Sociales

Hacemos Comunidad

El trabajo comunitario, una forma de garantizar los derechos de las personas

25|06|23 19:46 hs.

Hacemos Comunidad es una organización social que lleva adelante diversas actividades en nuestra ciudad, en todos los barrios y actuando sobre las diferentes necesidades que la gente les acerca. “Actualmente, somos quince mujeres que venimos realizando este trabajo comunitario desde hace aproximadamente nueve meses. En el momento en el que decidimos armar este nuevo espacio, todas traíamos ya experiencias previas trabajando con la comunidad, desde merenderos y comedores a huertas agroecológicas; también tenemos compañeras talleristas, o que han sido parte de escuelitas de fútbol barriales y tenemos compañeras formadas y capacitadas que han trabajado en espacios de contención”, manifestaron. 


 Por todo lo mencionado, “en el momento de empezar a trabajar juntas sabíamos hacia dónde había que ir, sobre todo sabíamos que requería de mucho esfuerzo y responsabilidad. Al principio éramos cuatro o cinco y de a poco se fueron sumando otras compañeras que eligieron nuestro espacio porque supieron ver la transparencia y el compromiso con el que trabajamos”, aseguraron.

Dentro del equipo, “somos mujeres que crecimos en el barrio. Venimos del barrio Boca, Colegiales, Villa Italia, Municipal, Santa Teresita y más. Conocemos las realidades que se viven. Hace tiempo que notamos que, debido al contexto actual, las problemáticas que siempre existieron, se están agravando. Y sabemos que va a empeorar mucho más porque frente a semejante crisis los más golpeados siempre son los mismos”, sostuvieron. 

Siguiendo lo dicho, señalaron que “nos preocupa la calma con la que se están tomando ciertas cuestiones; notamos que hay muchas situaciones que podrían resolverse con mayor atención y predisposición, para el beneficio de todos. Se siente la falta de políticas públicas abarcativas e integrales ya que vemos barrios enteros sin agua corriente, gas natural o cloacas”. 

 “En un contexto como el de hoy eso influye muchísimo”, aseguraron y ejemplificaron: “Si no tenés gas natural, tenés que contar con una garrafa cada veinte días y la leña, que ya arrancó la temporada con precios muy elevados y que es esencial pero cada día son más las familias a las que les cuesta comprarla”. 



Asimismo, hicieron hincapié sobre otros puntos: “Podríamos hablar de la alimentación, la vestimenta, productos de higiene o la posibilidad de comprar remedios, que son cosas básicas pero que empiezan a verse como privilegios a medida que la situación del país empeora, acompañado de la mala predisposición y la irresponsabilidad”. 

Frente a este contexto, “es que tomamos la decisión de organizarnos por nuestra cuenta y prontamente estábamos en los barrios realizando actividades e intervenciones con la intención no solo de alivianar un poco el día a día de nuestras vecinas y vecinos, sino también porque creemos firmemente que los derechos deben asegurarse”. 

 Así, “logramos hacer contacto con el Ministerio de Trabajo, gracias a Pablo Garate, que también nos asesoró para presentar los papeles de la organización y desde entonces siempre nos da una mano con mercadería, ropa nueva, pañales, útiles escolares, libros nuevos, muebles, materiales de construcción, ayudas habitacionales, incluso materia prima o maquinaria para vecinos emprendedores, entre muchas otras cosas que nos permiten a llegar a más vecinas y vecinos”. Además, trabajan en conjunto con escuelas, salitas de barrio, el CDR Local, el Ministerio de Salud y más entidades.

 Actividades 
La organización tiene diversas actividades que llevan adelante para garantizar los derechos de las personas y ayudarlos en las necesidades que tengan. El Roperito Móvil es una de ellas, que “permite que las familias puedan acceder a ropa de calidad, que sirve para desarrollarse en cualquier contexto de su vida: social, trabajo, educativo... Vamos recorriendo los barrios semana a semana. Funciona a base de donaciones de ropa que nos acerca la comunidad”, indicaron. 

También cuentan con una huerta agroecológica, “relacionado con la soberanía alimentaria, independencia de la alimentación, alimentación real y sana que nutra al cuerpo. La alimentación impacta en todos los aspectos de nuestra vida, desde pequeños. Sin agrotóxicos que dañan la salud y el medio ambiente y ayudando a la economía familiar en un contexto donde el alimento está muy caro”.

Además, realizaron meriendas para las familias. “Es el momento de calidad donde la comunidad barrial se integra. Dependiendo el objetivo de la actividad y a la franja etaria que apuntemos, las realizamos en plazas para las infancias o visitamos el asilo de ancianos para trabajar los derechos de los adultos mayores”, sostuvieron. 

También cuentan con un merendero y entrega de viandas en el barrio Santa Teresita. “Es un espacio de contención para las infancias, donde además de alimentarse también se integra el acceso a la educación y a la ropa de calidad ya que en el mismo espacio funciona una biblioteca comunitaria y un roperito. Además, se trata de asegurar el alimento realizando viandas”. 

Finalmente, desde la entidad contaron que realizaron donaciones de pañales, mercadería y cualquier necesidad que aparezca en la comunidad. 

 Para conocer su trabajo o contactarse con ellas para ayudarlas a colaborar, pueden visitar su página de Facebook Hacemos Comunidad.     




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