Con la vitrofusión desde Misiones a Tres Arroyos
Desde la provincia de Misiones una pareja de artesanos recorrió una impresionante distancia para traer su arte –una vez más- a la Feria Nacional de Artesanos de Tres Arroyos.
Lorena Jacob y Damián Borsani, son los rostros detrás de la vitrofusión; una de las propuestas más coloridas y delicadas de la feria.
Para Damián esta no es su primera vez. “Vengo hace muchos años”, afirmó al recordar que su primera visita a la feria fue hace aproximadamente 12 o 13 años, y desde entonces, siempre elige volver.
La razón principal de cada regreso suyo a la feria tresarroyense es clara y emotiva. “Me gustan los tresarroyenses. Me gusta venir, la calidez y cómo te trata la gente”, contó.
Incluso recordó con asombro la vez que, al mencionar que venía de lejos en un almacén local, el dueño salió de detrás del mostrador y le dio un abrazo. Este tipo de experiencias le demostraron el buen trato que encontró en la ciudad.
Lorena y Damián recorrieron 1500 kilómetros para llegar a Tres Arroyos, y la misma distancia les espera para el regreso a Misiones.
Su arte es la vitrofusión, una técnica minuciosa que Lorena explicó a este diario. Para este arte se utilizan dos vidrios de ventana de 2 mm, ya que el de 4 mm resultaría demasiado pesado para piezas utilitarias. En uno de los vidrios, se aplica esmalte en polvo mezclado con agua. Una vez seco, se coloca la otra plancha de vidrio encima. Las piezas pueden ir planas al fondo del horno o utilizar moldes de cerámica. El horno permanece encendido unas 8 horas, pero el proceso completo -hasta que la pieza está lista- toma 24 horas.
Entre las creaciones que ofrece hay elementos decorativos hasta utilitarios y de joyería como “llamadores, fuentes, centros de mesa, jaboneras, ceniceros, anillos y escarapelas –que son el producto estrella–, entre otros.
La vida del artesano viajero no es sencilla. Damián explicó que “no es que todo es color rosa, hay veces que se pone bastante oscuro”. Como ejemplo mencionó que los costos son una preocupación constante, desde el combustible para recorrer los 1500 km hasta el mantenimiento del vehículo, y el desgaste –o rotura- de cubiertas al transitar rutas en muy mal estado.
Pero a pesar de los retos, confiaron que la feria de Tres Arroyos ofrece condiciones muy favorables para ellos. Consideran que es “muy accesible” y que el trato, tanto de la organización como de la municipalidad, es “muy bueno”.
Especialmente destacaron que la feria conserve la esencia de los artesanos que “se dedican con sus manos a hacer las cosas”, a diferencia de otros sitios donde predominan los revendedores.
En cuanto al aspecto económico, saben que este fin de semana “la venimos a pelear” debido a que la gente no tiene mucho dinero para gastar en artesanías.
Por eso explicaron que su estrategia es ofrecer artículos “lindos” pero también “económicos”, con la esperanza de impulsar a la gente a comprar, sabiendo que quizás no los vuelvan a ver en mucho tiempo.