Graciela Callegari, directora del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº33 (Marianela

La Ciudad

En un acto emotivo

El Instituto 33 celebró su 50º aniversario

27|11|21 17:40 hs.

El Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº33 festejó ayer por la tarde noche, a través de un acto sumamente emotivo llevado a cabo en el teatro de la Escuela 1, su cincuentenario. A lo largo de todos estos años, miles de tresarroyenses han construido y dado vida a esta institución. El encuentro, ante el cambio positivo en la situación sanitaria, se realizó de manera presencial con protocolos y las medidas de cuidado correspondiente. Estuvieron presentes autoridades locales y provinciales. 

Como parte de este año especial, el primer día de clases de este ciclo lectivo comenzó plantando memoria. Al mismo tiempo, se descubrieron dos placas. La primera de ellas, junto al olmo dorado que fue colocado el primer día de clases sobre la plaza San Martín. La otra placa descubierta, quedó colocada sobre la entrada a la sede que llegó a sus primeros 50 años de vida. 


Fotos: Marianela Hut


Haciendo un repaso breve por la historia de esta institución emblemática para el distrito, es importante recordar que la primera clase se dictó el 2 de agosto de 1971, luego de que el Instituto fuera creado por una resolución en julio del mencionado año. La inauguración oficial, con la presencia de autoridades, se concretó el 6 de agosto. Comenzó su recorrido con apenas una carrera y 137 alumnos, allá por la década del ´70. Hoy, 50 años después, cuenta con Formación de Grado, carreras superiores y alberga a 1157 estudiantes. 


Fotos: Marianela Hut


Transformación 
En relación a esta fecha especial, Graciela Callegari, directora de la institución educativa, manifestó que “el Instituto ha ido transformándose. Se ha desarrollado y hoy se sienta en la mesa de discusión de la política curricular y de gestión de la educación superior de la provincia. La institución llegó a representar al país en un encuentro del Mercosur en sintonía con la importancia de trascender las fronteras locales y vincularse con otros”. 


Fotos: Marianela Hut


Del mismo modo, deslizó que hay desafíos por delante en este contexto que ha dejado la pandemia, debido a que se presenta una realidad muy conflictiva y compleja. Por otra parte, manifestó la necesidad de atender el comportamiento humano del distrito y pensar cambios culturales, por ejemplo, vinculados al medio ambiente. 

Además, reflexionó que la palabra se ha ido ampliando y apareció el futuro enriquecedor, algo que la conmovió. “Ahí está el sentido de lo que es el 33 como Institución formadora. Sus egresados, sus estudiantes, sus docentes generando futuro, empoderando la palabra de acción y de pensamiento, porque eso es lo que hacemos. Suena simple, pero es inmenso. Todo lo inmenso que supone abrir puertas y caminos”, agregó. 


Fotos: Marianela Hut


Entre otras consideraciones, mencionó que “lo que hacemos sobre lo que trabajamos y sobre lo que nos repensamos todos los días, está allí en las aulas. Es nuestro sentido de pertenencia. El ámbito de la educación como derecho, supone hablar de pedagogías, de atreverse a pensar lo no pensado, a pensar sin prejuicios, a pensar con otros que piensan y ven distinto. Esa identidad, incluye toda esa diversidad de sueños y de vidas”. 

“La docencia es amor” 
Stella Gil es historiadora y docente. A su turno, valoró que “veo muchos rostros jóvenes y de colegas. Son 50 años, nada poco por cierto. El mismo escenario y algunas personas, de toda la vida. Yo empecé a dar clases con el Instituto cuando estaba en el edificio de la Escuela 3, sobre Rivadavia. Mi segundo hijo, recién había nacido. Éramos tan jóvenes. Yo venía los miércoles a dar clases y me cruzaba, al principio, con profesores que no conocía. La docencia es amor, por sobre todas las cosas. Y también, el ser profesionales de esa docencia”. 


Fotos: Marianela Hut


De a poco, con el paso del tiempo supo ir integrándose para conocer a grandes personalidades, que venían de ciudades vecinas. “Cómo olvidarlo. Cientos y cientos. Valiosos en sus trabajos que se fueron incorporando a nuestro staff. Muchos de ellos han partido con rumbo desconocido, a donde los contenga el universo. Tal vez habrá algún escrito de ellos en la biblioteca con recuerdo de algún alumno”, recordó con emoción. 

El Instituto se trasladó a la Escuela 1 y todos los docentes, también lo hicieron. Aquí, Gil rescató que “los porteros brindaron una gran ayuda también, todos formamos parte de esta comunidad. En este salón pasaron varias generaciones de alumnos. Se realizaban los actos de fin de año y la entrega de los certificados a los nuevos egresados, año a año. No había pandemia que lo suprimiera. Los viajes por la región, también por los pueblos del partido. Imposible de olvidar”.


Fotos: Marianela Hut


 Por último, cabe recordar que en la década del 80, esta institución fue fundadora de otros institutos. “Fue en un contexto en el que había exceso de trabajo. Nuestros anexos de Coronel Dorrego, San Cayetano y Adolfo Gonzales Chaves, entre otros. Trabajamos y viajábamos mucho, recuerdo. Con esfuerzos, la educación superior en la región se fue insertando y hoy esos anexos, son institutos. Cientos de alumnos estarán dentro de los destinos de sus títulos y miles de acontecimientos quedarán en lo que los vivieron”.