Los niños reciben su obsequio y se da lectura a las cartas que le entregan al legendario personaje. En forma previa, tiene lugar un recorrido por las calles de Ruta 3 Sur, con la presencia de vecinos de distintas edades en la vereda de las viviendas.

Esta iniciativa volvió a concretarse ayer con la participación de muchos chicos, sus papás y otras familias. Es posible a partir del esfuerzo de la mencionada entidad, que durante todo el año desarrolla una labor valiosa en este sector de la ciudad. También de quienes suman su apoyo, para que nada falte en la fecha en que se celebra el nacimiento de Jesús.

En este sentido, adquiere relevancia la representación del pesebre viviente, que es un símbolo de la unión y el amor en las actividades compartidas durante todo el año.

Así lo entiende el equipo de trabajo de El Parquecito, que cada día se desempeña pensando en colaborar con los papás, sus hijos y otros miembros del grupo familiar.

En el barrio se multiplicaron las emociones. Impulsadas por los más chicos, pero con una presencia de mayores que es valiosa. Se disfrutó de una fiesta, con el agradecimiento a Papá Noel y la bienvenida en el pesebre a Jesús, junto a María, José y los restantes protagonistas de un acontecimiento central para el cristianismo.

Llegó el momento de regresar a casa. Para los organizadores, la satisfacción es grande porque el lugar se convirtió en una gran casa y hubo lugar para todos.