¿Cómo un grupo se puede transformar en equipo?
Por Martina Lasaga (*)
Cuando hablamos de Grupo hacemos referencia a un conjunto de personas que se reúnen o colaboran juntas, pero que pueden tener objetivos individuales diferentes. Los miembros de un grupo pueden colaborar ocasionalmente, pero mantienen cierta independencia en sus tareas y responsabilidades.
Un equipo, en cambio, implica un conjunto de personas que colaboran de manera coordinada hacia un objetivo común específico. Los miembros de un equipo tienen roles complementarios y dependen unos de otros para alcanzar el resultado deseado.
Características distintivas
-En un Grupo:
Los objetivos pueden ser diversos o paralelos
La comunicación tiende a ser más formal o estructurada
El liderazgo suele ser jerárquico
Los resultados son la suma de esfuerzos individuales
La responsabilidad es principalmente individual
-En un Equipo:
Existe un propósito compartido y claramente definido
La comunicación es más fluida e informal
El liderazgo puede ser compartido o rotativo
Los resultados surgen de la sinergia colectiva
La responsabilidad es compartida y mutua
Un grupo sería un sector de una empresa donde cada empleado tiene tareas específicas independientes. Un equipo sería un grupo de cirujanos, anestesistas y enfermeros realizando una operación, donde cada rol es esencial y complementario.
Esta distinción es importante en contextos laborales, deportivos, educativos y organizacionales, ya que determina las dinámicas de trabajo y los resultados esperados.
El proceso de transformación
La evolución de un grupo hacia un equipo no es automática ni instantánea. Requiere un proceso deliberado que atraviesa varias etapas:
Etapa 1: Formación
El grupo se constituye, los miembros se conocen y establecen las primeras normas básicas. Aquí predomina la cortesía y la incertidumbre sobre roles y objetivos.
Etapa 2: Conflicto
Surgen las primeras tensiones, diferencias de opinión y luchas por el liderazgo. Es una fase crítica aunque necesaria para el crecimiento.
Etapa 3: Normalización
Se establecen acuerdos sobre cómo colaborar juntos, se definen roles más claros y comienza la colaboración real.
Etapa 4: Desempeño
El grupo se convierte en equipo cuando logra trabajar de manera sinérgica, con comunicación fluida y enfoque compartido en resultados.
Factores claves para la transformación
-Definición clara de un objetivo común y significativo
-Establecimiento de roles complementarios (no solo individuales)
-Desarrollo de confianza mutua entre los miembros
-Creación de normas de funcionamiento consensuadas
-Implementación de sistemas de comunicación abierta
“Colaborar en equipo es el secreto que hace que las personas comunes logren resultados extraordinarios”, decía Ifeanyi Onuoha.
(*) La autora es licenciada en Economía (egresada de la UNS). Con especialización en Economía del Comportamiento (UCEMA) y Neurocoaching. Experta en Bienestar y Felicidad Organizacional (Universidad de Nebrija, España).