La UCR Tres Arroyos recuerda el legado del doctor Raúl Alfonsín, a 16 años de su muerte
La Unión Cívica Radical de Tres Arroyos, a 16 años de la partida física del doctor Raúl Alfonsín, recuerda el camino de democracia, derechos humanos, defensa de la Constitución Nacional y justicia que dejó como legado a todos los argentinos.
El 31 de marzo del 2009, a los 82 años, dejaba este plano para pasar a ser el Padre de la democracia moderna, nombre con el que pasó a ser parte de nuestra historia.
En un aniversario más de su muerte, es momento de replantearnos las razones por la que, debemos, hoy más que nunca, defender los principios que hacen a la democracia, la ética y el compromiso y libertad del pueblo, principios que Raúl Alfonsín, enseñó con su ejemplo y liderazgo. Cada argentino es protagonista de esta construcción que él inició hace más de 40 años, en el momento en el que, a sólo tres días de haber asumido la presidencia de la Nación y contra todos los pronósticos, firmó los decrtos que marcaron a fuego el comienzo de otra historia; el 158/83 para ordenar el Juicio a las Juntas de la última dictadura militar, el 157/83, para enjuiciar a las cúpulas de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros, el 187/83 para la creación de la CONADEP y la Ley 23511 creando el Banco Nacional de Datos Genéticos.
No podemos definir este tiempo de los inicios del regreso a la democracia como fáciles, fueron años complejos, con claroscuros, con decisiones difíciles, pero él nos lo había prometido en tantos discursos: la democracia llegó para quedarse y por cien años y cumplió.
Alfonsín dijo una vez: “Nosotros necesitamos de nuestros muertos, para que nos muestren el derrotero a seguir, para renovar nuestra fe con sus consignas de libertad y de paz, de justicia y solidaridad”. Entonces, ante el escenario de incertidumbre, en el que corre serio riesgo nuestra estabilidad republicana, la independencia de poderes es avasallada, al igual que los derechos de los ciudadanos, tal vez sea tiempo de volver sobre nuestros pasos y repensar nuestro destino como nación libre y soberana, tal vez sea tiempo de repensar a Alfonsín y su rol en nuestra historia.
A 16 años de su partida física, la pregunta es concreta, ¿desde qué lugar pensamos a los hombres como Raúl Alfonsín? “Sigan ideas, no hombres, los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática”, dijo a los jóvenes en más de una oportunidad y hoy más que nunca, la llama de esa antorcha depende de cadauno de nosotros.
Defender la República y sus instituciones, la educación pública, la salud de cada habitante de este pueblo son banderas innegociables