Con la detención de los Santos surgió la investigación del jefe de Gendarmería
El procedimiento fue el 28 de septiembre de este año, y con el secuestro de teléfonos y documentación asomó “la vinculación” entre la familia que vendía drogas al menudeo y el ahora ex responsable local de la fuerza nacional de seguridad, dijo el fiscal Gabriel Lopazzo a La Voz del Pueblo
Una investigación de más de un año culminó con una serie de allanamientos y detenciones que desarticularon una red de narcomenudeo en la que estaría implicado el jefe del escuadrón de Gendarmería Nacional de Tres Arroyos, Nicolás Guzmán Soto.
Según informó a La Voz del Pueblo el fiscal Gabriel Lopazzo, se realizaron siete allanamientos en seis domicilios de Tres Arroyos y uno en Claromecó, que arrojaron como resultado la incautación de drogas, dinero y equipos electrónicos, así como la detención de tres personas; Guzmán Soto y dos mujeres.
La operación, que comenzó a finales de septiembre con una primera ronda de allanamientos y detenciones, se centró inicialmente en la familia Santos.
“Del análisis de los celulares, anotaciones y demás elementos secuestrados en esos primeros operativos, surgió la vinculación con el jefe de Gendarmería”, explicó Lopazzo a este diario.
Esta fue evidencia suficiente para que la Jueza de Garantías subrogante, Fabiana Brandolín, autorizara los nuevos allanamientos, incluyendo el domicilio particular del jefe de Gendarmería y la sede de la fuerza en la ruta 3.
Aunque el rol exacto del jefe de Guzmán Soto aún no está completamente definido, el fiscal señaló que “tenía una vinculación cercana con la familia Santos, de charlas permanentes, vinculadas a la actividad ilícita que desarrollaban”.
Entre los detenidos se encuentran también dos mujeres, una hija de los Santos y otra allegada a la familia, ambas presuntamente involucradas en el comercio minorista de estupefacientes. “Comercializaban droga, la vendían”, afirmó Lopazzo, quien explicó que la banda operaba tanto en modo delivery como en puntos fijos de venta, y utilizaban aplicaciones de mensajería como Telegram para contactar a los clientes.
La investigación reveló que la organización manejaba principalmente marihuana y cocaína, aunque también se encontraron pastillas en los primeros allanamientos.
La venta se realizaba al menudeo, comercializando la cocaína por “boquitas” y la marihuana por cigarrillos o “porros”.
Aunque en esta última ronda de allanamientos no se incautaron grandes cantidades de droga o dinero, el fiscal destacó que en operativos anteriores se habían decomisado importantes sumas de dinero, incluyendo dólares, lo que evidencia un “movimiento de plata importante” por parte de la organización.
Lopazzo subrayó en declaraciones a este diario que la investigación sigue en curso y que aún falta “fortalecer los elementos” contra los implicados.
El investigador confió además que en los buzones antinarcos colocados en distintos puntos de la ciudad “surgieron varias notas vinculadas a que ésta familia se dedicaba al comercio (de drogas)”.
Los detenidos se enfrentan a cargos de comercio de estupefacientes y permanecen bajo custodia a la espera de su audiencia judicial ante el fiscal Gabriel Lopazzo.