Éxito de cañas, pesca y organización

Las 24 Horas de la Corvina Negra son un antes y un después en la pesca de la región, por su magnitud, imponentes premios, movimiento en la playa y estatus para los ganadores. Cumplir con todo y de gran modo es siempre un desafío, y el Club Cazadores lo sabe, lo respeta y responde con una organización prolija, sin fisuras y que deja conforme a todos.

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Este año la historia parecía complicada en la previa, el clima amenazaba, y hasta se indicó una alerta naranja el día anterior, la anticipada había bajado considerablemente y la inestabilidad del país generaba dudas. Pero el evento pesquero más importante de aguas abiertas de Sudamérica respondió, sus fieles participantes no defraudaron y el domingo a la tarde se coronó la fiesta con la premiación.

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Tres Arroyos en lo más alto

En lo deportivo los tresarroyenses Pablo Fernández y Agustín Miqueleiz dieron la nota con sus corvinas negras. De a poco la especie que le da el nombre el certamen por las imponentes piezas que se sacaban hace medio siglo atrás está reapareciendo en la cita, y esta vez fueron dos desde el sector oeste.

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Superada la incertidumbre del clima tras un día que amaneció con lloviznas, el primer ejemplar que llegó a la balanza puso en línea ascendente al evento. Es que Miqueleiz, en lo que fue su tercer tiro según él mismo relató, capturó una negra de 2,562 kilogramos y puso en marcha la ilusión de los 3137 inscriptos.

 

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La ola de pescadores que escucharon la noticia se trasladó para las Piedras de Franganillo, atraídos por el pichón. 15.30 fue el pique del rematador, y su liderazgo duró poco menos de 4 horas ya que a las 19.02 Pablo Fernández le arrebató la punta con una negra de casi tres kilos, 3,928.

 

La expectativa era que siga la buena pesca, ya que el mar aguantó en calma y sin peligro de tormenta, ampliando las horas para que los fanáticos sigan en la lengua del agua. Y cuando estaba oscureciendo un control avisó de una nueva captura, otro gran ejemplar, pero en este caso una rubia de casi 4 kilogramos. El tandilense Cristian Peralta fue el afortunado que en una edición sin negras había sido el campeón, pero las negras todo lo pueden y por eso terminó en el tercer escalón del podio.

 

La buena pesca siguió por la noche, la madrugada y primeras horas de la mañana, cuando prácticamente se cortó hasta el cierre del concurso.

La variada de los chuchos

En paralelo a las corvinas son los grandes chuchos los que impresionan con su tamaño. Con 10 puestos premiables, rápidamente se completó la ganchera y el mínimo quedó en 8,5 kilogramos.

 

Alejandro Luna fue el líder casi todo el fin de semana, ya que su ejemplar de 12,060 kilogramos lo pescó a las 15.20 del sábado en el 3° Salto. Pero como ha pasado tantas veces, un pescador rompió tantas horas de liderazgo con una pieza superior. Fue en el extremo opuesto, en el Arroyito, donde el dorregense Darío Marchane le arrebató el Toyota Etios al tresarroyense con su chucho de 13,720 extraído a las 13.55, casi a una hora del final.

 

Listos para más

Concluida la 62ª edición, el Club Cazadores tiene el aval para comenzar a planificar ya en su próxima edición. Con un grupo de trabajo con cerca de un centenar de personas saben que las cosas salen bien, los pescadores acompañan y las noticias de las 24 Horas de la Corvina Negra superan fronteras atrayendo concursantes de otras provincias y también países.

Fotos de Agostina Alonso

 

 

Fotos Caro Mulder