Priscila Minnaard: la voz del radicalismo dorreguense que llega a la legislatura bonaerense
La diputada electa y exconcejal, Priscila Minnaard, habló con La Voz del Pueblo después tras ser elegida. Dijo que la polarización entre el “azul y el violeta” dificultó el camino de Somos Buenos Aires como tercera opción y que hay un “cambio social y cultural que está cada vez más latente”. Pero también lamentó que haya votantes que le “devolvieron” el apoyo al gobernador Axel Kicillof
Tras una reciente elección legislativa compleja y marcada por un fuerte ausentismo de votantes, la dorreguense Priscila Minnaard pudo asegurarse una banca como diputada provincial. La flamante legisladora compartió sus impresiones con La Voz del Pueblo sobre el camino recorrido, el escenario electoral y sus expectativas para el futuro de la política bonaerense y nacional.
Minnaard, que pasó de la administración pública municipal a ser concejal y ahora diputada electa, confesó que su experiencia en la política no surgió de una ambición inicial por cargos públicos.
“La verdad es que nunca milité con la intención siquiera de ser concejal”, afirmó al describir su trayectoria como una serie de oportunidades que fue aceptando por la convicción de “poder cambiar algo en lo cotidiano de su distrito”.
Confesó que para ella la posibilidad de ser legisladora provincial era una “posibilidad latente, pero no como algo que pudiera palpar de manera cercana”. Sin embargo aclaró que siempre dice “sí, ante estas posibilidades” porque considera que representan una “muy buena oportunidad” para su “distrito”.
Un objetivo cumplido
En sus declaraciones pudo percibírsela satisfecha por haber sido elegida. “El objetivo cumplido es la primer satisfacción por el radicalismo y por la banca que el radicalismo provincial en la sexta logró”, destacó.
Pero observó que se dio en un “escenario complejo y de un frente que era bastante nuevo”; pero se mostró “muy contenta” porque el trabajo realizado “valió la pena” y permitió “llegar a los vecinos”, quienes les respondieron. Ser elegida representa un “honor muy grande”, una oportunidad que -entiende- no se les presenta a menudo a quienes están en política.
A pesar del éxito personal y la alegría porque su fuerza a nivel provincial pudo llegar a obtener dos bancas, junto con Andrés De Leo, Minnaard no ocultó la dualidad de los resultados en Coronel Dorrego. Aunque obtuvieron “una muy buena elección en la legislatura provincial”, en el ámbito local “ganó La Libertad Avanza”. Describió el escenario como “muy raro”, con una fuerza política que ella representa “bastante en minoría” frente a un “cambio social y cultural que está cada vez más latente”.
La “rareza” de la elección
Al profundizar en lo que llamó un escenario “raro”, la diputada electa explicó que, a diferencia de elecciones pasadas, esta vez “no estaba muy fácil la lectura del escenario electoral”. Observó que “mucha gente no quería ir a votar”, lo que hizo que la campaña fuera un “trabajo bastante arduo para pedir que vayan, que confíen y de que manifiesten en la suma sus opiniones”.
El principal factor de esta complejidad, según Minnaard, es el “cansancio de la gente” y el “descreimiento” hacia la clase política. “La clase política ha hecho (hemos hecho) que la gente se canse”, dijo al incluirse pero atribuyéndolo a un “sistema … tan bravo”, a debates “complicados” y a la “poca solución de problemas en los niveles provincial y nacional”.
Además sostuvo que con la “violencia con la que todo transcurre” también contribuye a que la gente ya no vea a la política como una herramienta. A esto se sumó un “escenario con desdoblamiento de elecciones sin paso” y una elección provincial que no es habitual, dado que la gente está acostumbrada a enfocarse en lo nacional y lo local.
El “menos peor”
Sobre los resultados a nivel provincial, Minnaard expresó una lectura “muy triste”. Considera que “lo que había elegido la gente hace un par de años no resulta y que prefieren el menos peor”. Consideró en ésta misma línea que la gente “se volvió a inclinar por algo que ya habíamos dejado un poco atrás” y que la Provincia no logró “desprendernos de lo que realmente viene gestionando mal”.
Asimismo manifestó que la elección planteada “en dos extremos”, dificultó la entrada de su fuerza como tercera opción. Según su análisis, los votantes estaban “en el azul o el violeta”. Y que los “últimos acontecimientos del Presidente (Javier Milei), con la discapacidad, los jubilados, con la violencia que plantean tanto él como su gabinete como sus legisladores provinciales”, llevaron a la gente a decir: “No quiero eso, vuelvo a lo otro. Así, le devolvieron el apoyo a Kicillof y sus legisladores, es muy triste”, sostuvo.
Mirando a octubre
De cara a las elecciones nacionales de octubre, Priscila Minnaard anticipa un “escenario bastante particular también”. Advierte que, tras estas elecciones, “todo cambia”, con repercusiones directas en la economía y la vida de los vecinos. Cree que, si la campaña a nivel provincial fue difícil, “en el nivel nacional va a costar mucho más”.
La propuesta de su fuerza política para las nacionales se centrará en lo que, a su juicio, falta hoy como lo es ser propositivos. “La política no propone, la política está imponiendo”, sentenció, refiriéndose a los “dos extremos”.
Para Minnaard, la opción que deben plantear desde su espacio a la gente es “el diálogo, el consenso, es llegar a acuerdos, es trabajar entre los partidos políticos para que salga lo mejor para todos”. Este concepto que considera “elemental de la política y lo elemental en la democracia, hoy no se está practicando”.
La diputada electa lamentó que “no salen proyectos”, que no hay “discusión legislativa de las cuestiones esenciales” y que las leyes, “tras meses de trabajo, son vetadas por el Presidente”.
La solución que propone desde Somos Buenos Aires es “volver al diálogo, el consenso, de trabajar en comisiones, de plantear proyectos, de analizarlos entre todos y que las mezquindades políticas queden un poco de lado para que la gente empiece a tener soluciones”.