“Hasta hace un rato estuvimos llorando por esto que nos pasó”
La búsqueda de dos yeguas que un tresarroyense había emprendido el domingo para recuperar los animales robados a su familia tuvo un doloroso final.
La potranca de tres meses que estaba al pie de su madre, fue faenada por los delincuentes que la habían sustraído del corral en donde se encontraban, en la intersección de Aníbal Ponce y la avenida Alem. No sin antes, intentar cobrarle un rescate de 150.000 pesos a su propietario mediante un ardid que finalmente no prosperó.
El hecho había sido denunciado el domingo en la Comisaría Primera por Luis Flores (34), un empleado municipal del Barrido que, según le comentó a LA VOZ DELPUEBLO, había adquirido los animales pensando en su familia. Por un lado, su señora es nativa de De La Garma y es fanática de los animales,y, por otro, sus dos hijos de 8 y 11 años, habían heredado el cariño de ésta por los animales, “yo los compré para satisfacción de mi mujer y mis hijos, porque ellos también están acostumbrados a convivir con animales”, dijo el hombre antes de referirse a la manera en que logró reencontrarse con la yegua mayor, “me hicieron un llamado telefónico diciendo que había una yegua, corriendo desesperada en un baldío de Pringles y Neuquén. Era la madre, un animal de 4 años y la hija tenía cinco meses”, recordó.
Al llegar, Luis la localizó con silbidos, como estaba acostumbrada a ser llamada, “el animal llega corriendo a donde yo estaba, porque era como una hija para mí. Se deja poner la soguita en el cuello, pero luchaba como para llevarme al lugar donde estaba su hijita”. Así, Luis se dejó arrastrar unos 50 metros sobre la calle Coronel Pringles, donde encontró al otro animal faenado.
Con pena volvía a vivir la misma historia de hace un mes atrás, cuando le sustrajeron otra potranca de tres meses que corrió el mismo destino cuando él estaba trabajando en Claromecó.
Rescate
Apenas hecha la denuncia, Flores difundió su teléfono para que lo localicen, y es así como un desconocido pudo haber llegado a llamarlo para ofrecerle una espuria propuesta, “el domingo a las 10.43 de la noche recibo un llamado de un número privado que me pide 150.000 pesos para recuperar los animales”. La persona que supuestamente las tenía le preguntó a dónde se la llevaría tras el pago, el cual, Flores propuso realizar en parte por transferencia y en parte en efectivo, “al traer las yeguas a casa”, pero finalmente el desconocido no aceptó.
Así fue como, el próximo paso, fue encontrar al pequeño animal faenado, a su madre desesperada y, después, las horas dramáticas con sus pequeños hijos, “hasta hace un rato estuvimos llorando todos por esto que nos pasó”, dijo, antes de subrayar que, el inmediato episodio anterior, no había pasado hace mucho, pero fue su esposa, Estrella, quién asistió a los chicos en el difícil momento,
“la primera vez que nos pasó esto con la potranca, la que tuvo que enfrentar todo fue mi señora, porque yo estaba trabajando en Claromecó”, indicó sobre una situación muy triste que, anoche, todavía seguía impactando en su familia.