¿Cómo evitar una fuga de energía mental?
Por Martina Lasaga (*)
La velocidad y rumiación mental están sobrevaloradas. Vivimos en un mundo cada vez más agitado, en el cual la velocidad pareciera ser la bandera de la victoria hasta que llegamos al punto del agotamiento mental.
Tenemos la creencia que pensar mucho y rápido es algo positivo, aunque la realidad nos muestra que podemos ser eficientes sin padecer las consecuencias del desgaste energético desmesurado. Pareciera que cuanto más rápido respondemos y actuamos mejores somos y esto no siempre es así.
El desafío que se nos presenta entonces, es el de aprender a parar la pelota y pensar más lento, tranquilizar y entrenar nuestra mente para sentirnos mejor y lograr resultados de una forma más placentera.
Existen algunas formas de resolver las cosas sin dejar de ser efectivos ni la excelencia de lado; pensar más despacio. Esto nos va a ayudar, entre otras cosas, a sentirnos menos presionados, bajar nuestra ansiedad y a priorizar lo importante por sobre lo urgente y a optimizar nuestros recursos internos para dejar de desperdiciar nuestra energía mental.
Dos tips claves
Te comparto 2 técnicas para lograr aquietar la mente y gestionar el pensamiento rumiante:
-Dibujar un cuadrante. Tomá una hoja de papel en blanco, dibuja una cruz y vas a tener 4 espacios. Toma una respiración profunda mientras te enfocas en ralentizar tus pensamientos para luego dividirlos en 4 partes. Escribí en cada cuadrante un concepto o palabra clave que los representen.
El bajar a papel hace que quitemos la energía mental, lo que permitirá ordenar tus ideas y descongestionar tus niveles de pensamiento.
-Círculos concéntricos. Dibuja 3 círculos con colores distintos; un círculo grande que va a contener 2 más pequeños, cada uno de distinto color. Luego escribí en el círculo central lo principal del pensamiento y la información que trae, por ejemplo un aprendizaje, una decisión, etc. En el círculo del medio describí la emoción que esto te produce y en el círculo exterior vas a anotar una acción a tomar o alguna reflexión al respecto que te sirva para avanzar o incluso descartar ese pensamiento perturbador.
Estas son 2 técnicas sencillas que podes incorporar a tu rutina y que por supuesto, para que te sirvan tendrás que aplicarlas regularmente. Te pueden ayudar a dominar y entrenar tu mente para pensar más lento y lograr mejores resultados sin desgastar tu energía.
(*) La autora es licenciada en Economía (egresada de la UNS). Con especialización en Economía del Comportamiento (UCEMA) y Neurocoaching. Experta en Bienestar y Felicidad Organizacional (Universidad de Nebrija, España).