Las bibliotecas populares están en alerta
El decreto 345 del Gobierno, que se publicó el 22 de mayo en el Boletín Oficial, afecta de manera directa a la Conabip. Hay mucha preocupación en las entidades y plantean que se pone en riesgo su tarea. Subrayan que “hay un mal uso de facultades delegadas” en la Ley Bases
La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), creada en 1870 por Domingo Faustino Sarmiento y organismo rector de aproximadamente 1500 entidades en todo el país, se vio afectada por el decreto 345 del Gobierno nacional. La medida altera su marco de funcionamiento y la ubica como una “unidad organizativa” de la Secretaría de Cultura.
Las bibliotecas populares del distrito de Tres Arroyos hicieron llegar un escrito al Concejo Deliberante sobre esta situación, solicitaron a los bloques que intervengan mediante el rechazo a la aplicación del decreto. Se trata de las bibliotecas populares Hugo Delgiorgio, Luz y Cultura de Cascallares, Sarmiento, La Tranquera, José Ingenieros, San Francisco de Bellocq, Amigos del Libro de Orense, Bernardo Houssay de Claromecó, así como las bibliotecas populares de Copetonas y Reta.
En este contexto, Alberto Foulkes, de la Biblioteca Sarmiento; Claudia Lobato y María Golato, de la Biblioteca José Ingenieros; dialogaron con La Voz del Pueblo.
Es un organismo que fue creado cuando el país daba sus primeros pasos. “Siempre digo que la ley de la Conabip salió antes que la ley del Código Civil, que es de 1871”, mencionó a modo de ejemplo Alberto Foulkes.
Destacó que se generaron beneficios para las bibliotecas “a través de muchas acciones” y agregó: “Lo que duele de este decreto es que no tiene ninguna motivación económica. Los fondos de la Conabip surgen de un porcentaje de los premios de juegos de azar”.
María Golato señaló que la legislación sobre la Conabip “ha sido mejorada a lo largo de los años. Se impulsaron reformas para darle una mayor participación a las provincias, se hizo más federal”.
Por su parte, Claudia Lobato dijo que “se presentó un amparo a nivel nacional para los decretos 345 y 346”. En forma reciente, se tomó conocimiento, como parte de estas iniciativas del Gobierno, de la disolución del Instituto Nacional Browniano. Es uno de los efectos, entre muchos otros.
“Es tan descabellado lo que están haciendo, que ex ministros de Cultura de Menem, De la Rúa, Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández coincidieron en un pedido, una declaración en común”, subrayó Alberto Foulkes.
Los entrevistados hicieron referencia al muy buen funcionamiento de la Conaip, que permite que “todos los años las bibliotecas reciban un subsidio para realizar compras en la Feria del Libro”. Impulsó oportunamente el programa Libro por Ciento, para la adquisición de material bibliográfico “al 50 por ciento de su valor. Vas las bibliotecarias de todo el país a la Feria y pueden elegir”.
Asimismo, Conabip concreta un aporte anual para gastos corrientes. “El año pasado la Biblioteca José Ingenieros no lo recibió, en 2025 sí, nos dieron prioridad porque no habíamos contado con ese recurso el año pasado. Pero tenemos la documentación en regla”, planteó María Golato.
La Biblioteca Sarmiento tampoco percibió este ingreso el año pasado, en este caso “debido a una cuestión de personas jurídicas. Quedamos afuera de los distintos programas. Ahora ya dispone del certificado de vigencia, que fue presentado”.
Otro aspecto que valoraron es que “el organismo te solicita que estés en regla. Ayuda a la formalidad y a la transparencia, porque hay que rendir hasta el último centavo”.
Las perspectivas son desalentadoras y con la finalidad de intentar revertir estos inconvenientes, se desarrollan acciones en todo el país. “El año pasado no se financiaron programas relacionados con la Comisión de Lectura y con Formación Ciudadana”, mencionaron. María Golato recordó que “en la pandemia nos sirvió mucho Formación Ciudadana, pudimos poner las mamparas para la atención al público y el acceso a la presencialidad”: Alberto Foulkes agregó que “nos dieron equipamiento para salinizarte las manos que todavía usamos, muy bien hecho. Todo lo proveyó la Conabip”.
Consecuencias
Calificaron lo sucedido como “un mal uso de las facultades delegadas” mediante la Ley Bases.
Claudia Lobato explicó que el presidente Javier Milei “no podía tocar la Conabip y muchos otros organismos. No la desarma, pero la ubica dentro de la Secretaría de Cultura”.
Este cambio genera “una modificación absoluta -expresó Alberto Foulkes-. Pasa a depender de la voluntad de un funcionario, cuando antes tenía un consejo directivo con representantes de todas las provincias”.
Al describir las distintas reacciones, manifestaron que las bibliotecas populares y el Instituto Nacional del Teatro realizaron una presentación en el Congreso.
“En la provincia hay alrededor de 450 bibliotecas populares. Algunas en parajes, lugares donde lo único que hay es una biblioteca”, sostuvo con énfasis María Golato.
“No abarca solamente libros. Se organizan un montón de actividades y talleres diferentes con chicos, adultos mayores. Vecinos de distintas edades”, planteó Claudia Lobato.
Finalmente, hablaron de la incidencia que estos espacios generan “en la socialización y el encuentro. En las bibliotecas está la historia de Tres Arroyos, somos guardianes de la memoria. Algunas instituciones han sido madres de otras, ayudaron a que se expanda esta labor en barrios y localidades”.