CalamaRock y cocina
El reconocido músico argentino pasó por la Fiesta del Olivo donde brindó una masterclass de cocina y música. Antes habló con La Voz del Pueblo y contó cómo es su vínculo con el aceite de oliva
“Hoy le decía a Muriel, mi amiga y manager, yo quiero hacer esto toda la vida, viajar. Si me hice músico para viajar y me hice olivícola para no tener que pagar por el aceite”, dijo entre risas Javier Calamaro, después de recorrer los puestos de los productores en la Fiesta Provincial del Olivo.
Un par de horas después se subiría al escenario para conducir una masterclass de cocina –con el aceite de oliva como protagonista- y también de música. Lo acompañaron Coky Pedersen y Gabriela Correa, en las hornallas; y Leandro Chiappe, en teclados.
Ese Javier Calamaro que todos conocemos empuñando una guitarra y cantando con esa voz grave y profunda que tanto lo caracteriza, éste sábado compartió su otra pasión –que también llevó a la televisión- la cocina, especialmente a través del aceite de oliva.
Hace tiempo que dejó de ser sólo un consumidor del fruto del olivo, para convertirse en un productor olivícola que orgullosamente muestra su propia marca, Calamaro.
“Yo soy fanático del aceite de oliva. Así que ya estar acá para mí es un privilegio, porque yo vengo a ser parte de esto y amo esto. O sea, para mí estar rodeado de aceite de oliva es como estar, no sé, en el lugar que más me gusta”, comentó después de recorrer, degustar y conversar con productores dorreguenses.
“Yo aprendí del arte del aceite de oliva, del mejor. Por suerte la vida me juntó con Gabriel Guardia que es nuestro mejor enólogo olivícola del continente; y nos hicimos grandes amigos”, dijo Calamaro sobre la experiencia que luego lo llevaría a experimentar la cata, y el conocimiento en producción, hasta tener su propio aceite de oliva.
Su gusto y saberes sobre el tema son notables. Ello se percibe cuando se le pregunta por las bondades del olivo le brota información, se sonríe mientras describe y no sólo se queda con que “tiene beneficios extraordinarios para la salud como tomárselo antes de beber para que te recubra las paredes del estómago”.
En su caso confió que bebe aceite de oliva en ayunas por el tipo de producto que está consumiendo. “Cuando los olivos son buenos, son nobles, son de buena región, cuando el terroir (terruño) es bueno, digamos, preferentemente de una tierra precordillerana, preferentemente de Mendoza, las aceitunas las cosechamos verdes. No hay aceitunas negras en el árbol que estamos cosechando”, dijo al describir el proceso que se le aplica.
Y agregó que el horario también tiene que ver, puntualmente la amplitud térmica de la zona. “Preferentemente la cosecha la hacemos a la noche para los primeros olivos que vamos a centrifugar y ahí está como el secreto, lo que aprendí que fue muy puntual y lo aprendí para mí, para mi familia principalmente como aprende uno de las cosas que considera más importantes.
“Nosotros cosechamos aceitunas verdes, no maduritas negras, y las centrifugamos. Hacemos el mosto de la aceituna, el jugo que sale de la extracción de todo, con carozo y con piel, dentro de las seis horas de la cosecha”, expresó al reseñar el modo en que trata al fruto que le gusta consumir, y con qué proceso.
Luego explicó que el resultado es un alimento muy saludable que tiene muchos beneficios; “en este caso es un súper alimento porque preserva una cantidad de polifenoles extraordinaria”.
Su paso por el anfiteatro del Vivero Parque Municipal reunió a una gran cantidad de público que posteriormente tenía una agenda de eventos para seguir disfrutando en la 15º Fiesta Provincial del Olivo, que tiene hoy su jornada de cierre con shows, certamen de cocina, stands y patio de comidas.