03|04|22 11:06 hs.
Foto principal: Rodrigo Oliver, Pablo Demateo, Ignacio Guisasola, Ramiro Elisiri, Leandro Soumoulou y Jorge Rodríguez; los 6 pilotos tresarroyenses que hoy correrán en la Monomarca de APPS (Jorge López de Ipiña)
Debieron pasar 2 años y 8 meses para que los pilotos tresarroyenses de la APPS, en particular de la categoría Monomarca de esa asociación, volvieran a tener la posibilidad de disfrutar de la pasión del automovilismo en su ciudad, su circuito, ante su gente…
Aquel 29 de julio de 2019 parece y es tan lejano que hay que hacer mucha memoria para recordar ese festival. Pero hoy se dará vuelta la página y 6 pilotos de nuestra ciudad harán realidad ese deseo de correr en el renovado Segundo “Cholo” Taraborelli.
Para algunos, como Nacho Guisasola, Ramiro Elisiri o Leandro Soumoulou será un volver después de una larga ausencia; en cambio para Jorge Rodríguez y Pablo Demateo esta será la primera oportunidad de correr aquí; y para Rodrigo Oliver el debut absoluto, no sólo en nuestra ciudad sino en el automovilismo en general.
Ayer, los locales se mostraron reconfortados, felices de estar en casa, sintieron el placer de competir y disfrutar de sus pasiones en la tierra propia.
En los boxes exhibieron su cordialidad de coterráneos, las charlas fueron amenas y el intercambio de información o datos estuvo a la orden del día.
Elisiri fue el que más rápido giró, pero todos tuvieron un sábado positivo porque fueron encontrando la mejor puesta a punto y avances en sus autos, los cuales se fueron traduciendo en tiempos.
Oliver era pura felicidad, el debut lo tenía fascinado; Guisasola era la otra cara, la de la experiencia ya que compite desde 1994 y confesó que “cuando me meto en el habitáculo vuelvo a tener 20 años”.
Soumoulou se adaptaba al regreso con una visión optimista; Elisiri trabajó a destajo siempre con una sonrisa; Demateo disfrutaba la camaradería y el progreso; mientras que Jorge Rodríguez se movía junto a su auto y equipo con una tranquilidad y sonrisa que demostraba el placer por disfrutar de su pasión, la misma que le da vida a este fantástico mundo del automovilismo zonal, y que hoy los pilotos tresarroyenses pueden vivenciar junto a su gente.