Hablemos de finanzas: Mercado de capitales
Por Agustín Aceibo (*)
Luego de la primera nota en la que expliqué por qué razón creo que una sólida educación financiera es el pilar fundamental para llegar a la vejez lejos de necesidades o carencias, ahora me gustaría profundizar un poco más en el mercado de capitales, o la “Bolsa”, como vulgarmente la conocen muchos.
Como un instrumento más de crecimiento de capital, sabemos que en el mundo existen miles de formas de hacer inversiones, como por ejemplo Bienes Raíces, Negocios y emprendimientos, Crowdfunding e Inversión Colectiva, etc. Sin embargo, todas las inversiones tienen un fin en común: ganar dinero. En este artículo veremos de manera sencilla cuáles son los principales instrumentos y estrategias del mercado de capitales, quiénes pueden operar, cómo se deben ejecutar dichas operaciones y cuáles son los riesgos asociados a cada una de las inversiones. También definiremos el concepto de “riesgo” para evitar confusiones.
El mercado se puede dividir en dos grandes segmentos de manera general: Renta fija y renta variable. En la renta fija, conocemos de antemano el plazo y la tasa de nuestra inversión, mientras que en la renta variable (de mayor riesgo) compramos los instrumentos esperando una suba en la cotización, dependiendo del tipo de análisis que realicemos, ya sea fundamental o técnico.
Renta fija
-Bonos soberanos: En esta categoría entran todos los tipos de deuda soberana (deuda emitida por el Estado nacional), por ejemplo, la sub-soberana (deuda emitida por provincias). Este tipo de instrumento se utiliza para financiar al Estado. Para ejemplificar, si invertimos 100, el Estado nos promete devolvernos 100 más intereses anualizados.
-Bonos corporativos: En este caso, en lugar del Estado, es una empresa quien emite la deuda, prometiendo la devolución del capital más intereses.
-Caución: Este instrumento consiste en colocar un determinado monto a un plazo elegido por nosotros a cambio de una devolución del capital más el interés acordado previamente. El tomador del préstamo, ya sea otro individuo o una empresa, debe dejar como contrapartida títulos en garantía. De esta forma, se ‘securitiza’ la devolución.
Renta variable
-Acciones: Ser accionista de una empresa significa ser dueño de una porción de su capital social. Al comprar acciones, participamos en las ganancias o pérdidas que pueda tener la empresa. Existen acciones que pagan “dividendos”, los cuales son incentivos para que los accionistas las conserven en cartera, ya que las empresas reparten parte de sus ganancias entre sus accionistas.
-CEDEAR: Los Certificados de Depósito Argentinos (CEDEAR) surgen como una alternativa para invertir en empresas internacionales sin necesidad de operar directamente en el exterior. Esto permite a los inversores acceder a acciones extranjeras en pesos y de forma más accesible. Aunque comparten muchas características con las acciones, su cotización se basa en el dólar CCL (Contado con Liquidación), lo que brinda cobertura ante movimientos abruptos del tipo de cambio y permite invertir en empresas internacionales, reduciendo el riesgo local.
Si bien existen otros tipos de inversiones más complejas, como futuros y opciones, pagarés bursátiles y financiamiento a Pymes, en este artículo nos enfocaremos en las más conocidas. Esto se debe a que quienes buscan en el mercado un resguardo del valor de su dinero y un crecimiento sostenido y controlado a lo largo del tiempo generalmente no operan estos instrumentos más sofisticados.
¿Quiénes pueden invertir?
Cualquier persona que disponga de un excedente de dinero. En Argentina, cualquier persona mayor de 13 años puede abrir una cuenta comitente en una ALYC (Agente de Liquidación y Compensación) y comenzar a invertir.
¿Cuánto se necesita para comenzar?
Esta es una de las preguntas más frecuentes, y la respuesta suele sorprender: no hay un monto mínimo. Existen acciones que cotizan en 400 pesos argentinos, por lo que con apenas 5000 o 10.000 pesos ya podríamos comprar varias acciones de una empresa con potencial de crecimiento.
Por lo que, a la hora de invertir, debemos estar debidamente asesorados por un profesional que nos ayude a diversificar de manera óptima y correcta nuestro portafolio, aumentando así las posibilidades de ganar sin exponernos a un riesgo inadecuado para nuestro perfil.
Cuando hablamos de riesgo en el mercado, debemos asociar dicho concepto con la compra de instrumentos como acciones, que tienen una cotización volátil; es decir, pueden subir o bajar de precio. Sin embargo, los respaldos jurídicos de cualquier título de valor cuentan con certificación nacional e internacional, lo que brinda una enorme seguridad frente a posibles estafas o inversiones fraudulentas. Siempre debemos operar en mercados y agentes regulados por la Comisión Nacional de Valores. Dicha información se puede verificar en el registro de agentes del ente.
Invertir en el mercado de capitales puede ser una de las maneras más eficientes de construir un capital a largo plazo, siempre entendiendo los riesgos y las estrategias adecuadas para cada perfil de inversor.
(*) Asesor Financiero (Matrícula CNV N°2227). Instagram: Agustin Acebo Finanzas