“Siempre fui un tipo muy esperanzado”
En marzo de 2001, José Luis Basualdo asumió la dirección de LU24 Radio Tres Arroyos. Con anterioridad, había integrado el equipo periodístico desde joven y durante más de una década, hasta que partió hacia el sur para formar parte del diario El Chubut. “Lo que más satisfacción me da es ser útil”, expresó sobre su experiencia en la radio.
Al cumplirse el 50º aniversario de LU24, dialogó con este diario sobre la manera en que conoció a la radio como medio de comunicación, su elección por el periodismo y distintas etapas que integran su trayectoria.

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En el sur
Una voz muy particular
Nació en El Perdido (Estación Guisasola), partido de Coronel Dorrego, el 6 de mayo de 1957, en una cama de dos plazas, “era la época en la que los chicos nacían en la casa”.
Cursó los estudios secundarios en Coronel Dorrego y egresó en diciembre de 1974, con 17 años. Tenía esa edad en marzo de 1975, cuando ingresó como empleado del Banco Nación en Bahía Blanca.
Uno de sus compañeros de trabajo era Juan Carlos Dobal, hijo de Esteban Juan Carlos Dobal, jefe del informativo de LU3, quien “tenía una voz muy particular, muy especial. Es al primero que escuché adentro de una radio. Hermano del autor de El Detalle que Faltaba, la tira gráfica humorística. Son todos bahienses, había un cura en la familia, monseñor Dobal, de Villa Mitre”.
Tiene muy presente una visita ocasional a LU3, cuando su compañero fue a llevarle algo a su padre. “Entré y me enamoré de la radio. Fue mi primer impacto”, afirmó.
Comenzó a estudiar Bioquímica en la Universidad Nacional del Sur, con su novia y actual esposa Silvia. “Lo hice dos años”, puntualizó, mientras que Silvia se recibió y ejerce la profesión.
Comenzó a estudiar Bioquímica en la Universidad Nacional del Sur, con su novia y actual esposa Silvia. “Lo hice dos años”, puntualizó, mientras que Silvia se recibió y ejerce la profesión.
Por entonces, hizo prácticas en LU 3, trabajó en Deportes y colaboró a su vez con La Nueva Provincia, mediante la realización de estadísticas de básquet.
En 1976, su padre “estaba preocupado por el presente que vivía Bahía Blanca, había cosas que todos conocemos” y lo convenció de venir a Tres Arroyos. “Se había jubilado. Mis viejos estaban instalados acá. Me trasladaron del Banco Nación a la sucursal de Tres Arroyos”, explicó.
En consecuencia, dejó los estudios universitarios. A través de un vínculo de amistad de su familia con José Elías, padre de Leonel Elías (uno de los fundadores de la radio), se acercó a LU24 y lo probaron en prácticas, comenzó a desempeñarse en Deportes y luego quedó como empleado formal de medio turno de 21 a 1, en el informativo. Hasta que “en el 80, me fui del Banco Nación y pasé a tener turno completo en la radio”.

José Luis Basualdo dialogó con La Voz del Pueblo sobre los cincuenta años de LU24 y describió distintas etapas en su actividad periodística
En el sur
Cuando recibió una oferta de trabajo del diario El Chubut en 1988, no sabía si era un medio que le iba a gustar. Es que “estaba acostumbrado a la espontaneidad de la radio, me enseñaron que tenía que ser ‘ahora’. Pasó la noticia y la radio la tenía que dar. Después me apasionó el diario”.
Durante 13 años trabajó en la agencia de Puerto Madryn, realizó además tareas para El Chubut en Trelew y puso en marcha la agencia de Comodoro Rivadavia.
La competencia implicaba un desafío, debido a que “en Trelew también estaba el diario Jornada”.
El origen de su regreso fue un encuentro con un grupo de amigos tresarroyenses que lo visitaron en Puerto Madryn, en el año 2000.
El origen de su regreso fue un encuentro con un grupo de amigos tresarroyenses que lo visitaron en Puerto Madryn, en el año 2000.
Sobre el encuentro, comentó que “me decían ‘tenés que volver a Tres Arroyos, la radio está medio tristona’. Empecé a macerar la idea en mi cabeza, yo había crecido profesionalmente mucho. Mi esposa también ganaba bien en su profesión, los chicos estaban grandes, terminando el Secundario en esa época”.
No se trató de una decisión fácil, pero “evalué que los dolores de cabeza como empleado, podía tenerlos pero para mí, con algo propio. Había que cortar el hilo, tomé la decisión y a otra cosa mariposa”.
Cambios
Sonriendo, José Luis Basualdo hizo referencia al año en que nació la nueva etapa de la radio, bajo su conducción. “En 2001, el mejor momento de Argentina –ironizó-. Si superaba ese momento después lo posterior, a no ser si lo comparamos con lo de hoy, no iba a ser tan difícil”.
La premisa, desde el 10 de marzo del mencionado año, fue “hacer una radio distinta. Que no esté más acartonada, con un poco más de improvisación y mucha espontaneidad, sin filtrar tanto. Con prudencia, pero sabiendo que las cosas que se pueden hacer no van a herir. Queríamos darle vértigo”.
La página de Internet se originó “de casualidad”, hace más de quince años, y su desarrollo estuvo relacionado con el viaje a las islas Malvinas. “Dije ‘¿si me voy a las Malvinas?’ Entonces fui a ver a Carlos Scarpielo, un señor que ya falleció que era gerente de La Perseverancia, le gustaba la radio, teníamos una muy buena relación personal y comercial. Le comenté mi idea, le pedí apoyo y le di un papel con los costos. Me respondió ‘Sabés que me gustó. Hacelo’”.
Llevó una cámara digital “que parecía un cajoncito”. El servicio de Internet en las islas era caro y muy lento. Envió fotos de lugares típicos y algunas suyas. “Mi hijo que es autodidacta en el tema de la computación me comentó ‘fíjate papá que hay una página en la radio que ustedes usan para las transmisiones de Huracán. Solamente poníamos audio en ese sitio de los partidos. Ahí empezaron a aparecer tres o cuatro fotos de Malvinas, cuando volví agregamos una cosa, otro día otra. Teníamos 250 o 300 conexiones en los partidos de Huracán, con Malvinas llegamos a 400 o 500 por día, nos embalamos, y ahora tenemos dos millones de visitas por mes. La gente se acostumbró”.
La radio amplió su presencia en la región y adoptó un perfil netamente informativo, “a tal punto que el primer tema musical se escucha a las dos de la tarde”.
Enumeró “los viajes al exterior llevando gente”; así como salidas más breves y de menor distancia, con una finalidad periodística. A modo de síntesis, sostuvo que han tenido la oportunidad de cubrir “hechos lindos, agradables y hechos trágicos que lamentablemente en el fondo son noticia”.
Motivación
Cuando es necesario o las circunstancias lo requieren, sale a realizar una cobertura. “No me avergüenza –subrayó-. El dueño de la radio fue a sacar una foto o puso un grabador. Nosotros los periodistas tenemos generadores de información, que no son tus colaboradores inmediatos, es la gente. Entonces siempre les digo prefiero que me despierten a las cuatro de la mañana y no tener que retarlos al día siguiente cuando te llaman, ‘decímelo en el momento justo’. Y todos los que me conocen saben el momento justo”.
Valoró “el amor y cariño” del equipo de trabajo de la radio por esta tarea. “Hay un compromiso muy grande de la gente. Al margen de que vos puedas decir si gano mucho, si gano poco, si el gremio, el horario. A todo le encontramos solución, no se va nadie insatisfecho por una cuestión de trabajo. Aparte tengo la recompensa cuando te dicen ‘¿Querés que vaya a tal lado?’. Es un buen ambiente, eso es lo interesante”. El pedido que hace a todo el personal es “que no me aflojen”.
La mayor satisfacción
Para José Luis Basualdo, un aspecto central es “poder ser útil, desde encontrar un perro, conseguir sangre, actuar como nexo con un funcionario si un vecino necesita ayuda”.
Dejó en claro que “a veces la gente no entiende que la radio es un medio de vida, nosotros vendemos nuestro producto, es nuestro pan”.
Dejó en claro que “a veces la gente no entiende que la radio es un medio de vida, nosotros vendemos nuestro producto, es nuestro pan”.
En este sentido, dijo que es importante “poder dar mano de obra. Siempre tener la ambición de intentar todos los días ser un poco mejor. No soy resentido, en todos lados hay problemas, en toda empresa hay quienes están bien, otros no se sienten bien y se van. No reniego de aquellos momentos en que pude haber tenido a la Justicia en contra. Porque si es Justicia, es así. Se pueden haber cometido errores o no. No reniego del pasado”.
Con alegría, habló de la cosecha de “amigos verdaderos” y expresó:
“Creo que todo es posible en la vida, aun estando enfermo o incapacitado por algo. Siempre fui un tipo muy esperanzado, las cosas se pueden hacer poniéndole voluntad, ganas, ahínco. Hay que tratar de contagiar a los que están con vos, confiar en las generaciones jóvenes. Los viejos tenemos que nutrirnos, necesito que la gente que está al lado mío sepa más que yo. Tenga la misma o más iniciativa que yo para hacer las cosas”.
“Creo que todo es posible en la vida, aun estando enfermo o incapacitado por algo. Siempre fui un tipo muy esperanzado, las cosas se pueden hacer poniéndole voluntad, ganas, ahínco. Hay que tratar de contagiar a los que están con vos, confiar en las generaciones jóvenes. Los viejos tenemos que nutrirnos, necesito que la gente que está al lado mío sepa más que yo. Tenga la misma o más iniciativa que yo para hacer las cosas”.
En su análisis, sostuvo que “lo único que me fastidia y no hago, es periodismo de los periodistas”, tras lo cual realizó una observación: “Tienen que cumplir una línea que le marca el medio, está bárbaro. Pero la función nuestra no es ser jueces, sí colaborar con la Justicia. La política partidaria creo que no se hace desde los medios de comunicación, no voy a defenestrar a alguien que no me gusta. Es cierto que los medios tenemos un apoyo importante de la política partidaria, todo el mundo sabe que los políticos en campaña compran sus espacios publicitarios, es nuestro negocio lícito vender publicidad, no nos interesa si es para uno u otro”.
Finalmente, manifestó que “tratamos de buscar el mayor equilibrio, no hay nadie que haya venido a contar algo y le hayamos dicho con vos no hablamos”.
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En todas
El lunes 31 de marzo de 1997, cuando se desempeñaba en el diario El Chubut, José Luis Basualdo fue secuestrado y golpeado en Puerto Madryn. “Un momento duro”, recordó ante una pregunta puntual de este diario. “Me quemaron el cabello”, además de realizar “una simulación de fusilamiento”.
El hecho “tuvo trascendencia nacional porque había pasado lo de Cabezas y era un ataque a otro periodista. No resultó fácil superarlo”.
No obstante, subrayó que tuvo el apoyo de “mis familiares, amigos y la empresa editora del diario, los Sáez, que fueron y siguen siendo mi familia. Me emociona porque estuvieron conmigo en todas, hasta en la peor”.