Ella es tresarroyense, aunque desde 1969 reside en la ciudad de La Plata. Allí trabajó en el Astillero Río Santiago, lugar del cual fue secuestrada durante el golpe militar.

Antes de la charla, Carmen muy amablemente brindó una entrevista a los medios. “Me produce mucha emoción estar acá porque yo nací en Tres Arroyos y me crié acá”, comentó al inicio.

No le resulta nada fácil hablar de su historia, que durante muchos años la mantuvo oculta. “Acá vivimos momentos muy cruentos, muy terribles. Esto para nada es fácil. He sufrido muchísimo, pero Gracias a Dios que cuento el cuento y no soy parte de los 30 mil que no están”, aseguró. 

Sobre su secuestro, recordó que “Yo trabajaba en el Astillero Rio Santiago, que durante el golpe había cerrado sus puertas por tiempo indefinido. Me vine a Tres Arroyos, pero el papá de mis hijos se quedó en La Plata y cuando venía para acá contaba lo que estaba pasando, que era terrible”.

Y prosiguió: “El último fin de semana vino con el diario de allá, con la noticia que el astillero reabría sus puertas” y decidió volver a su puesto de trabajo. El primer día que ingresó fue secuestrada.

“Hace apenas unos años le conté algunas cositas a mis hijos. Me costó muchísimo poder sacarlo, por eso que tengo una emoción increíble porque es la primera vez que voy a hablar en público”, expresó.

Carmen ha dedicado su vida entera al arte y al tango en La Plata, lo que la ayudó a sobrellevar todos los recuerdos. “Por eso a lo mejor estuve muchos años sin poder hablar nada”. Pero ya no calla más. “Una va tomando fuerzas y la gente que te rodea también te empuja. Las cosas sucedieron como a tantos inocentes, como pasó con familias enteras. Así que creo que por algo Dios me dejó seguir, algo tengo que contar”, concluyó.