Este miércoles se celebró el 212º aniversario de la Revolución de Mayo en el Centro de Arte Quelaromecó. Allí se realizó el acto oficial con la presencia del delegado Julian Lamberti y representantes de las instituciones educativas de la localidad.  

Néstor Castro, director del  Instituto Secundario Claromecó compartió con los presentes un escrito donde sostenía: "Los hombres de Mayo, los héroes de carne y hueso que vencieron las limitaciones propias y ajenas que se oponían a su objetivo son los que debemos tener presentes, a ellos debemos convertirlos en inspiración para seguir construyendo la historia de nuestra nación, fortaleciendo la patria y cuidando la libertad porque la libertad es un tesoro difícil de conseguir y de conservar, pero es la manera más honorable de recordar a estos hombres que hicieron posible la Revolución de Mayo de 1810".

"Los invito a imitar el compromiso, la dedicación y el trabajo de estas figuras reales y no quedarse en el facilismo, la mediocridad y la comodidad. Aunque cueste, debemos ser héroes, debemos cumplir con solidaridad y responsabilidad nuestro compromiso de argentinos. Hay que formarse, educarse en conocimientos y valores para cumplir con inteligencia, conciencia e integridad el papel que nos toca como sociedad", finalizó.

La agrupación de danza folclórica de Claromecó realizaron varios números tradicionalista para esta fecha tan especial. A su vez, el grupo de escritura del Pemta compartió con los presentes un escrito colectivo.

Posteriormente se realizó un reconocimiento a Juan Aníbal Abad, que fue entregado por el delegado, quien expuso: "Quiero entregar un presente a una persona de esas que cada vez hay menos en el mundo, una persona que sin dudas ha dejado y va a dejar siempre una huella muy profunda en cada uno de los claromequenses de muchas generaciones. Usualmente, las personas que dejan esa huella, son seres que tienen algunas cualidades, por ejemplo la de siempre estar".

Por su parte, Juan Abad demostró su agradecimiento y expresó que "creo que lo único que traté de hacer en todos estos años fue brindarme en lo que pude como pude, con las condiciones que teníamos y con la buena voluntad y nada más".

"Muchas gracias a la gente y a Claromecó en general. Son muchos años viviendo aquí con Norma porque amamos Claromecó. Vinimos como para una temporada a ver qué pasaba, y acá estamos. Pasaron 47 años y no lo puedo creer. Estoy bien y tranquilo, estas cosas son muy gratificantes", finalizó.