eso. En minutos podés tener una desgrabación básica inicial que después tenés que corregir y eso ayuda a ahorrar muchísimo tiempo. La segunda es generar formatos: esto es cuando vos tenés una nota en texto y la pasás en audio, o cuando vos tenés un video en YouTube que hiciste y automáticamente te lo traduce al inglés, al italiano o al portugués para poder acceder a otros públicos. Es decir, innumerables formas de creación de contenidos.
La tercera gran área en la que se utiliza la inteligencia artificial en el periodismo es para la personalización: en los medios es muy común que a los periodistas les ofrezcan notas de acuerdo a tus gustos y eso simple se va a complejizar mucho más. Te pueden llegar a ofrecer hasta productos pensados para tus preferencias.
-Una vez leí que un estudio del MIT que mostró que los estudiantes que hacen trabajos escolares con inteligencia artificial, generalmente no recuerdan después lo que escribieron ¿Esto puede tener implicaciones negativas en el periodismo, donde se debe leer, investigar y recordar datos?
-Sí, claro que sí. Yo soy profesor de periodismo, y les digo a mis estudiantes y a todos los periodistas con los que tengo la oportunidad de hablar, que nunca se debe dejar de lado la supervisión, la lectura de los documentos y la verificación de la información. Es decir, la IA debe ser un asistente, pero nunca tener autonomía. El periodista humano tiene un rol muy importante hoy. Recordemos que estamos en un momento donde avanzan las deep fakes, la desinformación y el periodista va a tener cada vez más un rol de garante de la información que no se puede dejar de lado.
Además, frente al avance de la IA y a la producción de muchos contenidos de manera mucho más simple, el periodista tiene la gran oportunidad de volver a la calle, de hacer un trabajo más de empatía, más humano, más creativo. Es un momento para hacer buen periodismo en la calle, buenas entrevistas, buenas investigaciones y usar a la inteligencia artificial como asistente; nunca como periodista, el periodista ser humano sigue siendo central.
-Que tengan IA no implica que deban abandonar sus habilidades.
-Sí, a los periodistas jóvenes les digo que no olviden de entrenar y aprender a escribir bien, porque aunque hoy la inteligencia artificial puede hacer de manera muy correcta una nota informativa, tenemos que nosotros saber escribir, primero, porque la escritura nos conforma en la manera de pensar, en la manera de estructurar ideas, en la manera de construir conocimiento, y además, porque nosotros desde nuestro rol de editor de la IA, deberemos tener un conocimiento y una mirada crítica de las cosas.
Entonces, por supuesto que el rol del ser humano sigue siendo central y en el periodismo totalmente, ya que este debe ser garante de los hechos, donde debe ser garante de la realidad frente al avance de la desinformación de los big page y ante esta nueva realidad que le permite al periodista salir más a la calle y estar cerca de la gente. Recordemos que la empatía de ser humano a ser humano nunca va a poder ser reemplazada por una tecnología ni por una máquina.
-¿Debería el lector de un diario o de un sitio periodístico tener derecho a saber si un contenido fue generado por inteligencia artificial o asistido por esto?
-No tengo una respuesta cerrada. Obviamente que si es un contenido desarrollado en un 80 o 90% con inteligencia artificial, claro que sí. Si es una imagen creada con inteligencia artificial o un video, sí, la respuesta es cerrada es sí. Pero me parece que vamos a entrar en un montón de situaciones que van a estar en un punto medio, porque si vos decís, bueno, la información la chequé yo, la busqué yo como persona, la ordené, jerarquice, le di determinado foco a la nota y después utilicé una inteligencia artificial para que me escriba un borrador y yo después lo mejoré y lo edité, ¿Lo hice con inteligencia artificial o lo hice yo? ¿O utilicé a la inteligencia artificial como un simple asistente o hizo algo importante de la nota? Entonces, como la inteligencia artificial la vamos a usar para tantas tareas, va a haber situaciones en que sí va a haber que decir que lo usamos y otras situaciones en que tal vez no es necesario, porque sí, utilizamos la IA para que nos haga un borrador, pero lo esencial de la tarea periodística lo hice yo como periodista humano. Entonces, todavía no tengo una respuesta cerrada.
-¿No lo vería necesario en todos los casos?
-No, la tarea periodística tiene innumerables acciones: búsqueda de información, búsqueda de fuentes, consulta de fuentes, chequeo de información, etcétera. Si todo eso lo hago yo como ser humano, pero utilicé la inteligencia artificial para hacer un borrador, o para que me desgrabe, o para que me traduzca no va a ser necesario decir que un trabajo fue hecho con IA. Se va a sobreentender que muchas cosas van a ser hechas con ella, pero eso no quita que va a estar chequeado, editado y jerarquizado, por un ser humano.
Es como que la IA va a estar incorporada a la tarea periodística, es por eso que van a haber muchas situaciones que van a empezar a normalizarse. Se va a dar una situación todavía difusa, pero con el paso del tiempo va a quedar en claro que van a haber muchas tareas que serán hechas con IA. Sin embargo eso no va a querer decir que el periodista que firma no va a tener un rol central en el desarrollo de esa nota.
-También existe el miedo al potencial que tiene la IA para generar desinformación ¿Se puede usar para luchar contra las fake news y tenerla como una aliada en contra de la mentira?
-Sí, claramente. La inteligencia artificial es una herramienta muy efectiva para crear desinformación, para crear o desarrollar de manera muy efectiva deep fakes, crear videos falsos, crear imágenes falsas, poner a personas reales en situaciones en las que nunca estuvieron. Vamos hacia un mundo en el que no vamos a saber qué es real y qué no. Sin embargo, la inteligencia artificial también es una herramienta de enorme utilidad para confirmar, para chequear información. Existen innumerables herramientas que verifican, aunque siempre pueden equivocarse.
Siempre digo que para enfrentarnos a la desinformación lo principal es la educación digital y el espíritu crítico. Tenemos que dudar de lo que vemos, dudar de lo que confirman nuestros prejuicios. Es decir, el espíritu crítico es la mejor herramienta para enfrentarnos a este mundo de desinformación y deep fakes. Pero efectivamente tenemos muchas formas de utilizar la inteligencia artificial para que ayuden a chequear. Por ejemplo, hay unas herramientas que te dicen qué porcentaje de un video, imagen o texto, pudo haber sido hecho con inteligencia artificial.
Hay muchas herramientas que pueden ayudar a que las personas o los periodistas puedan descubrir deep fakes o desinformación. Pero te repito, lo principal para enfrentar la desinformación es el espíritu crítico de todas las personas y que la ciudadanía tome aquello que ha hecho siempre el periodismo: chequear la información.
-¿Hay académicos que estén planteando soluciones?
-Yo siempre digo que me gusta mucho lo que dice el historiador (Yuval Noah) Harari, que tiene una mirada muy crítica y muy en alerta con respecto a la inteligencia artificial. Escribió un libro hace poco sobre el tema. Él, por ejemplo, hace un llamado de atención sobre la falsificación de personas. Hoy las voces se pueden crear de manera artificial. Uno puede hablar por teléfono con una supuesta persona y no es una persona, ya es una inteligencia artificial, con voz artificial. Incluso se puede hacer con un video, donde uno podría estar hablando en pantalla con una supuesta persona que no lo es.
Entonces, él dice que vamos hacia un mundo donde esto va a ser muy común y tendría que estar prohibido falsificar personas como está prohibido falsificar dinero. ¿Por qué? Porque cuando uno habla con una persona, sabe que del otro lado hay una persona que nos puede convencer, pero a la que nosotros también podemos convencer de algo, porque somos dos personas empatizando.
-¿Podría desarrollar eso último?
-Cuando vos tenés del otro lado una inteligencia artificial y pensás que tenés una persona, esta podría utilizar mecanismos de conocimiento sobre los humanos para intentar convencernos de algo, y nosotros no los vamos a poder convencer. Obviamente porque la inteligencia artificial responde a un listado de instrucciones, que son los algoritmos que nunca se van a cambiar porque yo logre tener un discurso convincente. Eso va a entorpecer el diálogo entre las personas y Harari sostiene que puede entorpecer el funcionamiento de la democracia.
Entonces, todo lo que es falsificación y todo lo que lleva a la posible manipulación de las personas, bueno, me parece que tenemos que estar muy alertas como ciudadanos y reclamar normativas que generen precauciones para evitar riesgos.
(*) Facundo Rendo nació y reside en la ciudad de Buenos Aires. Estudió periodismo en Taller Escuela Agencia (TEA). Sus padres Francisco y Valeria son tresarroyenses