26|09|23 09:30 hs.
Huracán disfrutó un nuevo festejo en el clásico ante Quilmes, pero esta vez fue en casa ajena, con lo cual el sabor fue distinto, especial. Uno de los máximos responsables para que ello pasara fue Javier Elizondo, autor de los 2 goles en la victoria del Globo por 2 a 1.
Un partido especial, en un ambiente particular y distinto por la multitud que le puso brillo y color, siendo, además, un envión para escaparse un poquito más en la punta de este Clausura. “Nunca es un partido más ante el clásico rival, de visitante, y con nosotros aspirando en ir acomodándonos mejor para lograr el campeonato. Sabíamos que dependíamos de nosotros, y creo que hicimos un gran partido desde la inteligencia; quizás no jugamos de la forma que nos gusta, de la manera que lo hacemos casi siempre, pero lo importante es que nos llevamos los tres puntos”, destacó el goleador.
Esta fue una firme demostración que el equipo de Leo Gómez está firme. “Esto habla mucho de la madurez, de la personalidad del equipo; un partido con un marco muy lindo, nosotros con mucha presión, y lo sacamos delante de buena manera”, valoró.
Fundamentalmente en el primer tiempo, el Globo se amoldó a lo que pedía el partido. “El rival obliga; ellos necesitaban ganar para descontar puntos y nosotros también para seguir dependiendo de nosotros mismos. En el segundo tiempo fuimos más claros con la pelota, dispusimos de más espacios y si hubieran cobrado el tercer gol (el que le anularon a él mismo por posición adelantada) la diferencia de 2 goles hubiese sido justa porque generamos las chances”, resaltó Elizondo.
En la parte inicial Huracán pegó justo, y en el complemento después de 10’ iniciales desfavorables, el albo se afirmó hasta poner el 2-0 merecidamente. “La diferencia de dos goles creo que era lógica, clara; pero fue un partido de un rato para cada uno. Y nosotros nos tuvimos que acomodar en el primer tiempo según lo que hacía el rival, y en el segundo con la pelota tuvimos paciencia, decidimos mejor y ahí marcamos la diferencia”, analizó
Se sabe que tanto en el fútbol como en cualquier juego de equipo, lo grupal está por sobre todo; pero para un goleador convertir por duplicado revitaliza una sensación especial. “No me sirve de nada hacer 15 goles en un torneo y que el equipo no pelee el campeonato. Lo más importante de marcar es que sirva para sumar, siempre el grupo y el equipo están por encima de todo; siempre lo sentí así. Lo más importante de los goles, más allá que a uno le den confianza, es que sirvan para ganar”, confesó un Elizondo que el domingo volvió a jugar como ese delantero central que tantas alegrías le regaló a Huracán.