Kique Batalla y el homenaje a Ruiz Díaz: “Todo un ejemplo, para recordarlo siempre”

En el marco de la 20ª edición del torneo de tenis Alberto Ruiz Díaz, ayer tuvo lugar un homenaje muy especial en el campo de deportes de Costa Sud.

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Se descubrió una placa y se impuso su nombre a la cancha número 4, donde el Negro, como lo llamaban, dio clases toda su vida. “Alberto fue mi profesor y como mi segundo padre. Se cumplen 25 años de su fallecimiento, por eso también es especial”, dijo a La Voz del Pueblo Víctor Cedrón, quien impulsó este acto junto a la subcomisión de tenis.

 

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Mucho cariño

En un día muy importante para el mencionado club, Kique Batalla envió un escrito a nuestra redacción sobre Alberto (el Negro) Ruiz Díaz. Indica lo siguiente:

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“Fui uno de los que arrimó al Negro al club, lo conocí en su trabajo, ayudante de tapicería, lo hacía en Tapiceria Milanesi de propiedad de un señor de apellido Petela, un local en 9 de julio y 25 de mayo. Aquí va un detalle de su personalidad.

“Unos cuanto jugadores de Costa Sud concurrimos a jugar un Torneo al Lawn Tenis, cuando llego lo encuentro (al Negro) sentado en los bancos internos de la cancha. Le pregunto, ‘no sabía que te gusta el tenis’, me dice ‘me encanta, pero aquí no puedo jugar, mi padre trabaja en el mantenimiento de las canchas y no quiero incomodarlo’. Entonces lo invito a que se venga a Costa Sud que iba a jugar sin problema, cosa que hizo y a la semana  estaba con nosotros y se integró rápidamente.

“El tenis le gustaba tanto que comienza a colaborar con el profesor de ese momento que venía de otra localidad, al poco tiempo realizó el curso de profesor y desde ese momento se desprende de la tapicería y forma la Escuelita en el club, muchos chicos, conformada en parte con los hijos de los que en ese momento jugábamos regularmente más los que se iban agregando. Esto está plasmado en un par de fotos que se encuentran en Costa Sud.

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“Su personalidad se las transmitió a sus alumnos y es el día de hoy que hablas con alguno de ellos y lo recuerdan con mucho cariño y hasta se les escapa una lágrima. La tenía tan clara como persona y profesor, que cuando aparecía algún alumno que avanzaba mucho le decía, es posible que tengas que seguir con el profesor de los mayores.

“Merecido el torneo que lleva su nombre, merecido la placa que han colocado con su nombre en la cancha 4. Todo un ejemplo para recordarlo siempre”.