Un oficio con muy poco semillero
La factura de gas, la de luz, la bolsa de harina… En este 2018, al igual que al resto de las actividades comerciales, a las panaderías se les achicó el margen por los aumentos en los servicios y en los insumos. Y si bien es cierto que esa es la preocupación que más pesa hoy en los propietarios de las panaderías, hay otro tema que a esta altura ya se convertido en un problema crónico: la dificultad para conseguir mano de obra.
“Está bravísimo que se incorporen jóvenes. De lunes a jueves la cosa va bárbaro, pero viernes y sábado se te escaparon… Tienen que entrar a las cinco y nunca llegan. Entonces los propietarios reniegan tanto que prefieren no sumar a nadie”, explica Juan Manuel Salgado, secretario del Sindicato de Obreros Empleados Panaderos de Tres Arroyos.
Esta dificultad, que afecta por igual a todas las panaderías del distrito, comenzó a evidenciarse hace unos 15 años, y el gremialista no dudó en afirmar: “es un tema que preocupa, y mucho, a los propietarios de las panaderías”.
La principal traba que encuentran hoy los panaderos para conseguir personal es la necesidad de madrugar para ingresar a la panadería bien temprano por la mañana. “Es difícil conseguir gente joven que quiera madrugar, y también ocurre que agarran el trabajo, y a la semana ya se empiezan a quedar dormidos. Hasta que después no van más”, indica Salgado, quien tiene 49 años de panadero y hace 24 que está a cargo del sindicato que abarca los partidos de Tres Arroyos, San Cayetano y Gonzales Chaves y cuenta hoy con alrededor de 130 afiliados.

“La verdad es que los chicos no quieren madrugar, y eso que ahora no es como cuando empecé. Yo arranqué en 1969 y entraba a las 2 o a las 3. Era tremendo. Ahora tiene que ir a las 5 o a las 6, pero no van… El principal problema es el fin de semana”, dice. El horario no se puede modificar porque el pan se consume por la mañana. “No sólo por la elaboración sino por el reparto. Hay muchas panaderías que reparten y para que el pan se venda lo tenés que llevar temprano”, agrega.
Toda una vida
Salgado empezó a trabajar en la panadería La Francesa en 1969, con 15 años. Gracias a su tío, “un gran maestro panadero de la panadería San José”, ya tenía una base del oficio que ejerció hasta hace un par de años. “Yo siempre trabajé de panadero y siempre con el mismo patrón”, dice con orgullo Juan Manuel que está con licencia gremial por ser el secretario general del sindicato y en pocos días más le llegará la jubilación.
“Arranqué en La Francesa, después pasé a la San Carlos y más tarde a la San Agustín, en Viamonte y Caseros, todas con los hermanos Edgardo y Jorge Sáez. Lamentablemente Jorge ya falleció”, cuenta.
Buena parte de su trayectoria la hizo con horno a leña, llegó a ver como los maestros hacían todo a mano, felipe por felipe. “Antes era mucho más difícil el trabajo. Se entraba a las dos o a las tres de la mañana, y los sábados, como el domingo no se abría, se trabajaba el doble, porque la gente se llevaba el pan para el otro día también”, recuerda.
“Pero todo fue cambiando y hace un par décadas aparecieron los hornos rotativos, y máquinas que hacen que todo sea más fácil”, dice. Los avances tecnológicos también impactaron en la mano de obra, “porque ya no era necesario tener tanto personal”. Eso hizo que los maestros que se fueron jubilando no se reemplazaron.
“Desde hace un tiempo salvo excepciones, no hay panaderías con mucho personal. Y ocurre que en la mayoría trabajan los dueños o familiares del propietario”, indica el secretario gremial.
En la despedida, Salgado aprovecha para saludar a los afiliados y recuerda que hoy es “día no laborable, y para los que trabajen les corresponde que les paguen doble”.
—0—
La huella
de Enrique
Malatesta
de Enrique
Malatesta
El Día del Panadero en Argentina es, en rigor, el Día Nacional del Obrero Panadero. El nombre de la fecha hace referencia a que fue un 4 de agosto, pero de 1887, cuando se creó el primer sindicato de obreros panaderos.
Llamado en su momento Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos,
Llamado en su momento Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos,
la creación de este primer sindicato de obreros panaderos fue obra del famoso anarquista Enrique Malatesta. En su corta estadía en Argentina, entre 1885 y 1889, este activista político dejará una fuerte impronta en lo que fueron los orígenes de la organización del movimiento obrero en ese país.
El 4 de agosto fue reconocido oficialmente como Día Nacional del Panadero por el Congreso Nacional argentino en 1957. Desde entonces, la conmemoración de esta fecha es un clásico en la sociedad argentina y los círculos ligados a la producción del pan y otras delicias.