En la última fecha, el Cervecero consiguió un importante pero esforzado triunfo sobre Alumni en tiempo suplementario. “Hubo que trabajar muchísimo, Alumni es un equipo grande que nos obligó, como lo hacen todos en este torneo, ya que para mí todos son una amenaza para ganarte. Depende si se está bien o no; hoy (por el viernes pasado) estuvimos sólidos después de algunos partidos irregulares, pudimos sacar nuestra faceta positiva. Quilmes es un gran equipo, tengo jugadores de gran nivel y compañeros excelentes”, destacó Ariel Carbonetti, goleador de ese match con 35 puntos. 

Ante el Rojo, el Cervecero aprobó el examen de haber cedido una importante ventaja y recuperarse en el juego. “Más allá de alguna desatención para marcar el tiro de tres, no perdimos nuestra línea; siempre intentamos jugar de manera prolija y segura. Y en el suplementario marcamos una diferencia, físicamente tuvimos algo más y mis compañeros estuvieron bárbaro”, dice Carbonetti, aunque por muchos pasajes él fue la única y prefecta solución de ataque.

“Cada uno tiene su rol; Luna y Muñoz son nuestros goleadores; a veces le puede tocar otro, como pasó conmigo hoy o Mariano (Franssen) ante Huracán; aprovechamos que los rivales no nos tengan tan presentes; por suerte pude estar a la altura de la exigencia”, admitió con serenidad. 

Quilmes llega bien al cierre. “Quedan dos finales que definirán nuestro futuro, serán vitales y eso dependerá mucho de nosotros mismos”, destacó el siempre rendidor N° 10, Carbonetti.