Con un gol en cada tiempo, de Tobías González y Leonardo Alvarado, respectivamente, el equipo de Marcos López sentenció un juego que hasta la apertura del marcador fue intenso y disputado, más allá del mejor inicio del Ventarrón, quien en los primeros minutos encerró al Cervecero en su campo. Pero el local supo mantener el orden, se asoció en la marca y fue intenso para neutralizar la movilidad de la visita.

Nahuel Pájaro fue el equilibrio de los chavenses, que intentaron ser directos con sus tres delanteros, recostando sus ataques en Tobías González, por derecha. A Quilmes le costó mucho elaborar juego ofensivo, las pelotas paradas o algunas uniones por izquierda le permitieron ilusionarse, pero siempre terminaron en las manos de un seguro Silva o sin certeza en la puntada final.

Salvo un remate elevado de Alvarado a los 29’ cuando estaba de frente al arco, o la generación de espacios de éste y González con su velocidad, preocupaban a la última línea del local que, un minuto después y tras una desinteligencia donde pidieron mano de un atacante, el propio González recogió una pelota perdida sobre la medialuna y definió por arriba ante la desesperada salida de Coronel para abrir el marcador.

El panorama pasó a ser más complicado para un anfitrión que, no obstante, a los 39’, tuvo en un cabezazo elevado de Sosa, su jugada más peligrosa.

Los 45’ finales arrancaron con un Quilmes intentando ser más protagonistas y jugando más adelantado, y a los 5’ tras un doble cabezazo, Angel Gómez mandó la pelota a centímetros del palo de un indefenso Silva. Ante esto, Independencia ajustó su orden y se paró para una contra que llegó a los 10’ por izquierda donde Maximiliano Gómez volvió a perder con Fernández que asistió a un Alvarado que ingresó sin marcas por el segundo palo.

El 2-0 parecía inalcanzable para un Quilmes que igualmente fue con lo que tenía al frente, eso fue mucha entrega, disputa y ganas, pero no alcanzó pese al buen trabajo de Quintana y la ilusión efímera del gol anulado por posición adelantada. A todo esto, Independencia siguió cerrando espacios, manejó los tiempos y apostó a alguna contra que no llegó, aunque en una cancha difícil y frente a un combativo rival, el negocio ya estaba hecho y en su lucha por la punta, rubricó su candidatura.