Fuerte caída en la construcción en el distrito
Comerciantes del rubro coinciden en que disminuyó de manera significativa la actividad y no perciben un repunte. También queda de manifiesto en la reducción de nuevas conexiones eléctricas vendidas en Claromecó
La construcción se redujo de manera muy clara en el primer semestre del año, en términos comparativos con similar período de 2023. Hay una menor cantidad de operaciones con los materiales, la venta de nuevas conexiones eléctricas en Claromecó bajó el 46 por ciento y creció el número de inscriptos en la bolsa de trabajo de la UOCRA.
La interrupción de la obra pública nacional tiene una lógica incidencia, pero además se suman otros factores como la mayor prudencia del sector privado para invertir, la recesión y en el caso puntual de nuestro distrito, la finalización de la obra de magnitud de YPF Agro y el retiro de la firma Intesar S.A.
En un tiempo económico difícil, la construcción es uno de los sectores más afectados con reducción en la demanda laboral y por ende, mayor desempleo.
Recaudos
José Alvarado, de la empresa Alvarado S.A., expresó en un diálogo con La Voz del Pueblo que “a partir de diciembre pasado las ventas disminuyeron alrededor del 40 por ciento y todavía no hemos logrado una recuperación. Si bien ahora no estamos en caída, no se logró revertir esa situación”.
Observó que “en marzo y abril se estabilizó, es el momento que estamos transcurriendo ahora. Muy bajas las ventas, pero ya no en caída”.
En términos generales, la experiencia que tienen sobre esta etapa en Tres Arroyos y Claromecó es similar. No obstante, agregó que “en la localidad incluso la caída fue más pronunciada. Se frenaron trabajos en casas de veraneo. La estadística que llevamos del reparto muestra que el trabajo ha sido menor que en Tres Arroyos”.
En cuanto a las obras públicas, indicó que “las que nosotros estábamos atendiendo, la mayoría están frenadas. Hay alguna que está traccionando en este momento, pero a un ritmo bastante más lento del que veníamos antes”.
En su evaluación, recordó los elevados índices inflacionarios de diciembre y enero, a partir de lo cual “de a poco se estabilizaron los precios. El día de hoy estoy sorprendido porque algunos productos bajaron, para Argentina dos o tres meses sin incrementos o con alguna baja es bastante tiempo”.
Con una mirada en el período reciente, afirmó que “hemos tenido años muy buenos y buenos, siempre que hay algún problema o cambio político, incertidumbre por lo que viene, genera desconfianza en la economía y la gente toma recaudos antes de hacer inversiones de largo plazo, que implican mucho dinero. En los cambios de gobierno se producen algunos parates”.
Por último, manifestó que “esperemos recuperar el impulso. Es una actividad que genera muchísimo trabajo, mano de obra intensiva. Cuando se frena la construcción repercute mucho por la cantidad de personas que se quedan sin empleo, es lo más grave”.
En la zona de Reta
La empresa Alemar tiene 14 años de trayectoria en Reta. Además comercializa materiales de construcción en Copetonas y Oriente. Silvia Ayrad dijo a este diario que “se resintió entre el 70 y el 80 por ciento. La costa venía años anteriores hubo mucha demanda, ahora ya no”.
Señaló que ya en la temporada se registró un menor movimiento. “Hubo consultas, pero muchas veces quedaba ahí, la decisión de mantenerse tranquilos para sobrevivir”, afirmó.
Además dijo que “nuestra construcción no es de primera necesidad. Acá son todos turistas, gente que viene a invertir, las condiciones no favorecen a que lo haga. Se paga mucho más por los servicios, el aumento general de los costos ha sido impresionante. Los gastos son demasiados, la gente se retrae”.
Entre otras apreciaciones, opinó que “va a ser difícil remontarlo. Las obras que se frenaron quedaron ahí y no se ven trabajos nuevos”.
Hacen traslados de mercadería a Copetonas y Oriente, como beneficio al cliente no han cobrado el traslado, pero la situación es muy ajustada. “Teníamos cuatro empleados, ahora contamos con dos. No despedimos, pero gente que se fue no se volvió a tomar. En otros momentos se necesitaba ese ingreso”, puntualizó.
Hizo referencia a una disminución en precios, en términos comparativos con diciembre: “hubo un desfasaje y desproporción con respecto a los proveedores, no las fábricas. Luego se estabilizó por la caída en la actividad”.
En Copetonas se realizan reparaciones o alguna casa nueva, pero también “hubo una baja. Son proyectos específicos”. Reiteró que los costos de los servicios, del combustible, más el alquiler quienes deben abonarlo y los salarios, junto a los impuestos “generan un combo que no podes trasladar al precio, porque no tenes venta. Nos vamos a encontrar con un embudo con el tiempo, que va a poner en riesgo a los comercios de la construcción y otros rubros”.
Un panorama común
Con las particularidades que tienen la costa, la zona rural y la ciudad cabecera, las obras evidenciaron un retroceso. Un repliegue de magnitud, situación en la que -con matices- coinciden quienes están vinculados a un ámbito de la economía que cuando está bien moviliza mucho el empleo.