Trump sufrió una herida en la oreja derecha durante un acto de campaña en Butler, Pensilvania y debió ser retirado con una fuerte custodia del escenario. 

 

Por el ataque, una persona del público murió y otras dos debieron ser atendidos en grave estado. Mientras que el tirador fue abatido por el Servicio Secreto.

 

“Gracias a todos por sus pensamientos y oraciones de ayer, ya que fue solo Dios quien evitó que sucediera lo impensable”, fue el primer mensaje del expresidente. “No tendremos miedo, sino que permaneceremos resilientes en nuestra fe y desafiantes ante la maldad”, agregó. (NA)