El Ford A de los Morante vuelve a Claromecó

Sin José, pero con su hijo César y familia, la tradición se renueva. En una breve entrevista los suarenses le contaron a La Voz del Pueblo cómo –finalmente- decidieron estar presentes este año en las 24 Horas de la Corvina Negra. Espera llegar este viernes alrededor de las 5 de la tarde

Ads

La tradicional presencia del Ford A en las 24 Horas de la Corvina Negra de Claromecó tendrá este año un giro inesperado pero emotivo. César Morante, hijo de José Morante, tomará el volante del vehículo emblemático para mantener viva la tradición familiar en el popular concurso pesquero que organiza el Club Cazadores Tres Arroyos.

El suarense José Morante, quien durante años (38) fue un participante querido y respetado en Claromecó, no podrá asistir nuevamente este año debido a complicaciones de salud que resultaron en la amputación de una de sus piernas.

Ads

Sin embargo su espíritu estará presente a través de su hijo César, quien decidió continuar con el legado familiar. “Era un sueño mío también algún día agarrar el Ford A y poder hacer un viaje largo”, comentó César a La Voz del Pueblo.

Morante hijo incluso podría participar del concurso pesquero si es que desde la organización se aprueba el cambio de titular de la entrada que estuvo dirigida –como desde hace años- a su padre José.

Ads

“Por más que no vaya con papá, era un sueño mío hacerle un viaje y bueno, en representación de mi viejo también, para continuar con la tradición”, expresó César que de chico supo acompañar a su padre a Claromecó.

El joven Morante no viajará solo. Lo acompañarán su esposa Silvana y su pequeña hija Jazmín, manteniendo de esta manera la costumbre familiar que siempre caracterizó la participación de los Morante en el evento.

La decisión de César de tomar el volante del Ford A no fue fácil. “Te digo que costó un montonazo eso”, confesó.

Ads

Por su parte, José Morante, visiblemente emocionado, expresó a este diario su alegría por la decisión de su hijo. “Estoy re feliz. Que vaya”, dijo el veterano participante.

“Él de chiquito fue y  Gloria (su otra hija) también. No estaba asfaltada la avenida 26 cuando ya íbamos”, rememoró.

A pesar de su ausencia física por segundo año consecutivo, José mantiene vivo el espíritu de la competencia y el cariño por Claromecó.

“Jamás me voy a olvidar de Claromecó”, dijo emocionado Morante quien recordó especialmente el trato que siempre tuvo con la él la prensa que cubre el concurso que organiza el Club Cazadores.

César planea salir a las 5 de este viernes y estima llegar a Claromecó alrededor de las 17, tras unas 12 horas de viaje con paradas para descansar y refrescarse con su familia como así también al histórico Ford A.

Mientras tanto José deberá enfocarse en su recuperación, asistiendo a un centro de rehabilitación y poniendo toda su energía en el proceso. “Pongo toda la energía, pero duele hasta el alma”, comentó con angustia pero al mismo tiempo con esperanza el hombre que supo cosechar amistades con la aventura de la pesca.