Chau cepo cambiario
¿En qué puede mejorar o empeorar nuestras vidas?
Por Agustín Acebo (*)
El Gobierno anunció oficialmente, a través de un comunicado del Banco Central, el inicio del proceso para levantar el cepo cambiario. Antes de analizar el impacto inmediato de esta medida, es útil repasar brevemente por qué el cepo es dañino para el funcionamiento de una economía sana, y cómo puede haber contribuido al estancamiento económico que sufre Argentina desde 2011, Justamente en octubre de este año fue creado durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
-¿Qué es el cepo y por qué importa?
-El cepo cambiario es una restricción que impide a los ciudadanos comprar libremente moneda extranjera, principalmente dólares. Aunque parezca que esto afecta solo a quienes quieren ahorrar en otra divisa, sus consecuencias son mucho más profundas.
Vivimos en un mundo globalizado: celulares, electrodomésticos, autos y hasta insumos básicos provienen del exterior. Cuando compramos un producto importado en pesos, el importador debe luego conseguir dólares para reponerlo. El cepo le complica ese acceso, genera escasez, encarece los precios y distorsiona los incentivos.
-¿Por qué el Banco Central impone un cepo?
-La clave está en el balance del BCRA. Como cualquier banco, tiene activos (reservas en dólares, oro, etc.) y pasivos (principalmente la base monetaria y títulos de deuda). Para tener una economía sana, los activos deben respaldar los pasivos. Es decir, si todos quisieran cambiar sus pesos por dólares, el BCRA debería poder responder.
Pero eso no ocurre porque el Estado ha gastado sistemáticamente más de lo que recauda. ¿Cómo financia ese déficit?
1). Con deuda: pero Argentina está fuera de los mercados internacionales por su historial de defaults.
2). Con impuestos: pero subirlos tiene un alto costo político y económico.
3). Con emisión monetaria: es la vía más usada. El BCRA imprime dinero para cubrir el gasto público, lo que deteriora el valor del peso y genera inflación.
En 2023, Argentina tuvo meses con inflación más alta que la inflación anual de muchos países. Un claro síntoma de que nuestra moneda estaba en caída libre.
¿Cómo se revierte esta situación?
La salida debe ser ordenada, siguiendo los pasos inversos:
1). Eliminar el déficit fiscal. Gastar menos de lo que se ingresa.
2). Detener la emisión. Solo es posible si el Estado deja de necesitar financiamiento extra.
3). Volver al crédito internacional. Con una economía ordenada, el país puede reducir su riesgo y financiarse a tasas razonables, lo que beneficiaría a empresas y ciudadanos con más inversión, empleo y precios más estables.
¿Y ahora qué?
Levantar el cepo no es solo una decisión política: es también una señal. Una señal de confianza, de normalización y de respeto por las reglas del mercado. Por supuesto, hay distintas posturas al respecto. Algunos apoyan el camino elegido, otros lo critican con argumentos válidos.
Pero más allá de la coyuntura, hay una verdad técnica que vale recordar: no hay moneda sana sin disciplina fiscal. Y sin moneda sana, no hay economía estable que resista.
A lo largo de la historia
La historia está llena de ejemplos que deberíamos tomar como referencia para evitar repetir los errores del pasado. A lo largo del tiempo, distintas civilizaciones utilizaron diversos métodos para intercambiar valor. Estos sistemas no solo reflejan la evolución del dinero, sino también las consecuencias de su mal uso.
Dinero de objeto (dinero-mercancía)
Antes de la invención de la moneda, muchas culturas utilizaron objetos simbólicos o valiosos:
-Conchas de caurí: muy comunes en África, Asia y Oceanía.
-Piedras rai: enormes discos de piedra caliza utilizados en la isla de Yap (Micronesia).
-Plumas, cuentas de vidrio, pieles, colmillos , entre otros, según la región.
-Sal como medio de intercambio. Utilizada como moneda en civilizaciones como la romana, africana y china. La palabra “salario” proviene de salarium. Proviene de salarium, un pago hecho en sal.
-Metales preciosos: Se comenzó a usar oro, plata, cobre y estaño como dinero, inicialmente por peso, antes de acuñar monedas.
Monedas en el mundo clásico
-Griegos: usaban la dracma.
-Romanos: introdujeron el denario, el sestercio y el aureus.
– A medida que los imperios crecían, se fue uniformando el sistema monetario.
Lo curioso (y preocupante) es que muchas civilizaciones compartieron un patrón: buscar aumentar la cantidad de dinero en circulación sin aumentar los bienes o servicios disponibles. Por ejemplo, un médico dejaba de curar pacientes para acuñar monedas. El resultado era evidente: escasez de profesionales, exceso de dinero, inflación, colapso económico… y en muchos casos, hambrunas.
Fue allí donde el patrón oro ofreció una solución: al ser escaso y difícil de conseguir, nos obligaba a producir verdaderos bienes y servicios para progresar como sociedad. Nos incentivaba a servir, a trabajar, a intercambiar valor real.
Entonces, si la historia ya nos mostró una y otra vez que crear dinero fácil lleva al desastre ¿Por qué lo seguimos haciendo? ¿No sería más lógico dejar de imprimir dinero sin respaldo y atacar el problema de raíz?
Personalmente, creo que ese es el camino correcto.
La salida del cepo no es ni más ni menos que una señal: una oportunidad para que los argentinos podamos utilizar distintos medios monetarios y así iniciar un ciclo más sano de crecimiento real y sostenido. Sin imposiciones por parte de nuestros dirigentes, deberíamos poder elegir con libertad transar en la moneda que consideremos conveniente (ya sean pesos, dólares, oro o incluso bitcoin).
En lugar de encaminarnos hacia el colapso económico, estaríamos avanzando en la dirección opuesta.
Por supuesto, serán los resultados los que finalmente juzguen si este nuevo paso fue un éxito o un fracaso.
Buen domingo y buenas inversiones para todos.
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