La victoria del equipo de Marcelo Neyra, se ajusta a lo sucedido durante gran parte de los 40’ ante un gran marco de espectadores que disfrutó de un match que tuvo momentos de buen juego y otros donde prevalecieron el vértigo e incertidumbre; como también el gran pasaje del Cervecero que en el tercer cuarto lo tuvo 19 puntos arriba (53-34), o el emotivo cierre que propusieron los de Colamarino, quienes promediando el cuarto final se puso solo a 4 (66-70), pero su esfuerzo llegó hasta allí porque no pudo romper esa barrera.

En los últimos años, el duelo entre estos equipos ha regalado verdaderos duelos cargados de emoción; y el de anoche no fue la excepción. Argentino desnudó rápidamente algunas falencias defensivas del local, quien tomó nota e imprimiendo dinamismo y subiendo la marca en el perímetro, comenzó a forzar las pérdidas (9 en el cuarto) del Bichito. Y en ataque Guillerat ganó por el sector izquierdo, Muñoz con su tiro externo y Luna con su habitual diversidad.

Con 8 puntos de ventaja, el Cervecero salió más seguro al segundo cuarto. Movió mejor la pelota en ataque y su fluides con el gol era constante, pero Argentino no sólo que bajó las pérdidas, también imprimió un ritmo que el local no pudo contrarrestar. La potencia de Moyano en la pintura, y la versatilidad de Martínez lo pusieron a 2 (28-30). Pero Neyra mandò a los hermanos Marcos y Facundo Fransen a la cancha, y entre ellos provocaron la revolución que le devolvió aire en el marcador al local.

A los 10 puntos de ventaja, Quilmes le agregó un gran regreso del largo descanso; y con un sólido parcial de 11-2 amplió la ventaja a 53-34. Pero Argentino no se desesperó sabiendo que aún restaban 15 minutos por jugar; entonces se fue rearmando. Martínez clavó un par de triples que revitalizó a sus compañeros para no dejar jugar tan cómodo a Quilmes en ataque.

El 57-51 con el cual arrancaron el último cuarto prometía un cierre de atracción y así lo entendió el público que le puso el color y calor merecido. Buscando fertilizar su juego ofensivo, Neyra mandó a la cancha a Guiillerat y Muñoz, pero el Bichito siguió empujando hasta ponerse a 4. Y ahí, en este Quilmes que mezcla experiencia con juventud, apareció en su explendor un De Iraeta que en el segundo y tercer cuarto no había tenido acción. Agustín no sólo sumó dos recupero determinantes, sino que también anotó 9 puntos en el segmento, que quebraron el duelo, y desde allí, Quilmes pudo consolidar un merecido y emotivo triunfo.

QUILMES (76): De Iraeta 9, Guillerat 11, Muñoz 21, Luna 18 y Bobb 2 (fi); F. Fransen 3, M. Fransen 8, Carbonetti 4, Escujuri y Ambrosius. DT: Marcelo Neyra. Libres, 13 de 19.

ARGENTINO (69): Gianelli 8, Martínez 17, Sandoval 12, Danzey 10 y Frapiccini 1 (fi); Domínguez 2, Tomalino 6, Vizzolini, Alba 2, Moyano 11 y Rodríguez. DT: Gabriel Colamarino. Libres, 15 de 24.

Parciales: Quilmes 23-Argentino 15, 42-32 y 57-51.

Árbitros: Jorge Ballerini y Sebastián Anta.

Estadio: Quilmes.