23|10|21 08:45 hs.
En el marco del mes de concientización sobre el cáncer de mama, ayer por la tarde se realizó una caminata saludable, organizada por Celia Leguizamón desde la Dirección de Deportes. Participaron más de treinta mujeres que se acercaron a compartir el momento.
El recorrido inició en la plaza San Martín y culminó en la pista de atletismo del Polideportivo Municipal.
Por su parte, la kinesióloga Delia Parraquini dio una emotiva charla sobre concientización y sobre su propia experiencia.
Además, para darle un broche de oro a la actividad, se llevó a cabo una pequeña clase de zumba para que las asistentes bailaran y se divirtieran.
Toda la familia
En el discurso, Delia reflexionó sobre el cambio que significó en su vida cuando le diagnosticaron cáncer de mama. “Cuando me descubren la enfermedad, a toda la familia nos tocó atravesarla. Todos nuestros familiares, amigos, los que estuvieron más cerca o más lejos, todos fueron afectados”, destacó.
Ella reconoce que lo más difícil en un inicio fue el momento en que le dieron el diagnóstico. “Ir a buscar un resultado y creer que todo iba a estar bien, abrir un sobre normal como todos los años y encontrarme con la palabra carcinoma fue lo más duro para mí. Me pegó un golpe tan fuerte que sentía que no entendía nada de lo que estaba pasando”, recordó.

Delia Parraquini compartió su experiencia
Al comienzo del tratamiento, contó que “uno se va armando, la familia se va acomodando en todo lo que hay que hacer, estudios, médicos, viajes y de repente estamos en un baile que no queda otra que bailar”.
Pero Delia, activa como siempre fue, no podía quedarse solamente con hacer un tratamiento, curarse y seguir con su vida como nada hubiera pasado. “La cabeza empieza a buscar otras cosas, a buscar qué se puede hacer. Yo empecé a leer un montón, a escuchar otras experiencias, por eso también estoy acá, porque a mi me sirvió muchísimo escuchar otras experiencias, qué otras cosas se puede hacer”, sostuvo.
En esa búsqueda de información y alternativas, Delia manifestó que “me empecé a encontrar otras herramientas, más allá de lo que sabíamos que había que hacer, otras cosas para sumar, cosas que podía hacer yo que nadie me había dicho. De repente un cambio de hábito en la alimentación o hacer actividad física me hacía bien. Yo no solo lo leía sino que lo probaba y me daba cuenta que funcionaba”.
"Entre el 5 al 10 por ciento de los casos de cáncer de mama solamente están relacionados con lo hereditario, el resto depende todo de los hábitos y de la contaminación ambiental. Entones, pensemos cuánto del porcentaje está en nuestras manos”
En ese sentido, hizo hincapié en que “ahí también entra toda la familia en juego porque de repente en casa hay cosas que no se comen más, cosas nuevas que se incorporaron o un domingo a la mañana mamá se iba a correr”.
Una vez una amiga de ella le dijo: “El cáncer de mama se volvió el cáncer de mamá”. Frase que resuena aún en los oídos de Delia. “Estábamos todos involucrados”.
Nuevos hábitos
La kinesióloga a medida que iba incorporando cosas nuevas, “me fui dando cuenta que la salud estaba en mis manos, al igual que lo que a mi me pasaba. Que yo me sintiera mejor tenía que ver con todo lo que yo podía hacer, con todo lo que podía sumar en el día a día. Ya no dependía de que me dijeran qué podía o qué no. Incluso uno espera a que le digan cuando se va a curar, pero no es así. Uno decide estar bien en el día a día y hacer cosas para sentirse bien, y eso me ayudó a mí para buscar cosas que mejoraran mi calidad de vida”, resaltó.
“También hay que generar conciencia y hacerse los controles, porque sucede que uno tiene un poco de temor al diagnóstico. Tenemos que empezar de a poco a sacarnos el miedo, juntándonos, contándonos las experiencias. El diagnóstico enseguida uno lo relaciona con algo terrible. Pero hay que saber que cuando uno empieza a leer se encuentra con información de cosas que no se saben tanto. Entre el 5 al 10 por ciento de los casos de cáncer de mama solamente están relacionados con lo hereditario, el resto depende todo de los hábitos y de la contaminación ambiental. Entones, pensemos cuánto del porcentaje está en nuestras manos”, agregó.
En ese sentido, reflexionó: “hay que hacernos cargo y tomar las riendas de nuestra salud, elegir los profesionales que queremos que nos atiendan, hacerse los controles y hablar del tema”.
Actividad física
Por otro lado, Delia habló sobre la importancia de hacer actividad física en la rehabilitación en pacientes con procesos oncológicos. “Cuando estamos en un proceso oncológico, la actividad física es beneficiosa no solo porque me hace sentir bien sino porque está comprobado que, durante el cáncer, hay unas células en el organismo que provocan un estado inflamatorio crónico, como citoquinas o interleuquinas. Con la actividad física lo que hacemos es disminuirlas”, remarcó.

Al final, se realizó una clase de zumba
Ante esto, “yo insisto con sacar esa idea de que el cáncer necesita reposo. No es tan así. Se puede trabajar la fuerza y la resistencia, aunque estemos en procesos de tratamiento, incluso en la quimioterapia. Debemos asistir a personas que estén capacitadas para hacerlo, a profesionales que nos digan exactamente qué es lo que necesitamos. Para cada uno va a haber una indicación específica. Se puede, siempre escuchándonos y sabiendo en manos de quién estamos. También habrá días en los que uno no tiene realmente ganas y hay que respetarse”, refirió.
Sobre el cierre, Delia concluyó: “Hay que hacer actividad física, estar presentes cada uno en su cuerpo y en su salud, hacerse cargo y, si me toco y me toca, por lo menos que tenga herramientas para poder salir adelante”.