Ya en la oscuridad absoluta del Bottino, escenario de otra noche de gloria para el rojiblanco, el propio técnico campeón confesó lo hermoso que es este deporte. “Hoy disfrutamos un mimo todos los que pudimos pisar este césped; estar adentro de esta cancha, haber llegado a esta final después de un año y medio de Covid, con restricciones, un freno de mano para todo… Y estar en una cancha con gente alrededor, en este caso una multitud, con bombos, pirotecnia, con un buen juego de Echegoyen y nosotros saliendo de contra. Y como si fuere poco ganando un torneo, la verdad que es soñado y al estar adentro me sentí un privilegiado. Reconozco que la cabeza nos fue a mil, con un rival que jugó tan bien, siempre buscando opciones para atacar por las bandas y tirando muchos centros hasta convertir en figura a Walde (Waldemar Silva, su arquero). En el complemento solucionamos ese déficit y casi no nos llegaron con peligro. Salvo una pelota que cruzó toda la línea del arco y definieron desviado”, comenzó analizando el DT. 

La virtud de Agrario fue haber sido contundente, así se resume en parte este 3-0. “Cuando un equipo tiene tanto tiempo la pelota, como ellos, en algún momento queda mano a mano; y nosotros en ese juego tenemos un gran jugador como Franceschetti que los asestó y en tres jugadas nos dio la tranquilidad. Obviamente que pegamos en los momentos justos, eso está fuera de discusión”. 

Aparte de ello, dos aspectos del equipo de De la Garma fueron sobresalientes, como la entrega para correr y meter durante todo el partido y el orden pese a verse superado durante muchos pasajes. “Nosotros tratamos de imponer supremacía numérica, la marcación en zona la tenemos bien trabajada, y eso le costó a Echegoyen, salvo Mink que nos desbordaba. En el complemento jugamos muy bien defensivamente y en ataque fuimos muy directos para llegar al triunfo”, confesó. 

En el plantel campeón, hubo muchos jugadores que ascendieron con Agrario en 2018 pero también muchos que arrastraban algunas finales o definiciones pedidas; pese a ello la previa no fue compleja para Alfonsín. “No hablamos mucho de todo lo pasado; sólo queríamos darle la alegría a esta gente que nos sigue a todos lados, y nos apoya si ganamos o perdemos. Recordando me es imposible no volverme a emocionar con el ascenso del 2018, no muchos lo han vivido como nosotros en De la Garma. Hoy no jugamos una revancha ni nada parecido, lo hicimos para la gente que estaba ahí…” añadió emocionado. 

Ganar es haber cumplido la primera parte del objetivo o del sueño; seguramente la expectativa del ascenso se reimpulsa. “Esto nos da tranquilidad de ir sin presiones; ganar tiene que ser una consecuencia de nuestro trabajo, tenemos indicadores para tratar de mejorar en algunos puntos. Nos falta un poco en la parte ofensiva, en la tenencia de pelota, a este torneo lo ganamos siendo más directos de lo que habitualmente a mí me gusta, pero fuimos muy efectivos. Con el triunfo todos creen en todo, así que vamos para adelante con todo”, destacó el DT nuevamente campeón con Agrario.